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Continúan ganando los oficialismos locales y Cambiemos los sigue lejos desde atrás
(TN) Santa Fe es el tercer distrito en importancia por número de votantes. Y es bien representativo del electorado del centro del país, donde el Gobierno nacional está obligado a sacar una buena diferencia para que la reelección de Macri sea posible.Por Marcos Novaro
(TN) Las elecciones santafecinas son un verdadero enredo. Así lo reflejaron las PASO realizadas este domingo y que convocaron a las urnas a 2 millones 700 mil votantes, aunque respondieron al llamado no más del 65% de ellos, porque muy poco estaba en juego en la categoría a gobernador (solo el peronismo presentaba dos precandidatos). Había en cambio bastante más competencia para diputados provinciales y concejales.
El gobernante Frente Progresista compuesto por socialistas y radicales, que postuló al exgobernador Antonio Bonfatti para que volviera al cargo, obtuvo el primer puesto, con alrededor de 35% del total de los votos. Se enfrentó a otros radicales encabezando Cambiemos, aliados con el PRO. Y que postularon al intendente de Santa Fe, José Corral. En tanto los peronistas se unieron todos, como ya es norma en las provincias, pero compitieron dos aspirantes a la gobernación. Con la peculiaridad extra de que el siempre moderado, por no decir conservador, Omar Perotti, como pintaba ganador se hizo del apoyo del kirchnerismo (y no lo defraudó: recibió casi 3 de 4 votos del frente Juntos), mientras la siempre kirchnerista María Eugenia Bielsa (que reprochaba a Perotti, en línea con Unidad Ciudadana, el haber votado en el Senado muchas de las leyes que pidió Macri), debió conformarse con el respaldo de quienes quedaron fuera de esa entente (que eran bastante pocos, así que era de esperar que le fuera bastante mal). Entre ambos sumaron más votos que el Frente Progresista (más de 41 puntos), y esperan mantenerlos unidos para ganarle el 16 de junio, en la elección general.
La gente de Cambiemos ya sabía que iba a quedar lejos de la disputa por la provincia. Pero no tan lejos. Se conformaban con arañar el 20% de los votos. Ya de por sí una caída estrepitosa en comparación con los porcentajes que obtuviera el PRO corriendo solo, con Miguel Del Sel a la cabeza: en 2011 sacó más de 36%, y en 2015, 31%. Ahora apenas reunió 18%, por debajo de la modesta meta propuesta.
Marcos NovaroConsejero AcadémicoEs licenciado en Sociología y doctor en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente es director del Programa de Historia Política del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la UBA, del Archivo de Historia Oral de la misma universidad y del Centro de Investigaciones Políticas. Es profesor titular de la materia “Teoría Política Contemporánea” en la Carrera de Ciencia política y columnista de actualidad en TN. Ha publicado numerosos artículos en revistas especializadas nacionales y extranjeras. Entre sus libros más recientes se encuentran “Historia de la Argentina 1955/2010” (Editorial Siglo XXI, 2010) y "Dinero y poder, la difícil relación entre empresarios y políticos en Argentina" (Editorial Edhasa, Buenos Aires, 2019).
(TN) Las elecciones santafecinas son un verdadero enredo. Así lo reflejaron las PASO realizadas este domingo y que convocaron a las urnas a 2 millones 700 mil votantes, aunque respondieron al llamado no más del 65% de ellos, porque muy poco estaba en juego en la categoría a gobernador (solo el peronismo presentaba dos precandidatos). Había en cambio bastante más competencia para diputados provinciales y concejales.
El gobernante Frente Progresista compuesto por socialistas y radicales, que postuló al exgobernador Antonio Bonfatti para que volviera al cargo, obtuvo el primer puesto, con alrededor de 35% del total de los votos. Se enfrentó a otros radicales encabezando Cambiemos, aliados con el PRO. Y que postularon al intendente de Santa Fe, José Corral. En tanto los peronistas se unieron todos, como ya es norma en las provincias, pero compitieron dos aspirantes a la gobernación. Con la peculiaridad extra de que el siempre moderado, por no decir conservador, Omar Perotti, como pintaba ganador se hizo del apoyo del kirchnerismo (y no lo defraudó: recibió casi 3 de 4 votos del frente Juntos), mientras la siempre kirchnerista María Eugenia Bielsa (que reprochaba a Perotti, en línea con Unidad Ciudadana, el haber votado en el Senado muchas de las leyes que pidió Macri), debió conformarse con el respaldo de quienes quedaron fuera de esa entente (que eran bastante pocos, así que era de esperar que le fuera bastante mal). Entre ambos sumaron más votos que el Frente Progresista (más de 41 puntos), y esperan mantenerlos unidos para ganarle el 16 de junio, en la elección general.
La gente de Cambiemos ya sabía que iba a quedar lejos de la disputa por la provincia. Pero no tan lejos. Se conformaban con arañar el 20% de los votos. Ya de por sí una caída estrepitosa en comparación con los porcentajes que obtuviera el PRO corriendo solo, con Miguel Del Sel a la cabeza: en 2011 sacó más de 36%, y en 2015, 31%. Ahora apenas reunió 18%, por debajo de la modesta meta propuesta.
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