El caso guatemalteco en el Índice de Libertad Económica y las instituciones adecuadas para el crecimiento

Las instituciones que comparten los países de mayor crecimiento económico del mundo están orientadas a respetar las reglas de juego del capitalismo competitivo, garantizar los derechos de propiedad, integrar los mercados comerciales y financieros domésticos con el mundo, asegurar la disciplina fiscal, limitar la presión tributaria y restringir la capacidad de endeudamiento público. También hay innumerables ejemplos donde la crisis o el estancamiento económico se vuelven crónicas y no se generan las condiciones necesarias para el cambio de estrategia: la casi totalidad de los países de América Latina, Africa o Asia. Un país como Guatemala, con niveles de pobreza elevados e ingresos per cápita relativamente bajos, necesita realizar muchas reformas institucionales orientadas hacia una mayor libertad económica para lograr tasas de crecimiento anuales superiores a las que hoy tiene. La alternativa de no realizar las reformas económicas necesarias es sencillamente horrorosa: de continuar creciendo a la misma tasa del 1,1% anual per cápita los guatemaltecos alcanzarían un nivel de ingresos similar a la que hoy disfrutan los habitantes de los países más desarrollados del mundo recién en el siglo XXII, más precisamente allá por el año 2.130. Es decir, dentro de 125 años.

Pablo E. Guido es Profesor full time de la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Es Licenciado en Ciencia Política y en Economía (Universidad del Salvador – Argentina) y MBA (ESEADE – Argentina). Anteriormente fue Profesor de Finanzas Públicas y Economía (UCA – Rosario. Argentina), Profesor de Política Económica y Economía Superior (ESEADE – Argentina), Economista Jefe e Investigador (Fundación Atlas – Argentina).