Comunicados
Promoción de la Apertura Política en Cuba
El ejercicio de los derechos sigue siendo delito en Cuba
Se cumplen quince años de una declaración promovida por CADAL en defensa de los derechos humanos en Cuba sin precedentes desde América Latina. En ese entonces, CADAL expresó “consideramos que este reclamo lo tienen que liderar personas con trayectoria en la defensa de la democracia y los derechos humanos”. CADAL insiste ahora en el mismo reclamo: la liberación de las personas inocentes que se encuentran presas en Cuba por ejercer derechos fundamentales.
Al cumplirse 22 años de "La Primavera Negra de Cuba" y 15 de la Declaración "El ejercicio de los derechos no es delito" promovida por CADAL, se insiste en que el gobierno de Cuba debe armonizar sus normas internas eliminando las restricciones a los derechos humanos más elementales.
Al igual que lo expresado hace 15 años y ante las masivas detenciones que se produjeron en Cuba contra manifestantes pacíficos en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, CADAL exhorta a los gobiernos democráticos de América Latina y también a la Unión Europea, que reclamen ante el régimen cubano la liberación de todas las personas que en ese país se encuentran encarceladas por delitos que, de acuerdo con los estándares internacionales, son derechos básicos.
La Declaración de 2010 afirmaba que "es preocupante que América Latina se muestre tan indiferente frente a estas injusticias que sufre el pueblo cubano y tan complaciente con su ilegítimo gobierno, lo cual evidencia un límite de la democracia en la región. Especialmente preocupa que países que han sufrido terribles dictaduras, recibiendo en esos años de plomo importantes muestras de solidaridad democrática internacional, no reconozcan a la oposición pacífica cubana que es considerada subversiva por su gobierno debido a la invocación que hacen de los derechos humanos y la exigencia de su respeto o su difusión pública. Es hora que América Latina se ponga del lado de los demócratas cubanos y le exija al régimen de los hermanos Castro que inicie una apertura política garantizando derechos muy elementales como la libertad de asociación y expresión..."
La Declaración "El ejercicio de los derechos no puede ser delito" finalizaba diciendo: "queremos hacerle llegar nuestra solidaridad a todos los demócratas cubanos y al mismo tiempo reclamarle a la opinión pública latinoamericana que no permanezca indiferente frente a la injusticia que padecen. La democracia no estará consolidada en América Latina mientras, ante la complacencia de gobiernos y organismos regionales, se mantenga vigente en Cuba un régimen de partido único que considera que el ejercicio de los derechos puede considerarse un delito y que por tal motivo una persona inocente debe ser privada de la libertad por largos años e incluso perder la vida".
Al cumplirse 15 años de esta Declaración, promovida en pleno contexto político del auge autoritario bolivariano en América Latina, CADAL desea agradecer a cada firmante por su solidaridad con colegas de Cuba y por su confianza y apoyo a esta iniciativa. Asimismo, CADAL se solidariza y exige la liberación de una de las firmantes de la Declaración de 2010, la venezolana Rocío San Miguel, quien actualmente es presa política de la dictadura de Nicolás Maduro.
Finalmente, desde CADAL queremos recordar con especial agradecimiento a los firmantes de hace quince años que ya no están entre nosotros: Julio César Strassera, Patricio Aylwin, Guillermo O’Donnell, Pepe Eliaschev, Beatriz Sarlo, Andrew Graham-Yooll, María Matilde Ollier, Sylvina Walger, Daniel Muchnik, Héctor Leis, Heinz Sonntag, Gabriel Palumbo, Alejandro Nogueira y Claudio Paolillo.
Al cumplirse 22 años de "La Primavera Negra de Cuba" y 15 de la Declaración "El ejercicio de los derechos no es delito" promovida por CADAL, se insiste en que el gobierno de Cuba debe armonizar sus normas internas eliminando las restricciones a los derechos humanos más elementales.
Al igual que lo expresado hace 15 años y ante las masivas detenciones que se produjeron en Cuba contra manifestantes pacíficos en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021, CADAL exhorta a los gobiernos democráticos de América Latina y también a la Unión Europea, que reclamen ante el régimen cubano la liberación de todas las personas que en ese país se encuentran encarceladas por delitos que, de acuerdo con los estándares internacionales, son derechos básicos.
La Declaración de 2010 afirmaba que "es preocupante que América Latina se muestre tan indiferente frente a estas injusticias que sufre el pueblo cubano y tan complaciente con su ilegítimo gobierno, lo cual evidencia un límite de la democracia en la región. Especialmente preocupa que países que han sufrido terribles dictaduras, recibiendo en esos años de plomo importantes muestras de solidaridad democrática internacional, no reconozcan a la oposición pacífica cubana que es considerada subversiva por su gobierno debido a la invocación que hacen de los derechos humanos y la exigencia de su respeto o su difusión pública. Es hora que América Latina se ponga del lado de los demócratas cubanos y le exija al régimen de los hermanos Castro que inicie una apertura política garantizando derechos muy elementales como la libertad de asociación y expresión..."
La Declaración "El ejercicio de los derechos no puede ser delito" finalizaba diciendo: "queremos hacerle llegar nuestra solidaridad a todos los demócratas cubanos y al mismo tiempo reclamarle a la opinión pública latinoamericana que no permanezca indiferente frente a la injusticia que padecen. La democracia no estará consolidada en América Latina mientras, ante la complacencia de gobiernos y organismos regionales, se mantenga vigente en Cuba un régimen de partido único que considera que el ejercicio de los derechos puede considerarse un delito y que por tal motivo una persona inocente debe ser privada de la libertad por largos años e incluso perder la vida".
Al cumplirse 15 años de esta Declaración, promovida en pleno contexto político del auge autoritario bolivariano en América Latina, CADAL desea agradecer a cada firmante por su solidaridad con colegas de Cuba y por su confianza y apoyo a esta iniciativa. Asimismo, CADAL se solidariza y exige la liberación de una de las firmantes de la Declaración de 2010, la venezolana Rocío San Miguel, quien actualmente es presa política de la dictadura de Nicolás Maduro.
Finalmente, desde CADAL queremos recordar con especial agradecimiento a los firmantes de hace quince años que ya no están entre nosotros: Julio César Strassera, Patricio Aylwin, Guillermo O’Donnell, Pepe Eliaschev, Beatriz Sarlo, Andrew Graham-Yooll, María Matilde Ollier, Sylvina Walger, Daniel Muchnik, Héctor Leis, Heinz Sonntag, Gabriel Palumbo, Alejandro Nogueira y Claudio Paolillo.