Prensa
Las prisiones de Fidel
Fuente: Perfil (Argentina)
Manuel Vázquez Portal
Vine con un sueño. El de presentarle mi libro Escrito Sin Permiso a un pequeño público en una pequeña sala y con una pequeña atención. De repente el sueño creció y por poco levanto las manos y grito: ¡me rindo! La sala no era reducida, el público no era escaso y la atención era enorme.
Me encontré de repente frente a muchísimos jóvenes de la Universidad Austral, todos con los ojos puestos en mí y llenos de entusiasmo e interrogaciones. Les expliqué que mi libro era la historia de una atrocidad cometida por un gobierno contra la libertad de expresión, pero que era, sobre todo, un homenaje a mis 59 compañeros que aún padecen esa atrocidad en las cárceles cubanas.
El libro lo escribí en Cuba, mientras esperaba la hora de partir al exilio. En él se reúnen cartas a mi esposa Yolanda, poemas surgidos en mi calabozo, y el relato del allanamiento de mi casa, mi detención y mi condena en un juicio sin garantías procesales en el cual la sentencia de 18 años de prisión estaba dictada de antemano por la cúpula gobernante.
La sala de la Universidad estaba engalanada con el amor de muchas personas que hicieron posible que yo estuviera aquí y pudiera decir: Mi Buenos Aires, querido, cuando yo te vuelva a ver será para decirte que todos mis amigos están libres, porque Cuba es libre. Me acompañaban en el podio ese titán de la lucha por la libertad de expresión que es el periodista argentino Carlos Lauría, y ese maestro de periodismo venezolano que es Andrés Cañizalez, y el decano de la bondad, la valentía y el periodismo que es Fernando Ruiz, a quien le tocó pasar dos días preso en mi país por ejercer su oficio y quien siempre ha sido un abanderado de la lucha por la liberación de mis compañeros.
El libro lo publicaron CADAL y la fundación Adenauer con la colaboración del Directorio Democrático Cubano. Y tuvieron un cuidado exquisito para ello. Sólo con amor puedo devolver el gesto amable y grandioso de estas organizaciones. Sólo siendo honrado y libre y ayudando a la honradez y a la libertad de prensa pagaré.
Gracias, Buenos Aires. Volveré y diré que la prensa en el mundo anda bien porque anda bien la democracia. Por ello viviré.
Periodista ex preso político cubano, autor del libro Escrito sin permiso.
Perfil (Argentina)
Manuel Vázquez Portal
Vine con un sueño. El de presentarle mi libro Escrito Sin Permiso a un pequeño público en una pequeña sala y con una pequeña atención. De repente el sueño creció y por poco levanto las manos y grito: ¡me rindo! La sala no era reducida, el público no era escaso y la atención era enorme.
Me encontré de repente frente a muchísimos jóvenes de la Universidad Austral, todos con los ojos puestos en mí y llenos de entusiasmo e interrogaciones. Les expliqué que mi libro era la historia de una atrocidad cometida por un gobierno contra la libertad de expresión, pero que era, sobre todo, un homenaje a mis 59 compañeros que aún padecen esa atrocidad en las cárceles cubanas.
El libro lo escribí en Cuba, mientras esperaba la hora de partir al exilio. En él se reúnen cartas a mi esposa Yolanda, poemas surgidos en mi calabozo, y el relato del allanamiento de mi casa, mi detención y mi condena en un juicio sin garantías procesales en el cual la sentencia de 18 años de prisión estaba dictada de antemano por la cúpula gobernante.
La sala de la Universidad estaba engalanada con el amor de muchas personas que hicieron posible que yo estuviera aquí y pudiera decir: Mi Buenos Aires, querido, cuando yo te vuelva a ver será para decirte que todos mis amigos están libres, porque Cuba es libre. Me acompañaban en el podio ese titán de la lucha por la libertad de expresión que es el periodista argentino Carlos Lauría, y ese maestro de periodismo venezolano que es Andrés Cañizalez, y el decano de la bondad, la valentía y el periodismo que es Fernando Ruiz, a quien le tocó pasar dos días preso en mi país por ejercer su oficio y quien siempre ha sido un abanderado de la lucha por la liberación de mis compañeros.
El libro lo publicaron CADAL y la fundación Adenauer con la colaboración del Directorio Democrático Cubano. Y tuvieron un cuidado exquisito para ello. Sólo con amor puedo devolver el gesto amable y grandioso de estas organizaciones. Sólo siendo honrado y libre y ayudando a la honradez y a la libertad de prensa pagaré.
Gracias, Buenos Aires. Volveré y diré que la prensa en el mundo anda bien porque anda bien la democracia. Por ello viviré.
Periodista ex preso político cubano, autor del libro Escrito sin permiso.