Prensa
CADAL, una nueva iniciativa
En la misiva se invita a los gobiernos latinoamericanos para que instruyan a sus diplomáticos en La Habana, a cumplir en las sedes de sus embajadas con el artículo 1ro de la Carta Interamericana (los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla), brindándole reconocimiento y protección al movimiento cívico cubano. La carta también invita a las embajadas latinoamericanas en La Habana, a que brinden servicio de Internet a los defensores de la sociedad civil, que promueven pacíficamente una apertura política en la isla, y que son víctimas de la inseguridad personal que promueve el Estado.
Fuente: Cubanet (Estados Unidos)
Por Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Los demócratas cubanos se sienten incómodos ante la forma en que los gobiernos latinoamericanos manejan sus relaciones con el gobierno militar cubano y la sociedad civil. Tienen razones. Argentina, México y Brasil, por ejemplo, mantienen una sólida relación ideológica y diplomática con la monarquía insular, mientras desprecian el contacto con la oposición democrática. Si hablamos de los países del ALBA (esa alianza bolivariana, aun con rasgos imprecisos a nivel internacional), ellos tienen definidas sus políticas de apoyo a la dictadura militar y ellos mismos se dirigen en esa dirección.
Es en este complejo escenario que el Centro para la Apertura Democrática en América Latina (CADAL), un proyecto para promover la democracia en el hemisferio, con sede en Argentina, hizo pública una carta al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza.
En la misiva, firmada por Gabriel C. Salvia, Presidente, se invita a los gobiernos latinoamericanos para que instruyan a sus diplomáticos en La Habana, a cumplir en las sedes de sus embajadas con el artículo 1ro de la Carta Interamericana (los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla), brindándole reconocimiento y protección al movimiento cívico cubano.
La carta también invita a las embajadas latinoamericanas en La Habana, a que brinden servicio de Internet a los defensores de la sociedad civil, que promueven pacíficamente una apertura política en la isla, y que son víctimas de la inseguridad personal que promueve el Estado.
Brindar servicio de Internet a la sociedad civil cubana de manera gratuita, es algo que hacen varios gobiernos europeos en sus sedes diplomáticas (Holanda, República Checa, Suecia y un discreto etcétera), y los Estados Unidos de América a través de su Sección de Intereses (SINA).
Los gobiernos latinoamericanos mantienen una política aséptica, de no contaminación con las fuerzas democráticas de la isla. Sin contar con el poder blando del gobierno, ese contingente de médicos, profesores y entrenadores deportivos cubanos que deambula por el subcontinente donde son muy bien recibidos por los gobiernos. De prosperar la iniciativa en el seno de la OEA, se le complicaría el escenario regional al gobierno militar cubano.
CADAL promueve, además, diferentes acciones para la democratización de Cuba. Entre las más valoradas están la promoción del Premio Diplomacia Comprometida, y otros para estimular el trabajo de las organizaciones prodemocráticas y civiles.
También estimula las investigaciones sobre temas de relaciones bilaterales o multilaterales entre países latinoamericanos y Cuba. Entre estas investigaciones sobresale Extraña Alianza: relaciones cubano-argentinas en Ginebra, 1976-1983. Una investigación de Kezie McKeage.
Fuente: Cubanet (Coral Gables, Estados Unidos)
Cubanet (Estados Unidos)
Por Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Los demócratas cubanos se sienten incómodos ante la forma en que los gobiernos latinoamericanos manejan sus relaciones con el gobierno militar cubano y la sociedad civil. Tienen razones. Argentina, México y Brasil, por ejemplo, mantienen una sólida relación ideológica y diplomática con la monarquía insular, mientras desprecian el contacto con la oposición democrática. Si hablamos de los países del ALBA (esa alianza bolivariana, aun con rasgos imprecisos a nivel internacional), ellos tienen definidas sus políticas de apoyo a la dictadura militar y ellos mismos se dirigen en esa dirección.
Es en este complejo escenario que el Centro para la Apertura Democrática en América Latina (CADAL), un proyecto para promover la democracia en el hemisferio, con sede en Argentina, hizo pública una carta al Secretario General de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza.
En la misiva, firmada por Gabriel C. Salvia, Presidente, se invita a los gobiernos latinoamericanos para que instruyan a sus diplomáticos en La Habana, a cumplir en las sedes de sus embajadas con el artículo 1ro de la Carta Interamericana (los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla), brindándole reconocimiento y protección al movimiento cívico cubano.
La carta también invita a las embajadas latinoamericanas en La Habana, a que brinden servicio de Internet a los defensores de la sociedad civil, que promueven pacíficamente una apertura política en la isla, y que son víctimas de la inseguridad personal que promueve el Estado.
Brindar servicio de Internet a la sociedad civil cubana de manera gratuita, es algo que hacen varios gobiernos europeos en sus sedes diplomáticas (Holanda, República Checa, Suecia y un discreto etcétera), y los Estados Unidos de América a través de su Sección de Intereses (SINA).
Los gobiernos latinoamericanos mantienen una política aséptica, de no contaminación con las fuerzas democráticas de la isla. Sin contar con el poder blando del gobierno, ese contingente de médicos, profesores y entrenadores deportivos cubanos que deambula por el subcontinente donde son muy bien recibidos por los gobiernos. De prosperar la iniciativa en el seno de la OEA, se le complicaría el escenario regional al gobierno militar cubano.
CADAL promueve, además, diferentes acciones para la democratización de Cuba. Entre las más valoradas están la promoción del Premio Diplomacia Comprometida, y otros para estimular el trabajo de las organizaciones prodemocráticas y civiles.
También estimula las investigaciones sobre temas de relaciones bilaterales o multilaterales entre países latinoamericanos y Cuba. Entre estas investigaciones sobresale Extraña Alianza: relaciones cubano-argentinas en Ginebra, 1976-1983. Una investigación de Kezie McKeage.
Fuente: Cubanet (Coral Gables, Estados Unidos)