Prensa
La transparencia, un valor que escasea en Diputados
Fuente: La Nación (Argentina)
No se publican datos sobre becas, viajes de legisladores ni el gasto operativo
Por Laura Serra | LA NACION
La transparencia no constituye, precisamente, una de las virtudes del Congreso. Sobre todo en la Cámara de Diputados, donde todo allí se presenta oscuro, secreto, casi tabú: desde los nombramientos de personal hasta los viajes que realizan los legisladores, pasando por los subsidios y becas que reparten, como también los gastos operativos de cada despacho.
Pese a que son elegidos por el voto como representantes del pueblo, muy pocos son los legisladores que se atreven a hacer públicas sus actividades y erogaciones. Ni siquiera difunden lo más básico: sus antecedentes profesionales, laborales y políticos. De acuerdo con un monitoreo que realizó el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), de los 329 legisladores que componen ambas cámaras apenas 81 publican sus currículum vitae (51 senadores y 30 diputados).
"Es decir que 248, la mayoría, no informan cuáles son sus antecedentes personales. Apenas 11 de todos los legisladores publican sus declaraciones juradas de bienes, de los cuales apenas dos las tienen actualizadas", detalló Gabriel Salvia, de Cadal.
Uno de los puntos más oscuros en la Cámara baja es su dotación de personal, compuesta por trabajadores permanentes y transitorios. "Me consta que un número importante de empleados, imposible de determinar, son ñoquis: jamás vienen a trabajar -confesó, visiblemente asombrada, una encumbrada fuente del bloque radical que debutó hace un par de años en las lides legislativas-. Cada legislador tiene asignados nombramientos en el personal de planta, pero los empleados más capacitados no dudan en cobrar un plus, que puede rondar los 1500 pesos, e imponer sus condiciones de trabajo."
A medida que se sucedieron las camadas legislativas, el Congreso fue sumando empleados a su planta de personal. Es así como el año próximo llegará al récord de 12.400 agentes. "El problema es que la enorme mayoría de ellos ingresa por favores políticos, cuando la regla debería ser la idoneidad. Nada mejor para eso que el concurso público", insiste Cadal.
¿Cuántos nombramientos puede realizar cada diputado? Imposible saberlo: cada bloque se guarda esa información bajo siete llaves. "Yo sé cuántos empleados le corresponden a cada uno de los diputados de mi bloque, como también sigo en detalle los fondos que recibimos para nuestros gastos operativos. Pero no tengo idea de cuánto cobran el Frente para la Victoria o los otros bloques opositores. Nada de eso es público", deslizó un importante diputado opositor.
La diputada Laura Alonso (Pro), ex presidenta de Poder Ciudadano, pretendió hacer pública en la página web que le suministra la Cámara baja la información relativa a su gestión como legisladora: entrega de subsidios, becas, pensiones graciables, uso de tramos aéreos y terrestres, agenda y viajes, entre otras cosas.
Hizo su pedido en agosto del año pasado, pero, para su sorpresa, se encontró con un rotundo "no" de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Cámara baja, que adujo que esa información ya está disponible en la página web del cuerpo.
"Sin embargo, la información sobre becas, subsidios y pensiones data de 2008 y no se discrimina qué legislador las otorga. Esta negativa (de la Cámara baja) lesiona mi derecho a informar a los ciudadanos sobre mi gestión", respondió Alonso.
Fuente: Diario La Nación (Buenos Aires, Argentina)
La Nación (Argentina)
No se publican datos sobre becas, viajes de legisladores ni el gasto operativo
Por Laura Serra | LA NACION
La transparencia no constituye, precisamente, una de las virtudes del Congreso. Sobre todo en la Cámara de Diputados, donde todo allí se presenta oscuro, secreto, casi tabú: desde los nombramientos de personal hasta los viajes que realizan los legisladores, pasando por los subsidios y becas que reparten, como también los gastos operativos de cada despacho.
Pese a que son elegidos por el voto como representantes del pueblo, muy pocos son los legisladores que se atreven a hacer públicas sus actividades y erogaciones. Ni siquiera difunden lo más básico: sus antecedentes profesionales, laborales y políticos. De acuerdo con un monitoreo que realizó el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal), de los 329 legisladores que componen ambas cámaras apenas 81 publican sus currículum vitae (51 senadores y 30 diputados).
"Es decir que 248, la mayoría, no informan cuáles son sus antecedentes personales. Apenas 11 de todos los legisladores publican sus declaraciones juradas de bienes, de los cuales apenas dos las tienen actualizadas", detalló Gabriel Salvia, de Cadal.
Uno de los puntos más oscuros en la Cámara baja es su dotación de personal, compuesta por trabajadores permanentes y transitorios. "Me consta que un número importante de empleados, imposible de determinar, son ñoquis: jamás vienen a trabajar -confesó, visiblemente asombrada, una encumbrada fuente del bloque radical que debutó hace un par de años en las lides legislativas-. Cada legislador tiene asignados nombramientos en el personal de planta, pero los empleados más capacitados no dudan en cobrar un plus, que puede rondar los 1500 pesos, e imponer sus condiciones de trabajo."
A medida que se sucedieron las camadas legislativas, el Congreso fue sumando empleados a su planta de personal. Es así como el año próximo llegará al récord de 12.400 agentes. "El problema es que la enorme mayoría de ellos ingresa por favores políticos, cuando la regla debería ser la idoneidad. Nada mejor para eso que el concurso público", insiste Cadal.
¿Cuántos nombramientos puede realizar cada diputado? Imposible saberlo: cada bloque se guarda esa información bajo siete llaves. "Yo sé cuántos empleados le corresponden a cada uno de los diputados de mi bloque, como también sigo en detalle los fondos que recibimos para nuestros gastos operativos. Pero no tengo idea de cuánto cobran el Frente para la Victoria o los otros bloques opositores. Nada de eso es público", deslizó un importante diputado opositor.
La diputada Laura Alonso (Pro), ex presidenta de Poder Ciudadano, pretendió hacer pública en la página web que le suministra la Cámara baja la información relativa a su gestión como legisladora: entrega de subsidios, becas, pensiones graciables, uso de tramos aéreos y terrestres, agenda y viajes, entre otras cosas.
Hizo su pedido en agosto del año pasado, pero, para su sorpresa, se encontró con un rotundo "no" de la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Cámara baja, que adujo que esa información ya está disponible en la página web del cuerpo.
"Sin embargo, la información sobre becas, subsidios y pensiones data de 2008 y no se discrimina qué legislador las otorga. Esta negativa (de la Cámara baja) lesiona mi derecho a informar a los ciudadanos sobre mi gestión", respondió Alonso.
Fuente: Diario La Nación (Buenos Aires, Argentina)