Artículos

Argentina cada vez más lejos de Estados Unidos
(Análisis Latino) Ni el sitio web oficial de campaña de Romney, ni el de Obama, mencionan a Argentina específicamente. No obstante, las palabras actuales de Romney sugieren que su administración sería mucho más dura que la de Obama hacia Argentina. Por Elizabeth Robinson
(Análisis Latino) En años recientes, las relaciones entres los Estados Unidos y Argentina han sido tensas. El acercamiento del gobierno argentino con Venezuela e Irán preocupa al gran país del norte, así como las políticas proteccionistas y nacionalistas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. De hecho, el tema de las trabas a las importaciones ha sido la fuente de desacuerdo más serio entre Obama y Cristina.
A fines de marzo de 2012 muchos países, incluido EE.UU., criticaron a Argentina ante la OMC por sus trabas comerciales y medidas proteccionistas. Además, Obama suspendió formalmente la calificación de Argentina como un país beneficiario desarrollo a causa de sus políticas de comercio desfavorables para empresas estadounidenses. Al mismo tiempo, el pasado 10 de julio, Argentina protestó también a la OMC por las trabas de Estados Unidos y Japón.
Cabe recordar que otra complicación en la relación ocurrió en febrero pasado, cuando las autoridades argentinas incautaron el equipo de un avión estadounidense que había venido a Buenos Aires para un ejercicio de capacitación para la Policía Federal Argentina.
Sin embargo, a pesar de su incomoda relación, pareciera que Fernández de Kirchner preferiría que Obama gane las elecciones presidenciales este noviembre, en lugar de su contendiente republicano, Mitt Romney (aunque él no ha sido declarado oficialmente el candidato de su partido, para todos los efectos, ya lo es).
En general, el kirchnerismo es más cercano a las actitudes del partido Demócrata en los Estados Unidos que del partido Republicano. A los Demócratas, como Obama, los inquietan los problemas de desigualdad que achacan al capitalismo y el mercado libre. Por otro lado, tradicionalmente, el partido Republicano en los Estados Unidos promueve el desarrollo de estas mismas cosas que los demócratas tratan de regular.
De hecho, es obvio que los argentinos les prefieren a Obama antes que al presidente republicano previo, George W. Bush. Según un sondeo realizado por Pew Global Attitudes (el proyecto de actitudes globales), en 2009 el 61 por ciento de las personas consultadas dijo que, a causa de la elección de Obama, su opinión sobre los Estados Unidos había mejorado. En la misma línea, en 2008, sólo 7 por ciento dijo que confiaba en Bush como presidente de EE.UU. Cuando Obama asumió el cargo el siguiente año, la cifra creció a 61 por ciento (aunque en 2010 cayó a 49 por ciento).
Por supuesto, el hecho de que Romney y Bush son del mismo partido no implica que sean iguales. Sin embargo, mientras Romney ha anunciado pocas políticas específicas para su administración si gana la elección, es casi cierto que no divergiría de las ideologías conservadoras típicas de su partido. También, ya existe evidencia que un gobierno de Romney pondrá más presión que la administración Obama en otros países para abrir sus mercados y bajar medidas proteccionistas.
Por ejemplo, Marco Rubio, un senador republicano de Florida, criticó en mayo al gobierno de CFK por ser contrario a Estados Unidos y nacionalizar empresas. Rubio, una de las estrellas en alzas de su partido quien era (pero ya no lo es) considerado un posible vicepresidente de Romney, dijo: "Mire lo que pasa en Argentina. La presidenta argentina Kirchner nacionalizó empresas y suele hablar muy mal de Estados Unidos." Obviamente, Rubio dice esto, no Romney, pero demuestra el pensamiento general de los republicanos en la actualidad.
Además, un tema que ha recibido mucha atención en las campañas presidenciales son las políticas económicas del gobierno chino, las cuales incluyen manipular su moneda para apoyar sus exportaciones. La administración Obama ha denunciado a China por estas medidas, pero los republicanos están pidiendo que el gobierno tome una posición más fuerte en esta cuestión. En cuanto a Romney, él mismo ha prometido calificar oficialmente a China como manipulador de moneda -- una declaración que podría resultar en aranceles a las importaciones de China y otras consecuencias comerciales. Si Romney está dispuesto a castigar al país asiático con semejantes medidas, podría hacer lo mismo contra Argentina por sus trabas a las importaciones y políticas proteccionistas.
Es verdad que todos los candidatos presidenciales en los Estados Unidos hacen promesas durante sus campañas que nunca llevan a cabo una vez que ocupan el cargo. No obstante, las palabras actuales de Romney sugieren que su administración sería mucho más dura que la de Obama hacia Argentina.
Ni el sito web oficial de campaña de Romney, ni el de Obama, mencionan a Argentina específicamente. La página de Romney sí tiene una sección sobre América Latina, en la cual habla de “un movimiento contra-estadounidense de forma virulenta” en la región encabezado por Venezuela y Cuba – esta frase es muy parecida a la de Marco Rubio, salvo que él sí mencionó a Argentina y su presidenta. Según la página, si Romney es elegido, “los Estados Unidos buscará un papel activo en América Latina para apoyar aliados democráticos y relaciones económicas basadas en el mercado…en sus primeros cien días en el cargo, Mitt lanzará un esfuerzo vigoroso de diplomacia y promoción comercial”. El sitio web de campaña de Obama no dice nada de América Latina ni del comercio, pero la página de la Casa Blanca señala que “estamos comprometidos a una época nueva de sociedad con países a lo largo del hemisférico, trabajando en desafíos compartidos claves de crecimiento económico e igualdad, nuestros futuros de energía y el medio ambiente, y seguridad regional y ciudadana.”
¿Y si gana Obama en noviembre? Muchas veces se dice que un presidente se hace un funcionario saliente tan pronto como gana un segundo mandato, porque ya no tiene que complacer a los votantes. Las consecuencias prácticas de esto son difíciles de predecir. Es muy posible que la economía de los Estados Unidos – la cual todavía no se ha recuperado de la recesión de 2008 – continúe estancándose durante los años próximos, obligando a Obama a enfocarse en los problemas domésticos más que en asuntos internacionales. Por supuesto, esos mismos problemas existirían si Romney gana, y también es probable que la mayoría de su atención se dirija hacia adentro.
Sin embargo, el punto clave es la manera en la cual cada uno de estos hombres vaya a tratar los problemas económicos. Obama, como buen demócrata, piensa más en lo que puede hacer su propio gobierno para mejorar la situación. En cambio, Romney, como buen republicano, piensa más en las políticas de otros países que inhiben el crecimiento de la economía estadounidense, incluyendo las de Argentina.
Todavía quedan más de tres meses hasta la elección, así que es demasiado temprano para predecir quién va a ganar, y los sondeos actuales muestran que los dos candidatos están virtualmente empatados. Sin embargo, a menos que Obama cometa un error muy terrible en estos meses, es muy probable que los argentinos, incluyendo su presidenta, lo votarían a él si pudieran. Si Romney llegara a cumplir sus promesas, es casi cierto que su administración sería, en general, menos amigable hacia la administración Kirchner, y más agresiva en asuntos de libre comercio de lo que ha sido la presidencia de Obama durante estos últimos tres años y medio.
Elizabeth Robinson
(Análisis Latino) En años recientes, las relaciones entres los Estados Unidos y Argentina han sido tensas. El acercamiento del gobierno argentino con Venezuela e Irán preocupa al gran país del norte, así como las políticas proteccionistas y nacionalistas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. De hecho, el tema de las trabas a las importaciones ha sido la fuente de desacuerdo más serio entre Obama y Cristina.
A fines de marzo de 2012 muchos países, incluido EE.UU., criticaron a Argentina ante la OMC por sus trabas comerciales y medidas proteccionistas. Además, Obama suspendió formalmente la calificación de Argentina como un país beneficiario desarrollo a causa de sus políticas de comercio desfavorables para empresas estadounidenses. Al mismo tiempo, el pasado 10 de julio, Argentina protestó también a la OMC por las trabas de Estados Unidos y Japón.
Cabe recordar que otra complicación en la relación ocurrió en febrero pasado, cuando las autoridades argentinas incautaron el equipo de un avión estadounidense que había venido a Buenos Aires para un ejercicio de capacitación para la Policía Federal Argentina.
Sin embargo, a pesar de su incomoda relación, pareciera que Fernández de Kirchner preferiría que Obama gane las elecciones presidenciales este noviembre, en lugar de su contendiente republicano, Mitt Romney (aunque él no ha sido declarado oficialmente el candidato de su partido, para todos los efectos, ya lo es).
En general, el kirchnerismo es más cercano a las actitudes del partido Demócrata en los Estados Unidos que del partido Republicano. A los Demócratas, como Obama, los inquietan los problemas de desigualdad que achacan al capitalismo y el mercado libre. Por otro lado, tradicionalmente, el partido Republicano en los Estados Unidos promueve el desarrollo de estas mismas cosas que los demócratas tratan de regular.
De hecho, es obvio que los argentinos les prefieren a Obama antes que al presidente republicano previo, George W. Bush. Según un sondeo realizado por Pew Global Attitudes (el proyecto de actitudes globales), en 2009 el 61 por ciento de las personas consultadas dijo que, a causa de la elección de Obama, su opinión sobre los Estados Unidos había mejorado. En la misma línea, en 2008, sólo 7 por ciento dijo que confiaba en Bush como presidente de EE.UU. Cuando Obama asumió el cargo el siguiente año, la cifra creció a 61 por ciento (aunque en 2010 cayó a 49 por ciento).
Por supuesto, el hecho de que Romney y Bush son del mismo partido no implica que sean iguales. Sin embargo, mientras Romney ha anunciado pocas políticas específicas para su administración si gana la elección, es casi cierto que no divergiría de las ideologías conservadoras típicas de su partido. También, ya existe evidencia que un gobierno de Romney pondrá más presión que la administración Obama en otros países para abrir sus mercados y bajar medidas proteccionistas.
Por ejemplo, Marco Rubio, un senador republicano de Florida, criticó en mayo al gobierno de CFK por ser contrario a Estados Unidos y nacionalizar empresas. Rubio, una de las estrellas en alzas de su partido quien era (pero ya no lo es) considerado un posible vicepresidente de Romney, dijo: "Mire lo que pasa en Argentina. La presidenta argentina Kirchner nacionalizó empresas y suele hablar muy mal de Estados Unidos." Obviamente, Rubio dice esto, no Romney, pero demuestra el pensamiento general de los republicanos en la actualidad.
Además, un tema que ha recibido mucha atención en las campañas presidenciales son las políticas económicas del gobierno chino, las cuales incluyen manipular su moneda para apoyar sus exportaciones. La administración Obama ha denunciado a China por estas medidas, pero los republicanos están pidiendo que el gobierno tome una posición más fuerte en esta cuestión. En cuanto a Romney, él mismo ha prometido calificar oficialmente a China como manipulador de moneda -- una declaración que podría resultar en aranceles a las importaciones de China y otras consecuencias comerciales. Si Romney está dispuesto a castigar al país asiático con semejantes medidas, podría hacer lo mismo contra Argentina por sus trabas a las importaciones y políticas proteccionistas.
Es verdad que todos los candidatos presidenciales en los Estados Unidos hacen promesas durante sus campañas que nunca llevan a cabo una vez que ocupan el cargo. No obstante, las palabras actuales de Romney sugieren que su administración sería mucho más dura que la de Obama hacia Argentina.
Ni el sito web oficial de campaña de Romney, ni el de Obama, mencionan a Argentina específicamente. La página de Romney sí tiene una sección sobre América Latina, en la cual habla de “un movimiento contra-estadounidense de forma virulenta” en la región encabezado por Venezuela y Cuba – esta frase es muy parecida a la de Marco Rubio, salvo que él sí mencionó a Argentina y su presidenta. Según la página, si Romney es elegido, “los Estados Unidos buscará un papel activo en América Latina para apoyar aliados democráticos y relaciones económicas basadas en el mercado…en sus primeros cien días en el cargo, Mitt lanzará un esfuerzo vigoroso de diplomacia y promoción comercial”. El sitio web de campaña de Obama no dice nada de América Latina ni del comercio, pero la página de la Casa Blanca señala que “estamos comprometidos a una época nueva de sociedad con países a lo largo del hemisférico, trabajando en desafíos compartidos claves de crecimiento económico e igualdad, nuestros futuros de energía y el medio ambiente, y seguridad regional y ciudadana.”
¿Y si gana Obama en noviembre? Muchas veces se dice que un presidente se hace un funcionario saliente tan pronto como gana un segundo mandato, porque ya no tiene que complacer a los votantes. Las consecuencias prácticas de esto son difíciles de predecir. Es muy posible que la economía de los Estados Unidos – la cual todavía no se ha recuperado de la recesión de 2008 – continúe estancándose durante los años próximos, obligando a Obama a enfocarse en los problemas domésticos más que en asuntos internacionales. Por supuesto, esos mismos problemas existirían si Romney gana, y también es probable que la mayoría de su atención se dirija hacia adentro.
Sin embargo, el punto clave es la manera en la cual cada uno de estos hombres vaya a tratar los problemas económicos. Obama, como buen demócrata, piensa más en lo que puede hacer su propio gobierno para mejorar la situación. En cambio, Romney, como buen republicano, piensa más en las políticas de otros países que inhiben el crecimiento de la economía estadounidense, incluyendo las de Argentina.
Todavía quedan más de tres meses hasta la elección, así que es demasiado temprano para predecir quién va a ganar, y los sondeos actuales muestran que los dos candidatos están virtualmente empatados. Sin embargo, a menos que Obama cometa un error muy terrible en estos meses, es muy probable que los argentinos, incluyendo su presidenta, lo votarían a él si pudieran. Si Romney llegara a cumplir sus promesas, es casi cierto que su administración sería, en general, menos amigable hacia la administración Kirchner, y más agresiva en asuntos de libre comercio de lo que ha sido la presidencia de Obama durante estos últimos tres años y medio.
