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Entre dilemas y tragicomedias
(La Última Hora / Paraguay) Cuando aún los simpatizantes de izquierda y sectores ciudadanos que ven en este grupo una alternativa electoral no salían de su asombro, Fernando Lugo convirtió la conmoción en aturdimiento al ''lanzar'' su candidatura. Lugo dio entonces la razón a sus más feroces críticos. Su postulación, más cercana al chiste que a una propuesta política serena, espesó aún más el gris futuro electoral de la izquierda paraguaya.Por Estela Ruíz Díaz
(La Última Hora / Paraguay) Mario Ferreiro rompió con el Frente Guasu y lanzó su candidatura presidencial.
Fernando Lugo se enojó y también amagó con su candidatura presidencial.
Carlos Filizzola está con el corazón partío porque su partido apoya a Ferreiro, y no sabe qué decirle a Lugo que decidió abrazar la causa de Sixto Pereira.
Domingo Laíno decidió alborotar el gallinero liberal y anotó su candidatura presidencial.
Su esposa Rafaela Guanes decidió apoyar la candidatura de Ferreiro.
La dupla Zacarías Irún-Víctor Bogado duró apenas una semana.
En fin, la semana fue pródiga en contradicciones políticas con sabor a tragicomedia. Esta obra tiene varios actos: los sectores vinculados a la izquierda son los actores principales, los colorados tienen roles secundarias y los liberales dieron la nota con Laíno como extra.
LA DEBACLE. El vaticinio apocalíptico de la semana pasada se cumplió. Finalmente, Mario Ferreiro, delfín del PMAS de Soares y País Solidario de Carlos Filizzola, abandonó su acostumbrado estilo afable y conciliador, rompió lanzas con el Frente Guasu y lanzó el lunes su candidatura presidencial dejando al sector de Sixto Pereira en una situación complicada que ahora debe encontrar candidato presidencial simbólico o circunscribirse a presentar lista para el Senado.
Cuando aún los simpatizantes de izquierda y sectores ciudadanos que ven en este grupo una alternativa electoral no salían de su asombro, Fernando Lugo convirtió la conmoción en aturdimiento al "lanzar" su candidatura.
Lugo dio entonces la razón a sus más feroces críticos. Su postulación, más cercana al chiste que a una propuesta política serena, espesó aún más el gris futuro electoral de la izquierda. Su ironía expresada casi con desprecio no fue otra cosa sino la huida por la puerta de emergencia para no hablar de la crisis del sector.
Si como presidente de la República no logró convencer a los caciques de la izquierda a no repetir la misma fórmula de clientelismo y prebendarismo en la gestión del Estado que tanto criticaron a los partidos tradicionales, hoy como pretendido líder de sectores progresistas está cometiendo los mismos errores. No es capaz de tomar decisiones y si las toma, no es capaz de decirlas con todas las letras.
Por la salud política de la izquierda al que representa, debería definirse y jugarse, pero lo que ya no puede es continuar con su cansino y despreocupado estilo obispal, que no hace sino convertirlo en el verdugo que se aproxima a ejecutar la muerte de un sector que tomó visibilidad durante su gobierno y que ahora pierde la oportunidad de aglutinarse para convertirse en una opción electoral en un país agobiado por el conservadurismo.
Porque algo está claro: la guerra no es por visiones diferentes de lo que debe ser el rumbo de la izquierda sino la simple y cavernícola guerra por los cupos legislativos. El Frente Guasu busca candidato presidencial y lo más probable es que recaiga en el eterno Ricardo Canese, quien se inmolará para que Sixto y unos pocos intenten el Senado.
COMIDILLA. Esta tragedia tiene aristas de comedia, la izquierda hoy conjuga los dos estados. Por ejemplo, la resurrección política de Guillermo Caballero Vargas obligó al Encuentro Nacional a ser la primera agrupación en abandonar el Frente Guasu para apoyar la candidatura de Efraín Alegre. Esta decisión puso a los hermanos Camacho en veredas distintas: Fernando se fue con Guillermo, y Emilio sigue como abogado defensor de Lugo.
Carlos Filizzola también está en un dilema. Su partido País Solidario ya le dio apoyo a Mario, pero su corazón late por Lugo.
Y lo de Domingo Laíno es la guinda de la torta. Presentó su candidatura presidencial en el PLRA para competir con Efraín Alegre a sabiendas que no pasa del simbolismo. De todos modos su candidatura será un termómetro para saber cuántos liberales condenan la destitución de Lugo. Sabremos, por lo menos en el PLRA, a cuánto asciende el "voto bronca".
Paralelamente, su esposa Rafaela dio su apoyo a Ferreiro, con la intención de ser su dupla, buscando la alianza perfecta de izquierda y el ala progresista del PLRA. Viendo de manera simple parece una contradicción, pero la jugada de los Laíno apunta hacia un solo objetivo: incordiar a los "liberales golpistas" en todos los frentes y posicionarse en el ala progresista más allá del partido.
Fuente: (La Última Hora / Paraguay)
Estela Ruíz Díaz
(La Última Hora / Paraguay) Mario Ferreiro rompió con el Frente Guasu y lanzó su candidatura presidencial.
Fernando Lugo se enojó y también amagó con su candidatura presidencial.
Carlos Filizzola está con el corazón partío porque su partido apoya a Ferreiro, y no sabe qué decirle a Lugo que decidió abrazar la causa de Sixto Pereira.
Domingo Laíno decidió alborotar el gallinero liberal y anotó su candidatura presidencial.
Su esposa Rafaela Guanes decidió apoyar la candidatura de Ferreiro.
La dupla Zacarías Irún-Víctor Bogado duró apenas una semana.
En fin, la semana fue pródiga en contradicciones políticas con sabor a tragicomedia. Esta obra tiene varios actos: los sectores vinculados a la izquierda son los actores principales, los colorados tienen roles secundarias y los liberales dieron la nota con Laíno como extra.
LA DEBACLE. El vaticinio apocalíptico de la semana pasada se cumplió. Finalmente, Mario Ferreiro, delfín del PMAS de Soares y País Solidario de Carlos Filizzola, abandonó su acostumbrado estilo afable y conciliador, rompió lanzas con el Frente Guasu y lanzó el lunes su candidatura presidencial dejando al sector de Sixto Pereira en una situación complicada que ahora debe encontrar candidato presidencial simbólico o circunscribirse a presentar lista para el Senado.
Cuando aún los simpatizantes de izquierda y sectores ciudadanos que ven en este grupo una alternativa electoral no salían de su asombro, Fernando Lugo convirtió la conmoción en aturdimiento al "lanzar" su candidatura.
Lugo dio entonces la razón a sus más feroces críticos. Su postulación, más cercana al chiste que a una propuesta política serena, espesó aún más el gris futuro electoral de la izquierda. Su ironía expresada casi con desprecio no fue otra cosa sino la huida por la puerta de emergencia para no hablar de la crisis del sector.
Si como presidente de la República no logró convencer a los caciques de la izquierda a no repetir la misma fórmula de clientelismo y prebendarismo en la gestión del Estado que tanto criticaron a los partidos tradicionales, hoy como pretendido líder de sectores progresistas está cometiendo los mismos errores. No es capaz de tomar decisiones y si las toma, no es capaz de decirlas con todas las letras.
Por la salud política de la izquierda al que representa, debería definirse y jugarse, pero lo que ya no puede es continuar con su cansino y despreocupado estilo obispal, que no hace sino convertirlo en el verdugo que se aproxima a ejecutar la muerte de un sector que tomó visibilidad durante su gobierno y que ahora pierde la oportunidad de aglutinarse para convertirse en una opción electoral en un país agobiado por el conservadurismo.
Porque algo está claro: la guerra no es por visiones diferentes de lo que debe ser el rumbo de la izquierda sino la simple y cavernícola guerra por los cupos legislativos. El Frente Guasu busca candidato presidencial y lo más probable es que recaiga en el eterno Ricardo Canese, quien se inmolará para que Sixto y unos pocos intenten el Senado.
COMIDILLA. Esta tragedia tiene aristas de comedia, la izquierda hoy conjuga los dos estados. Por ejemplo, la resurrección política de Guillermo Caballero Vargas obligó al Encuentro Nacional a ser la primera agrupación en abandonar el Frente Guasu para apoyar la candidatura de Efraín Alegre. Esta decisión puso a los hermanos Camacho en veredas distintas: Fernando se fue con Guillermo, y Emilio sigue como abogado defensor de Lugo.
Carlos Filizzola también está en un dilema. Su partido País Solidario ya le dio apoyo a Mario, pero su corazón late por Lugo.
Y lo de Domingo Laíno es la guinda de la torta. Presentó su candidatura presidencial en el PLRA para competir con Efraín Alegre a sabiendas que no pasa del simbolismo. De todos modos su candidatura será un termómetro para saber cuántos liberales condenan la destitución de Lugo. Sabremos, por lo menos en el PLRA, a cuánto asciende el "voto bronca".
Paralelamente, su esposa Rafaela dio su apoyo a Ferreiro, con la intención de ser su dupla, buscando la alianza perfecta de izquierda y el ala progresista del PLRA. Viendo de manera simple parece una contradicción, pero la jugada de los Laíno apunta hacia un solo objetivo: incordiar a los "liberales golpistas" en todos los frentes y posicionarse en el ala progresista más allá del partido.
Fuente: (La Última Hora / Paraguay)
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