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''Brasil y México tienen una gran historia por escribir juntos''
(El País) La historia entre Brasil y Argentina, prácticamente está escrita. Ahora podría empezar la tarea de escribir la de Brasil y México, como hace ver Peña Nieto. Dilma tiene la última palabra.Por Juan Arias
(El País) La frase la pronunció el Presidente de México, Enrique Peña Nieto en su discurso dirigido a la Presidenta Dilma Rousseff, cuando vino a encontrarse con ella en septiembre pasado, antes aún de tomar posesión de su cargo.
Las palabras del mandatario mexicano de que México y Brasil “tienen una gran historia por escribir juntos”, fueron tomadas entonces no como una frase retórica sino como un real acercamiento de México a América Latina y concretamente a Brasil, dos países que juntos tienen ya tantos habitantes como los Estados Unidos de América.
Hoy las informaciones anuncian que México va a crecer en 2012 el doble o más que Brasil y quizás más que la media de América Latina.
Y se estudia el porqué Brasil no crece como México ya que en lo negativo, ambos países sufren de las mismas dificultades como lo son la violencia del narcotráfico y la crisis económica mundial.
Los analistas buscan las diferencias que llevan a México a crecer más que en el pasado y, al revés, a Brasil a crecer menos. Este año el PIB brasileño no pasará de un 2%, si es que llega, cuando ya llegó a crecer un 7%. El de Brasil puede llegar a un 4%.
Se dice que a México le favorece el hecho de sus relaciones económicas estrechas con los Estados Unidos, cosa que a Brasil les cuesta más ya que desea diversificar sus relaciones comerciales en el mundo y de alguna forma está atada en sentido positivo al Mercosur que por otra parte le supone a veces también un freno.
Lo cierto es que ya desde el gobierno de Felipe Calderón existe un movimiento, aunque pueda ser aún subterráneo, de acercamiento de México a Brasil.
En Cancún en 2010, Calderón le había dicho sin ambages al entonces Presidente brasileño Lula da Silva: “Queremos ser socios de Brasil”. Calderón y Lula comentaron entonces: “Somos las dos mayores fuerzas de la región. Imaginemos si uniésemos nuestras economías”.
Salió Calderón y entró Peña Nieto que no sólo echó marcha atrás sino que ha retomado con mayor fuerza aún una mayor relación de México con América Latina y concretamente con Brasil.
Hay analistas que defienden que a pesar de las dificultades que ambos países han tenido y siguen teniendo en la exportación de coches al ser los dos grandes productores, la frase de Peña podría acabar siendo más que un gesto de simpatía diplomática.
Y explican que todo va a depender de la actitud de la mandataria brasileña, Rousseff, a la que quizás le llegue a ser más fácil estrechar esos lazos con México ya que ella es más proclive que su antecesor Lula a mantener unas relaciones más abiertas con los Estados Unidos, sobretodo si Obama repite mandato, ya que entre ambos existió desde el primer momento una gran sintonía. Y al mismo tiempo, las fuertes relaciones entre México y los Estados Unidos, nunca se van a quebrar.
Brasil lo sabe muy bien y no puede dejar de ver que lo que está haciendo crecer a México son sus relaciones especiales con los Estados Unidos y más lo serán si la economía de aquel país empezara a recuperarse.
A México le ayuda también el hecho de que en China la mano de obra empieza a crecer por lo que muchas empresas ponen sus ojos en aquel país para producir y exportar. Y Estados Unidos es siempre un gran absorbedor de manufacturados, por ejemplo.
No cabe duda que las relaciones naturales de Brasil son con la vecina Argentina, con la cual sin embargo puede acabar teniendo problemas políticos si el gobierno de Cristina Fernández continua cerrándose democráticamente aumentando sus ribetes dictatoriales y populistas.
La historia entre Brasil y Argentina, prácticamente está escrita. Ahora podría empezar la tarea de escribir la de Brasil y México, como hace ver Peña Nieto. Dilma tiene la última palabra.
Juan Arias
(El País) La frase la pronunció el Presidente de México, Enrique Peña Nieto en su discurso dirigido a la Presidenta Dilma Rousseff, cuando vino a encontrarse con ella en septiembre pasado, antes aún de tomar posesión de su cargo.
Las palabras del mandatario mexicano de que México y Brasil “tienen una gran historia por escribir juntos”, fueron tomadas entonces no como una frase retórica sino como un real acercamiento de México a América Latina y concretamente a Brasil, dos países que juntos tienen ya tantos habitantes como los Estados Unidos de América.
Hoy las informaciones anuncian que México va a crecer en 2012 el doble o más que Brasil y quizás más que la media de América Latina.
Y se estudia el porqué Brasil no crece como México ya que en lo negativo, ambos países sufren de las mismas dificultades como lo son la violencia del narcotráfico y la crisis económica mundial.
Los analistas buscan las diferencias que llevan a México a crecer más que en el pasado y, al revés, a Brasil a crecer menos. Este año el PIB brasileño no pasará de un 2%, si es que llega, cuando ya llegó a crecer un 7%. El de Brasil puede llegar a un 4%.
Se dice que a México le favorece el hecho de sus relaciones económicas estrechas con los Estados Unidos, cosa que a Brasil les cuesta más ya que desea diversificar sus relaciones comerciales en el mundo y de alguna forma está atada en sentido positivo al Mercosur que por otra parte le supone a veces también un freno.
Lo cierto es que ya desde el gobierno de Felipe Calderón existe un movimiento, aunque pueda ser aún subterráneo, de acercamiento de México a Brasil.
En Cancún en 2010, Calderón le había dicho sin ambages al entonces Presidente brasileño Lula da Silva: “Queremos ser socios de Brasil”. Calderón y Lula comentaron entonces: “Somos las dos mayores fuerzas de la región. Imaginemos si uniésemos nuestras economías”.
Salió Calderón y entró Peña Nieto que no sólo echó marcha atrás sino que ha retomado con mayor fuerza aún una mayor relación de México con América Latina y concretamente con Brasil. Hay analistas que defienden que a pesar de las dificultades que ambos países han tenido y siguen teniendo en la exportación de coches al ser los dos grandes productores, la frase de Peña podría acabar siendo más que un gesto de simpatía diplomática.
Y explican que todo va a depender de la actitud de la mandataria brasileña, Rousseff, a la que quizás le llegue a ser más fácil estrechar esos lazos con México ya que ella es más proclive que su antecesor Lula a mantener unas relaciones más abiertas con los Estados Unidos, sobretodo si Obama repite mandato, ya que entre ambos existió desde el primer momento una gran sintonía. Y al mismo tiempo, las fuertes relaciones entre México y los Estados Unidos, nunca se van a quebrar.
Brasil lo sabe muy bien y no puede dejar de ver que lo que está haciendo crecer a México son sus relaciones especiales con los Estados Unidos y más lo serán si la economía de aquel país empezara a recuperarse.
A México le ayuda también el hecho de que en China la mano de obra empieza a crecer por lo que muchas empresas ponen sus ojos en aquel país para producir y exportar. Y Estados Unidos es siempre un gran absorbedor de manufacturados, por ejemplo.
No cabe duda que las relaciones naturales de Brasil son con la vecina Argentina, con la cual sin embargo puede acabar teniendo problemas políticos si el gobierno de Cristina Fernández continua cerrándose democráticamente aumentando sus ribetes dictatoriales y populistas.
La historia entre Brasil y Argentina, prácticamente está escrita. Ahora podría empezar la tarea de escribir la de Brasil y México, como hace ver Peña Nieto. Dilma tiene la última palabra.
