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Raúl: Es una broma ¿verdad?
(Prensa y Expresión) Lejos de hacer un anuncio sobre una posible transición democrática a futuro, para acomodarse a una América homogénea que emergió en los ochenta con la irrupción de la democracia, el presidente Raúl Castro hizo un anuncio como si se tratara de una dádiva al mundo: Gobernará sólo por cinco años más.Por Ricardo Trotti
(Prensa y Expresión) Uno nunca puede salir del asombro cuando se trata del régimen cubano y de los hermanos Castro. Lejos de hacer un anuncio sobre una posible transición democrática a futuro, para acomodarse a una América homogénea que emergió en los ochenta con la irrupción de la democracia, el presidente Raúl Castro hizo un anuncio como si se tratara de una dádiva al mundo: Gobernará sólo por cinco años más.
La prensa - hasta la de Miami - trató con total objetividad y naturalidad el anuncio de Raúl Castro y uno no sabe si se trata de una formalidad, de una broma de mal gusto o de puro sarcasmo para contrarrestar el cinismo de la familia gobernante de Cuba.
Raúl anunció que dejaría en el 2018 la presidencia y dejó a Miguel Díaz-Canel, de 52 años, como el ungido para sucederlo (¿alguna coincidencia con el binomio Chávez-Maduro?), que para cuando le toque asumir -si es que no se descarrila y pasa a la morgue castrista de las ideas antes de tiempo- el régimen habrá cumplido con 60 años ininterrumpidos de dictadura, salpicada por unas elecciones cerradas en las que solo se elige a diputados, miembros del partido y autoridades autónomas que tengan la venia de los hermanos Castro.
Raúl calificó la elección de Díaz-Canel de “trascendencia histórica” para que el liderazgo gobernante se mueva de una forma “paulatina y ordenada”. Obviamente, una forma muy elegante de decir que la dictadura cubana no tiene intención alguna de dejar el poder o comenzar con una etapa de apertura política en la isla.
El hecho de que haya dicho que quiere limitar a los altos funcionarios a que solo puedan servir por dos términos de cinco años, así como la edad máxima de los servidores – propuesta que deberá establecerse en la Constitución – revela el cinismo con en el que el régimen sigue enquistado y burlándose de medio mundo.
Fuente: (Prensa y Expresión)
Ricardo TrottiConsejero ConsultivoDirector ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con sede en Miami, donde trabaja desde 1993 habiéndose desempeñado como director del Instituto de Prensa y de Libertad de Prensa. Es periodista de origen argentino, nacionalizado estadounidense, especialista en libertad de prensa y ética periodística. Fue asistente del director de El Nuevo Herald, Miami y jefe de Redacción de El Liberal en Santiago del Estero, Argentina; fue redactor y fotógrafo en publicaciones de Washington y columnista sindicado sobre libertades de prensa y expresión en numerosos medios de América Latina y EE.UU. Es autor de varios libros y recibió premios nacionales e internacionales por su labor profesional. Fue fellow en Harvard University del Centro Weatherhead sobre Asuntos Internacionales en 2013-2014. Dicta conferencias y seminarios sobre ética periodística y libertad de prensa, temas que refleja en su actividad como artista plástico.
(Prensa y Expresión) Uno nunca puede salir del asombro cuando se trata del régimen cubano y de los hermanos Castro. Lejos de hacer un anuncio sobre una posible transición democrática a futuro, para acomodarse a una América homogénea que emergió en los ochenta con la irrupción de la democracia, el presidente Raúl Castro hizo un anuncio como si se tratara de una dádiva al mundo: Gobernará sólo por cinco años más.
La prensa - hasta la de Miami - trató con total objetividad y naturalidad el anuncio de Raúl Castro y uno no sabe si se trata de una formalidad, de una broma de mal gusto o de puro sarcasmo para contrarrestar el cinismo de la familia gobernante de Cuba.
Raúl anunció que dejaría en el 2018 la presidencia y dejó a Miguel Díaz-Canel, de 52 años, como el ungido para sucederlo (¿alguna coincidencia con el binomio Chávez-Maduro?), que para cuando le toque asumir -si es que no se descarrila y pasa a la morgue castrista de las ideas antes de tiempo- el régimen habrá cumplido con 60 años ininterrumpidos de dictadura, salpicada por unas elecciones cerradas en las que solo se elige a diputados, miembros del partido y autoridades autónomas que tengan la venia de los hermanos Castro.
Raúl calificó la elección de Díaz-Canel de “trascendencia histórica” para que el liderazgo gobernante se mueva de una forma “paulatina y ordenada”. Obviamente, una forma muy elegante de decir que la dictadura cubana no tiene intención alguna de dejar el poder o comenzar con una etapa de apertura política en la isla.
El hecho de que haya dicho que quiere limitar a los altos funcionarios a que solo puedan servir por dos términos de cinco años, así como la edad máxima de los servidores – propuesta que deberá establecerse en la Constitución – revela el cinismo con en el que el régimen sigue enquistado y burlándose de medio mundo.
Fuente: (Prensa y Expresión)
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