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COREA DEL NORTE BAJO LA LUPA
junio 2022
El cierre de las fronteras en Corea del Norte no es un tema nuevo ni el resultado exclusivo de la pandemia: controlar rigurosamente quiénes entran y quiénes salen del país ha sido uno de los pilares del gobierno norcoreano durante años. Para los extranjeros, esto significa que entrar en Corea del Norte es algo excepcional, pero la sola idea de atravesar las fronteras es todavía más extraña para los propios norcoreanos.
Diplomáticos, hombres de negocios casi nunca sanctos, algunos científicos, unos pocos políticos, miles de trabajadores y unos cuantos espías eran los únicos autorizados a viajar fuera del país hasta la pandemia. El resto de los norcoreanos solo conoce el lugar donde nació, con algo de suerte una ciudad vecina, y solo excepcionalmente Pyongyang, donde residen las familias más confiables y prósperas. A diferencia de lo que ocurría en el límite entre China y Corea del Norte hasta hace diez años, cuando no había alambres de púa ni patrullas militares constantes, la frontera estaba ligeramente entreabierta para quienes tuviesen las conexiones políticas necesarias y el dinero suficiente, pero la presencia de soldados es más visible desde la llegada al poder de Kim Jong Un en diciembre de 2011 y todavía más, mucho más, desde el brote de COVID en China a fines de 2019.
En enero de 2020, Corea del Norte se convirtió en uno de los primeros países en cerrar sus fronteras, que comparte en su mayoría con su principal socio comercial y político: otra vez China. Desde entonces, la posibilidad de salir del país mediante sobornos, contactos o la fuga simple y llana se redujo dramáticamente: la cantidad de «desertores» norcoreanos (la mayoría provenientes de las provincias más pobres del norte del país) que llegaron a Corea del Sur pasó de 1.074 en 2019 a solo 63 dos años después. Escapar de Corea del Norte tiene entonces todos los ingredientes de un anhelo convertido en pesadilla, pero no es una que termine al cruzar el río Yalu: en territorio chino comienza la segunda parte, quizá más desesperante, en la que las víctimas principales son las mujeres norcoreanas.
Florencia Grieco, editora de Corea del Norte bajo la lupa
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Corea del Norte, China, Corea del Norte: el derrotero de quienes logran huir, son detenidos y repatriados
La cantidad de norcoreanos que lograron escapar y llegar a Corea del Sur cayó dramáticamente durante la pandemia, pero miles de norcoreanos «fugitivos» o «desertores» permanecen desde hace años en China como inmigrantes ilegales (Beijing se niega a reconocerlos como «refugiados») y con una identidad falsa para evitar ser denunciados, arrestados y enviados por la fuerza de regreso a Corea del Norte. (NKDB)
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Sobrevivientes de la esclavitud moderna: las mujeres norcoreanas y el comercio sexual en China
Las pocas mujeres que logran escapar de Corea del Norte a través de traficantes de personas corren el riesgo casi seguro de ser vendidas, sufrir abusos y ser víctimas de matrimonios forzados. El libro de la periodista Sylvia Yu Friedman, A Long Road to Justice: Stories from the Frontlines in Asia, reseñado aquí, reúne testimonios directos de mujeres norcoreanas que permiten hacer foco donde tiene lugar el tráfico sexual: China. (Daily NK)
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¿Sancionará Estados Unidos a China por repatriar a los norcoreanos que logran escapar?
Un comité del Congreso estadounidense propuso sancionar al gobierno chino por cometer «crímenes contra la humanidad» si sigue forzando el regreso de norcoreanos que huyen de su país, donde enfrentan un destino de «tortura» y «ejecución». La postura de Beijing no ha variado en la última década y difícilmente vaya a hacerlo en el futuro cercano: los norcoreanos que huyen a China seguirán siendo considerados inmigrantes ilegales, no refugiados. (NK News)
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Tres medidas concretas con las que Washington podría ayudar a los refugiados norcoreanos
Al lidiar con Corea del Norte, las preocupaciones por el desarme nuclear suelen prevalecer sobre la defensa de los derechos humanos. Sin embargo, en su momento, Estados Unidos logró incluirlos en el diálogo con la Unión Soviética al mismo tiempo que negociaba acuerdos sobre armas nucleares. En este caso, la situación de los refugiados-desertores norcoreanos es uno de los asuntos en los que Washington podría dar pasos concretos incluso sin la improbable colaboración de Pyongyang y Beijing. (HRNK)
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«En China fui víctima de la trata de personas»
La increíble historia de Jihyun Park es excepcional en Inglaterra, donde vive ahora, pero es la norma entre las mujeres que logran escapar de Corea del Norte: reunir dinero para pagarles a traficantes de personas, ser vendidas y abusadas en China, perder a sus hijos, arriesgarse a ser denunciadas y devueltas a su país, quedar detenidas indefinidamente en campos de reeducación. Park pasó por esa experiencia dos veces y finalmente pudo llegar al Reino Unido, donde se dedica al activismo en defensa de los derechos humanos y se convirtió en la primera norocoreana en presentarse a elecciones locales. Publicamos en español esta entrevista que hizo con ella NK News.
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1.500 norcoreanos
permanecen detenidos en China a la espera de una repatriación forzada en cuanto Corea del Norte reabra sus fronteras, según el último informe del Relator Especial de la ONU para Corea del Norte, Tomás Ojea Quintana.
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La mayoría de los norcoreanos que intentan escapar del país provienen de las provincias más pobres del norte, con más dificultades para acceder a alimentos.
Crédito: Florencia Grieco
Esta imagen es parte de nuestra galería digital de fotos sobre Corea del Norte.
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