Prensa
Más visiones del modelo sueco
Fuente: El Periódico de Catalunya (España)
JOSEP-MARIA URETA
Jordi Pujol volvió al Majestic para hablar de política. Es más, lo hizo para interesarse por el modelo sueco, aquel con que, a mediados de los años 70, revistió el primer ideario de Convergència, aunque siempre advirtió de que su partido no era socialdemócrata. Ante un grupo de periodistas, el expresident exhibió su capacidad de actualizar datos, fechas, hechos. Se contuvo lo suficiente para no hacer sombra a su invitado, Mauricio Rojas, diputado del Partido Liberal sueco que acudió a la invitación del Centro de Estudios Jordi Pujol, en Esade. Rojas es un chileno (ahora, dice, sólo es sueco) que en 1974 huyó del Chile de Pinochet y se instaló en la acogedora Suecia. Ha escrito un libro de un centenar de páginas, Suecia después del modelo sueco (www.cadal.org), en el que invita a sus antiguos amigos latinoamericanos a cambiar el chip. El llamado modelo sueco, el referente utópico de la izquierda, despareció en los años 90. ¿Desaparecido? Más bien transformado.
Tras el colapso de principios de los 90, primero los conservadores y luego los socialdemócratas privatizaron el Estado del bienestar. Pero a la sueca. La presión fiscal no bajó mucho, se introdujo la opción de escuelas, hospitales y centros para gente mayor privados. Pero con una gran salvedad: quien elija un centro público o un centro privado, paga exactamente los mismo. El Estado provee a las familias de un cheque escolar, y éstas eligen centro sin ningún coste adicional. Etcétera.
Rojas advirtió de que no por eso Suecia quedará inmune al fenómeno que afecta a varias ciudades europeas, sobre todo francesas. No deja de ser original que un inmigrante integrado en la sociedad sueca, asuma el ideario liberal (el sueco, que ahora llaman capitalismo del bienestar) y encabece la campaña de denuncia de que a los inmigrantes se les ha protegido más de lo que se les ha exigido. "El Estado les ha integrado en el subsidio pero no en la producción", sentenció. Ahí está el riesgo.
Pujol anunció otro viaje --¿iniciático?-- a Suecia para repensar su modelo. ¿Qué traerá?
El Periódico de Catalunya (España)
JOSEP-MARIA URETA
Jordi Pujol volvió al Majestic para hablar de política. Es más, lo hizo para interesarse por el modelo sueco, aquel con que, a mediados de los años 70, revistió el primer ideario de Convergència, aunque siempre advirtió de que su partido no era socialdemócrata. Ante un grupo de periodistas, el expresident exhibió su capacidad de actualizar datos, fechas, hechos. Se contuvo lo suficiente para no hacer sombra a su invitado, Mauricio Rojas, diputado del Partido Liberal sueco que acudió a la invitación del Centro de Estudios Jordi Pujol, en Esade. Rojas es un chileno (ahora, dice, sólo es sueco) que en 1974 huyó del Chile de Pinochet y se instaló en la acogedora Suecia. Ha escrito un libro de un centenar de páginas, Suecia después del modelo sueco (www.cadal.org), en el que invita a sus antiguos amigos latinoamericanos a cambiar el chip. El llamado modelo sueco, el referente utópico de la izquierda, despareció en los años 90. ¿Desaparecido? Más bien transformado.
Tras el colapso de principios de los 90, primero los conservadores y luego los socialdemócratas privatizaron el Estado del bienestar. Pero a la sueca. La presión fiscal no bajó mucho, se introdujo la opción de escuelas, hospitales y centros para gente mayor privados. Pero con una gran salvedad: quien elija un centro público o un centro privado, paga exactamente los mismo. El Estado provee a las familias de un cheque escolar, y éstas eligen centro sin ningún coste adicional. Etcétera.
Rojas advirtió de que no por eso Suecia quedará inmune al fenómeno que afecta a varias ciudades europeas, sobre todo francesas. No deja de ser original que un inmigrante integrado en la sociedad sueca, asuma el ideario liberal (el sueco, que ahora llaman capitalismo del bienestar) y encabece la campaña de denuncia de que a los inmigrantes se les ha protegido más de lo que se les ha exigido. "El Estado les ha integrado en el subsidio pero no en la producción", sentenció. Ahí está el riesgo.
Pujol anunció otro viaje --¿iniciático?-- a Suecia para repensar su modelo. ¿Qué traerá?