Prensa
Un informe deja al descubierto la ruta del clientelismo
En las provincias pobres hay más afiliados políticosFormosa, Corrientes y Chaco combinan pobreza con altos niveles de adhesión partidaria y baja participación electoral. El fenómeno se potencia en la internas'. Existe una relación mercantilista entre punteros y electorado basada en la promesa de electrodomésticos
Fuente: El Cronista (Argentina)
En las provincias pobres hay más afiliados políticosFormosa, Corrientes y Chaco combinan pobreza con altos niveles de adhesión partidaria y baja participación electoral. El fenómeno se potencia en la internas
Existe una relación mercantilista entre punteros y electorado basada en la promesa de electrodomésticos
FEDERICO CATURLA
Buenos Aires
Dicen que la necesidad tiene cara de hereje. Y la política argentina, al parecer, no está exenta de la necesidad, y tampoco de la herejía. Un estudio elaborado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América latina (Cadal) revela que las provincias más pobres registran los mayores niveles de adhesión partidaria y una baja participación electoral. En criollo, significaría que la afinidad ideológica y programática dejó de ser el motivo fundamental de afiliación partidaria, dando paso al clientelismo y al voto cautivo.
Promesas de planes sociales, electrodomésticos, zapatillas, chapas y ladrillos son algunos de los fallidos paliativos que cristalizan el "pago en especias" instaurado desde hace tiempo en la política argentina. Y el voto, instrumento fundamental de las democracias liberales, parece haber perdido su esencia: lejos de una herramienta liberadora, paradójicamente, es hoy un elemento clave en toda relación clientelística. Para Mercedes Llano, politóloga y directora del Área de Modernización de Partidos Políticos de Cadal, el voto es concebido como una mercancía.
"En la actualidad existen dos tipos de mercados en relación al voto. Por un lado, una relación mercantilista entre los punteros políticos y el electorado, relación que se basa en la promesa de un plan social, un trabajo o electrodomésticos. La gente lo recibe y acepta entrar en ese juego por su necesidad, como una estrategia de supervivencia", explicó a El Cronista la autora del informe. "Por otro, se establece una relación perversa entre el puntero y la dirigencia partidaria de más alto nivel. Allí se negocian cuotas de poder y puestos de trabajo, y cada ficha de afiliación tiene mucho valor", agregó. De ese modo, según Cadal, las necesidades electorales de la dirigencia política y la carencias básicas de gran parte de la ciudadanía conforman un círculo vicioso difícil de desarticular.
La investigación elaborada por Llano revela que aquellas provincias donde una mayor cantidad de población no logra satisfacer sus necesidades básicas presentan niveles más altos de afiliación partidaria. En Formosa, por caso, el porcentaje de personas con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) alcanza el 38,8% y el nivel de afiliación llega al 56,2%, el más alto del país. La correlación se repite en provincias como Corrientes y Chaco, donde las NBI afectan al 27,8 y 38,6% de población, mientras que la adhesión formal a los partidos políticos supera el 51% y 45%, respectivamente. Y la lista continúa.
Neuquén y Tierra del Fuego, sin embargo, son la excepción a la regla. Ambas provincias patagónicas combinan altos niveles de afiliación partidaria (46,8% y 42,3%) y bajos porcentajes de personas con NBI (19% y 6%).
En tanto, entre los distritos con menos afiliados por electores habilitados se encuentran las grandes urbes como Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza "donde el electorado tiende a ser más independiente".
Con todo, el estudio advierte una incongruencia entre el nivel de afiliación formal y la participación efectiva, expresada en la participación electoral. "La contraposición entre la baja participación electoral y la alta adhesión partidaria insinúan que existe motivos distintos a la afinidad ideológica y programática", señala el informe de Cadal. "Detrás del alto nivel de afiliación difícilmente radica una participación basada en profundas convicciones o en la propia voluntad", añade.
Llano asegura que este fenómeno pobreza/afiliación es particularmente importante a la hora de las internas partidarias, donde la adhesión formal resulta clave. "En la Argentina hay 18 partidos políticos cuyas cartas orgánicas establecen elecciones internas. Allí se exacerba la compra de votos", explicó la analista. "Debe haber internas abiertas pero no así. Hay que alentar una participación genuina, no el voto cautivo".
Fuente: El Cronista Comercial
http://www.cronista.com
El Cronista (Argentina)
En las provincias pobres hay más afiliados políticosFormosa, Corrientes y Chaco combinan pobreza con altos niveles de adhesión partidaria y baja participación electoral. El fenómeno se potencia en la internas
Existe una relación mercantilista entre punteros y electorado basada en la promesa de electrodomésticos
FEDERICO CATURLA
Buenos Aires
Dicen que la necesidad tiene cara de hereje. Y la política argentina, al parecer, no está exenta de la necesidad, y tampoco de la herejía. Un estudio elaborado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América latina (Cadal) revela que las provincias más pobres registran los mayores niveles de adhesión partidaria y una baja participación electoral. En criollo, significaría que la afinidad ideológica y programática dejó de ser el motivo fundamental de afiliación partidaria, dando paso al clientelismo y al voto cautivo.
Promesas de planes sociales, electrodomésticos, zapatillas, chapas y ladrillos son algunos de los fallidos paliativos que cristalizan el "pago en especias" instaurado desde hace tiempo en la política argentina. Y el voto, instrumento fundamental de las democracias liberales, parece haber perdido su esencia: lejos de una herramienta liberadora, paradójicamente, es hoy un elemento clave en toda relación clientelística. Para Mercedes Llano, politóloga y directora del Área de Modernización de Partidos Políticos de Cadal, el voto es concebido como una mercancía.
"En la actualidad existen dos tipos de mercados en relación al voto. Por un lado, una relación mercantilista entre los punteros políticos y el electorado, relación que se basa en la promesa de un plan social, un trabajo o electrodomésticos. La gente lo recibe y acepta entrar en ese juego por su necesidad, como una estrategia de supervivencia", explicó a El Cronista la autora del informe. "Por otro, se establece una relación perversa entre el puntero y la dirigencia partidaria de más alto nivel. Allí se negocian cuotas de poder y puestos de trabajo, y cada ficha de afiliación tiene mucho valor", agregó. De ese modo, según Cadal, las necesidades electorales de la dirigencia política y la carencias básicas de gran parte de la ciudadanía conforman un círculo vicioso difícil de desarticular.
La investigación elaborada por Llano revela que aquellas provincias donde una mayor cantidad de población no logra satisfacer sus necesidades básicas presentan niveles más altos de afiliación partidaria. En Formosa, por caso, el porcentaje de personas con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) alcanza el 38,8% y el nivel de afiliación llega al 56,2%, el más alto del país. La correlación se repite en provincias como Corrientes y Chaco, donde las NBI afectan al 27,8 y 38,6% de población, mientras que la adhesión formal a los partidos políticos supera el 51% y 45%, respectivamente. Y la lista continúa.
Neuquén y Tierra del Fuego, sin embargo, son la excepción a la regla. Ambas provincias patagónicas combinan altos niveles de afiliación partidaria (46,8% y 42,3%) y bajos porcentajes de personas con NBI (19% y 6%).
En tanto, entre los distritos con menos afiliados por electores habilitados se encuentran las grandes urbes como Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza "donde el electorado tiende a ser más independiente".
Con todo, el estudio advierte una incongruencia entre el nivel de afiliación formal y la participación efectiva, expresada en la participación electoral. "La contraposición entre la baja participación electoral y la alta adhesión partidaria insinúan que existe motivos distintos a la afinidad ideológica y programática", señala el informe de Cadal. "Detrás del alto nivel de afiliación difícilmente radica una participación basada en profundas convicciones o en la propia voluntad", añade.
Llano asegura que este fenómeno pobreza/afiliación es particularmente importante a la hora de las internas partidarias, donde la adhesión formal resulta clave. "En la Argentina hay 18 partidos políticos cuyas cartas orgánicas establecen elecciones internas. Allí se exacerba la compra de votos", explicó la analista. "Debe haber internas abiertas pero no así. Hay que alentar una participación genuina, no el voto cautivo".
Fuente: El Cronista Comercial
http://www.cronista.com