Prensa
CUBA: EMBAJADOR PROMETE SER DURO CON FIDEL CASTRO
En gesto poco esperable por el tono que quiere darle a su gestión, el gobierno designó como nuevo embajador en Cuba a un hombre que promete endurecer el gesto ante las violaciones de los derechos humanos del gobierno de La Habana.
Fuente: Ambito Financiero (Argentina)
En gesto poco esperable por el tono que quiere darle a su gestión, el gobierno designó como nuevo embajador en Cuba a un hombre que promete endurecer el gesto ante las violaciones de los derechos humanos del gobierno de La Habana. El diputado Raúl Taleb, un entrerriano ligado a Jorge Busti, fue interrogado por la Comisión de Acuerdos del Senado el miércoles pasado y aseguró que no permitiría nunca que un Fidel Castro trate de "lamebotas" a un presidente argentino -como lo hizo con Fernando de la Rúa- y que si percibe en la gestión que hará alguna violación de los derechos humanos, hará un informe negativo. Esta actitud está lejos de la que mostró el gobierno argentino en su primera semana, cuando halagó más allá de lo tolerable a un Castro que habló en público con una libertad que él les niega a sus compatriotas en la isla. Por lo menos un avance, y más tratándose de un embajador político
Sra. Escudero: Sería interesante conocer un poco su visión sobre el régimen político de Cuba, así como el tema de la violación de los derechos humanos en contra de los disidentes.
Sr. Taleb: En realidad, lo que voy a decir es mi opinión personal porque no recibí las instrucciones de hecho. Yo siento la democracia como un estilo de vida, pienso que el goce de las libertades individuales es importantísimo para el ciudadano; creo en la libertad plena de expresión, sobre todo en la libertad de prensa como sostén del sistema democrático, como estilo de vida, y en el sistema republicano como forma de gobierno. De hecho, es un equilibrio muy precario y es difícil estar en mi situación, pero voy a tratar de que mi posición personal no interfiera en la relación diplomática con Cuba. De todas maneras, voy a seguir manteniendo firmes mis principios de creer que las libertades individuales son inherentes al ser humano por el sólo hecho de ser humano. Eso es inmodificable.
o Invitaciones
Sra. Escudero: Quiero comentarle que soy secretaria de Comisiones del Parlamento Latinoamericano y en Cuba nos reunimos por lo menos una vez al año. También hemos recibido una nota que CADAL, Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, envió al señor canciller solicitándole que lo instruya a usted para que, en recepciones que se realicen en la embajada, se invite a periodistas disidentes; en especial, por la protección que les puede dar esa circunstancia.
Concretamente, aluden al señor Osvaldo Payá, quien lidera un pedido para que la Asamblea Nacional avance en la discusión de algunas reformas para el sistema cubano.
Como el señor Payá ha recibido algunos premios internacionales y el régimen estaría avanzando en su contra, sería bueno brindar alguna clase de protección sin que ello, desde luego, pueda significar alguna intromisión en las relaciones.
Sr. Taleb: De hecho, el tema de la autodeterminación lo respeto profundamente.
Sr. Menem: ¿Tiene idea de cuántos argentinos hay en Cuba?
o Tratamientos médicos
Sr. Taleb: No sé cuántos hay residiendo en Cuba. Lo que sí sé es que hay cinco por provincia que están realizando tratamientos prolongados por enfermedad.
Sr. Menem: ¿Cómo cinco por provincia?
Sr. Taleb: Ciento veinticuatro argentinos...
Sr. Menem: ¿Pero matemáticamente es así? ¿De cada provincia hay cinco?
Sr. Taleb: No, es un promedio. De algunas hay siete; de otras, tres.
En realidad, me hablaron de un promedio de cinco y, en general, por tratamientos de cáncer de médula que algunas veces se resuelven con trasplantes de médula y, en otros casos, cuando eso es insuficiente, deben asumir un tratamiento de dos o tres años.
La mayoría de ellos volverá en 2004, aunque muchos no han regresado a la Argentina. Es decir, se han desarraigado totalmente. El dinero de la familia les alcanza para mantenerse en la isla, pero no para que puedan volver con frecuencia porque el pasaje ida y vuelta cuesta alrededor de 1.200 dólares.
Sr. Menem: ¿Cómo cree que debería ser el tratamiento de la deuda que Cuba tiene con la Argentina? ¿Sabe que es una deuda importante?
Sr. Taleb: Son alrededor de 1.900 millones de pesos.
Hoy, Cuba pasa por un momento económico harto difícil. Creo que ellos tienen una ventaja comparativa respecto de la Argentina en todo lo que atañe a la bioingeniería.
Creo que una manera de buscar cobrarnos la deuda con Cuba más allá de lo que puedan aportar en materia de medicamentos, es que preparen recursos humanos en el área de bioingeniería. Creo que en esa área están comparativamente mejor que nosotros.
Entonces, a partir de allí, también sería bueno comenzar a estudiar la posibilidad de hacer una quita aunque reabriendo el mercado con la Argentina. Lo concreto es que hoy lo tienen prácticamente cerrado, salvo Techint, que está haciendo algunas obras de infraestructura y Arcor, que está fabricando alimentos y con sus dirigentes voy a reunirme antes de viajar para ponerme a su disposición.
La idea es tratar de abrir el mercado porque, como decía al comienzo de la reunión, teníamos una balanza favorable de 150 millones de dólares anuales, que hoy no existe.
Sr. Menem: ¿En qué año fue eso?
Sr. Taleb: Antes del conflicto con De la Rúa y la famosa frase de "lamebotas". En esa oportunidad se retiró el embajador y se cortaron las relaciones comerciales.
Sr. Menem: Usted sabe que a raíz del incidente al cual hacía referencia hace un momento se produjo una situación muy atípica -no conozco otros casos-, en el sentido de que la Argentina retiró a su embajador en Cuba -no fue un acto inocente, sino por los dichos del jefe de Estado cubano-, pero Cuba no hizo lo propio con su embajador en la Argentina.
Eso generó una situación de asimetría diplomática que no es común. Y usted va a ser el primero que vuelve luego de producido ese hecho.
En consecuencia, ¿cómo piensa usted manejar este tema?
Sr. Taleb: Si se da la posibilidad de tener un intercambio coloquial con el comandante Castro, desde ya que mostraré desagrado hacia toda expresión que pueda zaherir a cualquier autoridad argentina.
Si bien es cierto que ellos nos exigen a nosotros respetar el principio de autodeterminación, no es menos cierto que habernos dicho -sea cual fuere el color político del gobierno-"lamebotas" es una agresión bastante dura.
Sr. Menem: Supongamos que usted está en Cuba y pasa lo que sucede todos los años. Es decir, llegará marzo o abril, nuevamente Naciones Unidas -Comisión de Derechos Humanos- y la situación en Cuba es la que usted conoce, o sea, la actual.
¿Qué le aconsejaría al gobierno argentino si le pidiera su opinión? ¿Cuál es el "feeling" respecto de este tema?
Sr. Taleb: En primer lugar, quiero aclarar que viviré por primera vez la situación "in situ". Una cosa es que cuente cuál es la realidad de Cuba y otra muy distinta es que uno la conozca a través de vivir allí.
Si lo que evidenció es que verdaderamente existe una flagrante violación de los derechos humanos, por principio y filosofía mi consejo será el voto de advertencia. No sé si por la negativa, porque en definitiva ésa es una prerrogativa del presidente de la Nación.
Pero si veo que verdaderamente se da una violación inusual o desmedida de los derechos humanos, haré un informe negativo.
Ambito Financiero (Argentina)
En gesto poco esperable por el tono que quiere darle a su gestión, el gobierno designó como nuevo embajador en Cuba a un hombre que promete endurecer el gesto ante las violaciones de los derechos humanos del gobierno de La Habana. El diputado Raúl Taleb, un entrerriano ligado a Jorge Busti, fue interrogado por la Comisión de Acuerdos del Senado el miércoles pasado y aseguró que no permitiría nunca que un Fidel Castro trate de "lamebotas" a un presidente argentino -como lo hizo con Fernando de la Rúa- y que si percibe en la gestión que hará alguna violación de los derechos humanos, hará un informe negativo. Esta actitud está lejos de la que mostró el gobierno argentino en su primera semana, cuando halagó más allá de lo tolerable a un Castro que habló en público con una libertad que él les niega a sus compatriotas en la isla. Por lo menos un avance, y más tratándose de un embajador político
Sra. Escudero: Sería interesante conocer un poco su visión sobre el régimen político de Cuba, así como el tema de la violación de los derechos humanos en contra de los disidentes.
Sr. Taleb: En realidad, lo que voy a decir es mi opinión personal porque no recibí las instrucciones de hecho. Yo siento la democracia como un estilo de vida, pienso que el goce de las libertades individuales es importantísimo para el ciudadano; creo en la libertad plena de expresión, sobre todo en la libertad de prensa como sostén del sistema democrático, como estilo de vida, y en el sistema republicano como forma de gobierno. De hecho, es un equilibrio muy precario y es difícil estar en mi situación, pero voy a tratar de que mi posición personal no interfiera en la relación diplomática con Cuba. De todas maneras, voy a seguir manteniendo firmes mis principios de creer que las libertades individuales son inherentes al ser humano por el sólo hecho de ser humano. Eso es inmodificable.
o Invitaciones
Sra. Escudero: Quiero comentarle que soy secretaria de Comisiones del Parlamento Latinoamericano y en Cuba nos reunimos por lo menos una vez al año. También hemos recibido una nota que CADAL, Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina, envió al señor canciller solicitándole que lo instruya a usted para que, en recepciones que se realicen en la embajada, se invite a periodistas disidentes; en especial, por la protección que les puede dar esa circunstancia.
Concretamente, aluden al señor Osvaldo Payá, quien lidera un pedido para que la Asamblea Nacional avance en la discusión de algunas reformas para el sistema cubano.
Como el señor Payá ha recibido algunos premios internacionales y el régimen estaría avanzando en su contra, sería bueno brindar alguna clase de protección sin que ello, desde luego, pueda significar alguna intromisión en las relaciones.
Sr. Taleb: De hecho, el tema de la autodeterminación lo respeto profundamente.
Sr. Menem: ¿Tiene idea de cuántos argentinos hay en Cuba?
o Tratamientos médicos
Sr. Taleb: No sé cuántos hay residiendo en Cuba. Lo que sí sé es que hay cinco por provincia que están realizando tratamientos prolongados por enfermedad.
Sr. Menem: ¿Cómo cinco por provincia?
Sr. Taleb: Ciento veinticuatro argentinos...
Sr. Menem: ¿Pero matemáticamente es así? ¿De cada provincia hay cinco?
Sr. Taleb: No, es un promedio. De algunas hay siete; de otras, tres.
En realidad, me hablaron de un promedio de cinco y, en general, por tratamientos de cáncer de médula que algunas veces se resuelven con trasplantes de médula y, en otros casos, cuando eso es insuficiente, deben asumir un tratamiento de dos o tres años.
La mayoría de ellos volverá en 2004, aunque muchos no han regresado a la Argentina. Es decir, se han desarraigado totalmente. El dinero de la familia les alcanza para mantenerse en la isla, pero no para que puedan volver con frecuencia porque el pasaje ida y vuelta cuesta alrededor de 1.200 dólares.
Sr. Menem: ¿Cómo cree que debería ser el tratamiento de la deuda que Cuba tiene con la Argentina? ¿Sabe que es una deuda importante?
Sr. Taleb: Son alrededor de 1.900 millones de pesos.
Hoy, Cuba pasa por un momento económico harto difícil. Creo que ellos tienen una ventaja comparativa respecto de la Argentina en todo lo que atañe a la bioingeniería.
Creo que una manera de buscar cobrarnos la deuda con Cuba más allá de lo que puedan aportar en materia de medicamentos, es que preparen recursos humanos en el área de bioingeniería. Creo que en esa área están comparativamente mejor que nosotros.
Entonces, a partir de allí, también sería bueno comenzar a estudiar la posibilidad de hacer una quita aunque reabriendo el mercado con la Argentina. Lo concreto es que hoy lo tienen prácticamente cerrado, salvo Techint, que está haciendo algunas obras de infraestructura y Arcor, que está fabricando alimentos y con sus dirigentes voy a reunirme antes de viajar para ponerme a su disposición.
La idea es tratar de abrir el mercado porque, como decía al comienzo de la reunión, teníamos una balanza favorable de 150 millones de dólares anuales, que hoy no existe.
Sr. Menem: ¿En qué año fue eso?
Sr. Taleb: Antes del conflicto con De la Rúa y la famosa frase de "lamebotas". En esa oportunidad se retiró el embajador y se cortaron las relaciones comerciales.
Sr. Menem: Usted sabe que a raíz del incidente al cual hacía referencia hace un momento se produjo una situación muy atípica -no conozco otros casos-, en el sentido de que la Argentina retiró a su embajador en Cuba -no fue un acto inocente, sino por los dichos del jefe de Estado cubano-, pero Cuba no hizo lo propio con su embajador en la Argentina.
Eso generó una situación de asimetría diplomática que no es común. Y usted va a ser el primero que vuelve luego de producido ese hecho.
En consecuencia, ¿cómo piensa usted manejar este tema?
Sr. Taleb: Si se da la posibilidad de tener un intercambio coloquial con el comandante Castro, desde ya que mostraré desagrado hacia toda expresión que pueda zaherir a cualquier autoridad argentina.
Si bien es cierto que ellos nos exigen a nosotros respetar el principio de autodeterminación, no es menos cierto que habernos dicho -sea cual fuere el color político del gobierno-"lamebotas" es una agresión bastante dura.
Sr. Menem: Supongamos que usted está en Cuba y pasa lo que sucede todos los años. Es decir, llegará marzo o abril, nuevamente Naciones Unidas -Comisión de Derechos Humanos- y la situación en Cuba es la que usted conoce, o sea, la actual.
¿Qué le aconsejaría al gobierno argentino si le pidiera su opinión? ¿Cuál es el "feeling" respecto de este tema?
Sr. Taleb: En primer lugar, quiero aclarar que viviré por primera vez la situación "in situ". Una cosa es que cuente cuál es la realidad de Cuba y otra muy distinta es que uno la conozca a través de vivir allí.
Si lo que evidenció es que verdaderamente existe una flagrante violación de los derechos humanos, por principio y filosofía mi consejo será el voto de advertencia. No sé si por la negativa, porque en definitiva ésa es una prerrogativa del presidente de la Nación.
Pero si veo que verdaderamente se da una violación inusual o desmedida de los derechos humanos, haré un informe negativo.