Prensa
14-06-2004
PRODUCTIVIDAD, LA CLAVE DE CHILE
Fuente: La Prensa (Argentina)
UN SEMINARIO ANALIZO LAS RAZONES DEL EXITO ECONOMICO DEL PAIS VECINO
Con apertura comercial, equilibrio fiscal y consensos políticos, el país trasandino escribió en los últimos 20 años una historia muy distinta a la argentina. Los expertos rescatan la estabilidad macroeconómica y la aplicación de políticas razonables y consistentes en el tiempo.
Nota de Tapa: Chile: los secretos del éxito
HARALD BEYER
CEP Chile
- La clave del modelo chileno está en la productividad de la economía. Si analizamos los últimos 50 años en Chile hay claramente dos períodos: uno de crecimiento modesto, hasta mediados. de los 80, y otro de crecimiento acelerado, que se consolidó en democracia. Entre 1984 y 2002, después de Corea del Sur e Irlanda, Chile es el país que más creció en el mundo en términos de ingreso per cápita.
- Las ganancias de productividad y eficiencia superaron al peso de la inversión y la acumulación de capital en el crecimiento de Chile entre 1984 y 2002. Los mismos recursos que posee el país se emplean cada vez mejor. ¿Por qué? Primero, por el compromiso con la apertura comercial. El arancel externo promedio efectivo, por los acuerdos de libre comercio, llega hoy al 2,6%, comparable al, de los países más abiertos del mundo. Eso exige una disposición empresarial por competir permanentemente, y hace que los recursos se reasignen hacia las áreas más eficientes. Los consensos en tomo a la apertura son muy importantes: el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur, por ejemplo, fue aprobado por unanimidad por ambas cámaras del Parlamento.
- Las áreas donde la economía chilena es menos productiva -como por ejemplo el cultivo de granos- coinciden justamente con los sectores con menor grado de apertura. La agricultura no tradicional (vitivinicultura, frutas), en cambio, genera un valor agregado por hectárea 70% más alto que la tradicional. Cuando Chile era una economía proteccionista, en los años 50 y 60, la productividad estaba estancada y no crecía.
- El escaso poder discrecional de la autoridad en una economía de mercado es otro aspecto esencial para que los recursos se reasignen hacia las áreas más eficientes. La democracia chilena hizo un enorme esfuerzo para mantener la economía de mercado, y muchas de las reformas efectuadas -como en el campo regulatorio- se concretaron a partir de 1990, con acuerdos políticos. Otro punto destacable de Chile es su sistema tributario simple y razonable en cuanto a las tasas.
- La mantención del superávit fiscal durante toda la década del 90 fue otra de las grandes decisiones tomadas en democracia. El promedio del superávit fiscal fue de 1,1% del PBI entre 1990 y 2003. Sólo hubo déficit -acotado- durante la crisis asiática.
JORGE MARSHALL
Ex titular del Banco Central de Chile
- Chile es sin dudas un caso exitoso. El crecimiento promedio entre 1985 y 2003 rondó el 6%, y la pobreza cayó del 47 al 20%. Para esto fueron necesarias tres condiciones: primero, saber hacia dónde va el país (si la clase política no lo sabe, es imposible que lo demás funcione); segundo, tener instituciones ordenadas y eficientes, y tercero, tener buenas estrategias.
- Si hubiera que resumir la experiencia de Chile en pocas palabras, habría que decir: apertura al exterior. Y para encarar un proceso de apertura en serio, hay que tener estabilidad macroeconómica. Las inversiones llegan cuando hay estabilidad de precios y equilibrio fiscal. Esto se entendió y consensuó durante los años 90 en Chile. Ningún sector político lo discutió. La vocación de apertura de Chile nació con la frustración por la falta de desarrollo, desde la década del 30 hacia adelante, y como consecuencia de la dificultad que creaba la falta de tamaño para encarar una política de economía cerrada.
- Otro de los elementos característicos de Chile en los últimos años fueron los acuerdos. El pacto general se transformó en una costumbre durante la década del 90, lo cual ayudó a generar consensos.
- El arancel externo efectivo en estos momentos es del 2%. Y el pueblo lo respalda porque quiere que el sistema funcione y sea estable. Además, el mundo va en esa dirección.
- Chile atravesó una crisis en 1998, con caída del precio del cobre y suba del riesgo país como producto de la crisis asiática. Se salió con la adopción de un tipo de cambio totalmente flexible y con un cambio de las reglas monetarias y fiscales. También se puso el acento en las metas de largo plazo. El ministro de Hacienda anticipa cuál será la meta fiscal para los próximos años.
- El sector privado tiene un nuevo rol en Chile. El empresariado es más activo y profesional, y eleva propuestas de ley a la clase política.
JAVIER GONZALEZ FRAGA
Ex presidente del Banco Central
- La historia de la Chile exitosa empezó después de 1982. Ese año, el país vivió una crisis bancaria de dimensiones similares a la de la Argentina en 2001. Chile llegó a la crisis con tipo de cambio fijo, una reforma previsional que le generó déficit fiscal, atraso cambiarlo de más del 20% y dependencia de los flujos del exterior para mantener al sistema financiero funcionando. Un tercio de los bancos debieron cerrar y el desempleo se disparó al 27% en Santiago. ¿Cómo salió? Con lo que en la Argentina llamaríamos una política heterodoxa: desde 1983 Chile no permite ni el atraso cambiario ni las tasas de interés altas. Esto es central para entender lo que ha pasado. Así, Chile suprimió las crisis bancarias, y cuando no hay crisis bancarias se pueden encarar otras políticas con continuidad.
- La Argentina de las últimas décadas, en cambio, tuvo una sucesión de crisis bancarias: 1975, 1981, 1985, 1989,1994 y 2001. Todas ellas terminaron con las políticas de fumo, que inevitablemente rebasaron en fijar el tipo de cambio y atraer fondos del exterior sobre la base de altas tasas de interés. Esto no fue sólo propiedad de la derecha, sino también de intervencionistas como Gelbard, en 1973. Estos atajos al bienestar que siempre tomó la economía argentina son la enorme diferencia de los últimos 20 años con Chile. Después de la crisis de 1982, que tuvo un enorme costo, Chile decidió seguir una política distinta, que luego fue perfeccionada en el tiempo por los distintos gobiernos que vinieron. La lección aprendida fue: con la tasa de interés y el tipo de cambio real no se juega.
- El segundo aspecto para destacar es el de la apertura comercial. Comparado con el Mercosur, Chile tiene hoy un mercado potencial al que puede llegar sin aranceles 50 veces más grande. Y esto se debe a la humildad de las propuestas en vez de la búsqueda de la perfección, como en el caso argentino. La Argentina eligió, de la noche a la mañana, hacer una unión aduanera con Brasil; Chile eligió, de manera más humilde, firmar tratados de libre comercio con unos 20 países, y fue sumando mercados a los cuales accede sin aranceles, en lugar de estar trabado como la Argentina, que debe ir del brazo de Brasil para negociar. Si el Mercosur fuera una zona de libre comercio y no una unión aduanera, Chile estaría adentro.
- La política de ganar mercados que fueron llevando adelante los productores y el Estado, a través de la agencia de promoción ProChile, es otro punto importante. En muchos casos, los productores se asociaron para entrar en mercados como el oeste de Estados Unidos, siempre apoyados por el Estado y confiando en la apertura más que en la mano invisible. Así, Chile se transformó en un importante negociador que sabe defender sus intereses.
- La estabilidad de Chile se basa en dos pilares: un Banco Central independiente, y la política de metas de inflación, la más adecuada en este momento en el mundo.
RICARDO LOPEZ MURPHY
Ex candidato a presidente
- Chile ha aprovechado muy bien las oportunidades y los recursos en los últimos años. Es un caso paradigmático. Si hay una reforma que había que hacer en América latina, es la chilena. La contracara de Chile es hoy Venezuela y, en el otro extremo, Cuba.
- La política que resultó más decisiva para Chile fue su integración económica al mundo, la cual le trajo beneficios que exceden lo económico. Esa integración tuvo consecuencias institucionales de tal magnitud que hoy son materia de estudio en e1 mundo. La primera regla para la apertura fue aplicar un arancel bajo y parejo para todos los sectores. Con esto terminó con las decisiones a medida, tan propias de la Argentina. El segundo aspecto a destacar fue la acentuación de la apertura en el tiempo. Hoy, Chile tiene un arancel extremadamente bajo, y una enorme vocación exportadora.
- La política comercial de abrir mercados a lo largo del tiempo también debe ser rescatada. Chile hizo un esfuerzo enorme para colocar sus productos en el mundo durante los últimos años.
- Gracias a la seriedad y la reputación mostrada, Chile tiene hoy un riesgo país de apenas tres dígitos que empieza con uno, a diferencia de la Argentina, cuyo riesgo país tiene cuatro dígitos y el primero no es uno. La contracara de un riesgo país bajo son salarios altos, y viceversa. El día que la Argentina entienda esto, ese día habrá empezado su recuperación. La experiencia chilena es muy importante en ese sentido.
- A través de la apertura se importan instituciones. Chile lo ha hecho, y la Argentina debería aprender de ello. La calidad institucional ha generado un grado de tolerancia y cosmopolitismo enorme en Chile. Hasta la institucionalidad política se ha visto influida por la integración. Seria inconcebible, por ejemplo, pensar que el presidente Ricardo Lagos descalifique a sus opositores, los censure o les atribuya un complot por atreverse a criticarlo.
* Síntesis de un seminario organizado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal) en la Universidad Católica Argentina.
La Prensa (Argentina)
Fuente: La Prensa (Argentina)
UN SEMINARIO ANALIZO LAS RAZONES DEL EXITO ECONOMICO DEL PAIS VECINO
Con apertura comercial, equilibrio fiscal y consensos políticos, el país trasandino escribió en los últimos 20 años una historia muy distinta a la argentina. Los expertos rescatan la estabilidad macroeconómica y la aplicación de políticas razonables y consistentes en el tiempo.
Nota de Tapa: Chile: los secretos del éxito
HARALD BEYER
CEP Chile
- La clave del modelo chileno está en la productividad de la economía. Si analizamos los últimos 50 años en Chile hay claramente dos períodos: uno de crecimiento modesto, hasta mediados. de los 80, y otro de crecimiento acelerado, que se consolidó en democracia. Entre 1984 y 2002, después de Corea del Sur e Irlanda, Chile es el país que más creció en el mundo en términos de ingreso per cápita.
- Las ganancias de productividad y eficiencia superaron al peso de la inversión y la acumulación de capital en el crecimiento de Chile entre 1984 y 2002. Los mismos recursos que posee el país se emplean cada vez mejor. ¿Por qué? Primero, por el compromiso con la apertura comercial. El arancel externo promedio efectivo, por los acuerdos de libre comercio, llega hoy al 2,6%, comparable al, de los países más abiertos del mundo. Eso exige una disposición empresarial por competir permanentemente, y hace que los recursos se reasignen hacia las áreas más eficientes. Los consensos en tomo a la apertura son muy importantes: el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur, por ejemplo, fue aprobado por unanimidad por ambas cámaras del Parlamento.
- Las áreas donde la economía chilena es menos productiva -como por ejemplo el cultivo de granos- coinciden justamente con los sectores con menor grado de apertura. La agricultura no tradicional (vitivinicultura, frutas), en cambio, genera un valor agregado por hectárea 70% más alto que la tradicional. Cuando Chile era una economía proteccionista, en los años 50 y 60, la productividad estaba estancada y no crecía.
- El escaso poder discrecional de la autoridad en una economía de mercado es otro aspecto esencial para que los recursos se reasignen hacia las áreas más eficientes. La democracia chilena hizo un enorme esfuerzo para mantener la economía de mercado, y muchas de las reformas efectuadas -como en el campo regulatorio- se concretaron a partir de 1990, con acuerdos políticos. Otro punto destacable de Chile es su sistema tributario simple y razonable en cuanto a las tasas.
- La mantención del superávit fiscal durante toda la década del 90 fue otra de las grandes decisiones tomadas en democracia. El promedio del superávit fiscal fue de 1,1% del PBI entre 1990 y 2003. Sólo hubo déficit -acotado- durante la crisis asiática.
JORGE MARSHALL
Ex titular del Banco Central de Chile
- Chile es sin dudas un caso exitoso. El crecimiento promedio entre 1985 y 2003 rondó el 6%, y la pobreza cayó del 47 al 20%. Para esto fueron necesarias tres condiciones: primero, saber hacia dónde va el país (si la clase política no lo sabe, es imposible que lo demás funcione); segundo, tener instituciones ordenadas y eficientes, y tercero, tener buenas estrategias.
- Si hubiera que resumir la experiencia de Chile en pocas palabras, habría que decir: apertura al exterior. Y para encarar un proceso de apertura en serio, hay que tener estabilidad macroeconómica. Las inversiones llegan cuando hay estabilidad de precios y equilibrio fiscal. Esto se entendió y consensuó durante los años 90 en Chile. Ningún sector político lo discutió. La vocación de apertura de Chile nació con la frustración por la falta de desarrollo, desde la década del 30 hacia adelante, y como consecuencia de la dificultad que creaba la falta de tamaño para encarar una política de economía cerrada.
- Otro de los elementos característicos de Chile en los últimos años fueron los acuerdos. El pacto general se transformó en una costumbre durante la década del 90, lo cual ayudó a generar consensos.
- El arancel externo efectivo en estos momentos es del 2%. Y el pueblo lo respalda porque quiere que el sistema funcione y sea estable. Además, el mundo va en esa dirección.
- Chile atravesó una crisis en 1998, con caída del precio del cobre y suba del riesgo país como producto de la crisis asiática. Se salió con la adopción de un tipo de cambio totalmente flexible y con un cambio de las reglas monetarias y fiscales. También se puso el acento en las metas de largo plazo. El ministro de Hacienda anticipa cuál será la meta fiscal para los próximos años.
- El sector privado tiene un nuevo rol en Chile. El empresariado es más activo y profesional, y eleva propuestas de ley a la clase política.
JAVIER GONZALEZ FRAGA
Ex presidente del Banco Central
- La historia de la Chile exitosa empezó después de 1982. Ese año, el país vivió una crisis bancaria de dimensiones similares a la de la Argentina en 2001. Chile llegó a la crisis con tipo de cambio fijo, una reforma previsional que le generó déficit fiscal, atraso cambiarlo de más del 20% y dependencia de los flujos del exterior para mantener al sistema financiero funcionando. Un tercio de los bancos debieron cerrar y el desempleo se disparó al 27% en Santiago. ¿Cómo salió? Con lo que en la Argentina llamaríamos una política heterodoxa: desde 1983 Chile no permite ni el atraso cambiario ni las tasas de interés altas. Esto es central para entender lo que ha pasado. Así, Chile suprimió las crisis bancarias, y cuando no hay crisis bancarias se pueden encarar otras políticas con continuidad.
- La Argentina de las últimas décadas, en cambio, tuvo una sucesión de crisis bancarias: 1975, 1981, 1985, 1989,1994 y 2001. Todas ellas terminaron con las políticas de fumo, que inevitablemente rebasaron en fijar el tipo de cambio y atraer fondos del exterior sobre la base de altas tasas de interés. Esto no fue sólo propiedad de la derecha, sino también de intervencionistas como Gelbard, en 1973. Estos atajos al bienestar que siempre tomó la economía argentina son la enorme diferencia de los últimos 20 años con Chile. Después de la crisis de 1982, que tuvo un enorme costo, Chile decidió seguir una política distinta, que luego fue perfeccionada en el tiempo por los distintos gobiernos que vinieron. La lección aprendida fue: con la tasa de interés y el tipo de cambio real no se juega.
- El segundo aspecto para destacar es el de la apertura comercial. Comparado con el Mercosur, Chile tiene hoy un mercado potencial al que puede llegar sin aranceles 50 veces más grande. Y esto se debe a la humildad de las propuestas en vez de la búsqueda de la perfección, como en el caso argentino. La Argentina eligió, de la noche a la mañana, hacer una unión aduanera con Brasil; Chile eligió, de manera más humilde, firmar tratados de libre comercio con unos 20 países, y fue sumando mercados a los cuales accede sin aranceles, en lugar de estar trabado como la Argentina, que debe ir del brazo de Brasil para negociar. Si el Mercosur fuera una zona de libre comercio y no una unión aduanera, Chile estaría adentro.
- La política de ganar mercados que fueron llevando adelante los productores y el Estado, a través de la agencia de promoción ProChile, es otro punto importante. En muchos casos, los productores se asociaron para entrar en mercados como el oeste de Estados Unidos, siempre apoyados por el Estado y confiando en la apertura más que en la mano invisible. Así, Chile se transformó en un importante negociador que sabe defender sus intereses.
- La estabilidad de Chile se basa en dos pilares: un Banco Central independiente, y la política de metas de inflación, la más adecuada en este momento en el mundo.
RICARDO LOPEZ MURPHY
Ex candidato a presidente
- Chile ha aprovechado muy bien las oportunidades y los recursos en los últimos años. Es un caso paradigmático. Si hay una reforma que había que hacer en América latina, es la chilena. La contracara de Chile es hoy Venezuela y, en el otro extremo, Cuba.
- La política que resultó más decisiva para Chile fue su integración económica al mundo, la cual le trajo beneficios que exceden lo económico. Esa integración tuvo consecuencias institucionales de tal magnitud que hoy son materia de estudio en e1 mundo. La primera regla para la apertura fue aplicar un arancel bajo y parejo para todos los sectores. Con esto terminó con las decisiones a medida, tan propias de la Argentina. El segundo aspecto a destacar fue la acentuación de la apertura en el tiempo. Hoy, Chile tiene un arancel extremadamente bajo, y una enorme vocación exportadora.
- La política comercial de abrir mercados a lo largo del tiempo también debe ser rescatada. Chile hizo un esfuerzo enorme para colocar sus productos en el mundo durante los últimos años.
- Gracias a la seriedad y la reputación mostrada, Chile tiene hoy un riesgo país de apenas tres dígitos que empieza con uno, a diferencia de la Argentina, cuyo riesgo país tiene cuatro dígitos y el primero no es uno. La contracara de un riesgo país bajo son salarios altos, y viceversa. El día que la Argentina entienda esto, ese día habrá empezado su recuperación. La experiencia chilena es muy importante en ese sentido.
- A través de la apertura se importan instituciones. Chile lo ha hecho, y la Argentina debería aprender de ello. La calidad institucional ha generado un grado de tolerancia y cosmopolitismo enorme en Chile. Hasta la institucionalidad política se ha visto influida por la integración. Seria inconcebible, por ejemplo, pensar que el presidente Ricardo Lagos descalifique a sus opositores, los censure o les atribuya un complot por atreverse a criticarlo.
* Síntesis de un seminario organizado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (Cadal) en la Universidad Católica Argentina.
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