Lula y el espectáculo del crecimiento: Segunda oportunidad

La promesa de Lula es más cumplible hoy de lo que era hace cuatro años, o por lo menos se hace en un contexto más favorable: la economía brasileña goza de buena salud, con bajas tasas de inflación, altas reservas, disciplina fiscal, buen desempeño externo, etc. Mientras que en el plano político, el presidente parece estar construyendo una base de sustento más sólida que en el mandato anterior. Son buenas noticias, y sin embargo no hay garantías. Brasil sigue siendo un país difícil para definir y ejecutar un programa tan amplio y complejo como el Plan de Aceleración del Crecimiento. Además, buena parte de los muchos actores de la vida pública brasileña lo considera, como mínimo, insuficiente.

Matías Franchini es Licenciado en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales (Universidad Católica Argentina) e Investigador Asociado del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).