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Monitoreo de la gobernabilidad democrática
TENDENCIAS Latinoamericanas
SUMARIO. Recuperación económica. El socialismo en Venezuela. Colombia: triunfo de la institucionalidad. Otros resultados electorales. Perspectiva político electoral. Otros sucesos de interés. Una reflexión sobre las organizaciones internacionales.Por Carlos Sabino
El triunfo de la institucionalidad en Colombia
Respetando la institucionalidad vigente el poder judicial colombiano decidió que no podía reformarse la constitución para que Alvaro Uribe pudiese presentarse para optar a un tercer mandato. El presidente –que tenía entonces, y aun posee, una muy alta popularidad- aceptó la decisión sin discusión alguna mientras su partido, el Partido Social de la Unidad Nacional (PSUN), escogió como candidato a Juan Manuel Santos, quien había sido ministro de la defensa durante la gestión de Uribe.
Los resultados de las elecciones colombianas tienen la virtud de delinear nuevas tendencias en la realidad sudamericana. En primer lugar porque en Colombia se quebró de algún modo el pernicioso personalismo que tanto ha afectado a Venezuela, Ecuador y demás países que se han inclinado por la senda del nuevo caudillismo. Por eso, lo valioso de la experiencia colombiana reside en el triunfo de la institucionalidad: han funcionado la división de poderes, el multipartidismo y la alternabilidad que son propias de toda democracia liberal, proyectando una forma de hacer política que resulta esperanzadora para toda la región.
Recuperación económica
Los nuevos problemas económicos surgidos en Europa han cambiado, en alguna medida, el moderado optimismo que reinaba en los mercados hasta hace unos meses y nos muestran un panorama de estancamiento general entre los países más desarrollados. Pero el impacto de todos estos problemas ha sido muy diferente en los diversos países de la región.
Organismos regionales
En tiempos de internet y del correo electrónico, del twitter y de los teléfonos inteligentes, a los que acudimos la mayoría de los mortales para comunicarnos, trabajar y resolver toda clase de asuntos, extraña esta veleidad de los mandatarios por reunirse varias veces al año, departir un rato, buscar denodadamente las cámaras y regalarse con opíparas comidas. Triste espectáculo que pagan los contribuyentes de naciones bastante pobres, donde todavía faltan obras de infraestructura por doquier, actúa libremente el hampa y no es poca la pobreza.