Archivo
Instituto Václav Havel
Autores antijudíos argentinos
Los autores antijudíos argentinos se nutrieron de la prédica antisemita vigente en otros países, tomando los estereotipos y argumentos que se esgrimían en otras latitudes. Pero a diferencia de lo que ocurrió en la Alemania nazi, no hallamos el componente biológico.Por Ricardo López Göttig
Haciéndose eco de los autores antijudíos que difundieron sus textos en Europa y Estados Unidos, hallamos escritores argentinos que propagaron las mismas ideas en clave local. Algunos, como el sacerdote Julio Meinvielle, desde un prisma estrictamente religioso pero con consecuencias políticas; otros, como Gustavo Martínez Zuviría (a) Hugo Wast, utilizando su pluma para llegar a un público más vasto y desinformado en el período de entreguerras, y predispuesto a creer en teorías conspirativas en plena crisis económica de los años treinta. Tras la segunda guerra mundial y desde ámbitos marginales a la vida académica y política, prosiguieron estos itinerarios autores como Walter Beveraggi Allende, que creó y popularizó una versión local de la conspiración judía según la cual hay un proyecto para conquistar la Patagonia en el llamado “Plan Andinia”. Norberto Ceresole, ya en los años noventa y en pleno desconcierto por el derrumbe del mundo soviético y el fin de la guerra fría, fusionó todas sus peripecias políticas en corrientes autoritarias y escribió sobre la supuesta confrontación planetaria de dos grandes facciones judías, un ajedrez delirante en el que el resto de las piezas se mueven en torno a esta conflagración silenciosa. Podríamos añadir otros como el sacerdote Virgilio Filippo y publicaciones como la revista Cabildo, dirigida por Antonio Caponnetto, pero los que aquí señalamos son lo suficientemente representativos de los climas de época en los que se movieron.