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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Teodoro Obiang: 45 años de autoritarismo ininterrumpido en Guinea Ecuatorial
La concentración del poder y el abuso de autoridad, a partir de las crudas prácticas de represión estatal y la violencia contra los opositores al régimen determinan el estancamiento político, así como también el deterioro económico. La combinación de corrupción, falta de transparencia, y una infraestructura deficiente plantea serios obstáculos para cualquier aspiración de reforma significativa.Por Agustín Molina Tilián
Teodoro Obiang lleva más de 45 años en el poder y prepara a su hijo Teodorín para que lo suceda. Obiang asumió su sexto mandato presidencial luego de ser “reelegido” en las elecciones de 2022. Sin embargo, no hay nada más alejado de la democracia que los comicios de Guinea Ecuatorial, donde las irregularidades y el fraude electoral abundan por montón, esfumando de esta manera ese anhelo de una verdadera democracia.
La industria petrolera, importante contribuyente a la economía del país, experimentó un período de crecimiento significativo entre 2000 y 2013, pero luego sufrió una gran contracción debido a la caída de la demanda china y la baja de los precios del petróleo. El reciente compromiso de Chevron de desarrollar proyectos de GNL y atraer a altos funcionarios estadounidenses indica un interés renovado en el potencial energético del país, a pesar de los desafíos de gobernanza y la represión política.
A continuación, se analiza el desempeño de Guinea Ecuatorial en el Bertelsmann Transformation Index (BTI) entre los años 2020 y 2024. El BTI evalúa en una escala de puntuación del 1 al 10 los procesos de transición a la democracia y la economía de mercado, identificando las estrategias más exitosas para la transformación pacífica.
Transformación Política
Esta dimensión mide el estado de la democracia de un país, no se limita solo a las elecciones libres y justas, o la participación política, sino que incluye también el funcionamiento del Estado de derecho y su relación con la estatalidad, en la construcción de la aceptación, la representación y la cultura política del sistema democrático. Guinea Ecuatorial, categorizada por el BTI como una “autocracia de línea dura”, ocupa el puesto 120 de 137 en 2024. Esto es debido a varios factores.
Guinea Ecuatorial tiene una fuerte presencia militar, además de ser étnicamente heterogénea y prestar servicios públicos de suministro (agua, electricidad, gas) deficientes, lo que afecta a la población tanto de las ciudades principales, como de las zonas rurales. Asimismo, existe un alto grado de control de la participación política, lo que quiere decir que, aunque se celebran elecciones, no son ni libres, ni justas, y solo sirven para legitimar la autoridad de Obiang, sin promover una competencia genuina. A esto se suma las restricciones a la libertad de asociación y expresión y la censura de los medios de comunicación.
En este sentido, el presidente tiene el control sobre el Poder Ejecutivo, así como las facultades de disolver el parlamento y de nombrar jueces de alto rango a gusto y piaccere, lo que resulta en un debilitamiento de las instituciones y del Estado de derecho, y en la promoción de la corrupción y las violaciones de los derechos civiles. La “transición a la democracia” en Guinea Ecuatorial es un anhelo que lleva guardado hace tiempo, una aspiración estancada debido a las pocas perspectivas de que suceda una reforma significativa. De hecho, en el marco de la integración política y social, para tener una oportunidad de crecimiento profesional, se debe jurar lealtad al Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), y aquellos que no exhiben este rasgo además de sufrir represión, también padecen marginalización. Lamentablemente, la sociedad civil está sujeta a regulaciones estrictas, pues el capital social está vinculado al empleo gubernamental, mientras que los trabajadores migrantes a menudo trabajan en entornos informales.
Transformación Económica
Esta dimensión mide el estado de la economía de mercado de 137 países, evaluando el desempeño económico, la política de competencia y los derechos de propiedad, así como la seguridad social y remuneración, la igualdad de oportunidades y la sostenibilidad. La economía ecuatoguineana, calificada por el BTI como “muy limitada”, ocupa el puesto 119 en 2024. A continuación, se exponen algunos datos que explican esta situación económica.
Guinea Ecuatorial, a pesar de ser uno de los países más ricos del África subsahariana en términos de PIB per cápita, no ha logrado alcanzar su potencial en desarrollo humano, situándose en el puesto 145 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 2021. La pobreza ha aumentado significativamente, pasando del 43,7% en 2011 al 67% en 2020. Este incremento en la pobreza y el deterioro de las condiciones de vida se deben al aumento de los precios de los alimentos, la disminución del PIB y las secuelas de la pandemia de COVID-19, lo que ha resultado en una alta desigualdad y un acceso limitado a servicios básicos, especialmente en las áreas rurales.
En cuanto a la organización del mercado y la competencia, la iniciativa privada es complicada debido a los altos costos administrativos y salariales, así como a la falta de protección para los pequeños inversores. Aunque se han hecho esfuerzos para mejorar el entorno empresarial y simplificar la creación de empresas, la economía sigue dependiendo en gran medida de los hidrocarburos y está dominada por el monopolio público, que limita la competencia. Respecto del sector bancario, está concentrado en unos pocos bancos que enfrentan altos riesgos.
Por otro lado, a pesar de ser miembro de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC) y utilizar el franco CFA vinculado al euro, Guinea Ecuatorial tiene una inflación volátil, debido a la alta tasa de morosidad y la dependencia de bienes importados. En efecto, conforme a lo publicado por el gobierno, en el mes de julio de 2024 la tasa media de inflación fue de 2,7%, superior a la registrada en junio (2,5%). Aunque es inferior al umbral del 3% fijado por la CEMAC, no puede descartarse la posibilidad de que vuelva a subir a niveles altos, considerando la tendencia en aumento de los últimos meses. Incuestionablemente, la prolongada recesión económica y la crisis del petróleo han causado un déficit en la balanza por cuenta corriente y reducido las reservas de divisas, aunque el proyecto de gas Fortuna podría ofrecer una fuente significativa de ingresos futuros para reactivar la economía.
En lo que concierne a la propiedad privada, esta se encuentra amenazada por frecuentes expropiaciones gubernamentales sin compensación adecuada y por la falta de regulación clara en la adquisición y uso de tierras. En tal sentido, la Ley 4/2009 prohíbe a los extranjeros poseer tierras, permitiéndoles solo arrendarlas por hasta 99 años con aprobación presidencial. Además, las mujeres enfrentan obstáculos significativos para poseer tierras, y las empresas privadas tienen dificultades para acceder al crédito, haciendo frente a la arbitrariedad del gobierno en el cumplimiento de acuerdos internacionales.
A pesar de los diversos seguros sociales, el sistema de bienestar no proporciona ningún subsidio a los desempleados y sólo unas 5.000 personas reciben beneficios anualmente. De hecho, según los últimos datos publicados por el gobierno, la esperanza de vida en 2020 era de 60 años, una de las más bajas del mundo, a causa del hambre y la inseguridad alimentaria crónica. De manera similar, la discriminación estructural, en particular la discriminación de género y la xenofobia, es un factor contribuyente, con acciones gubernamentales drásticas como cierres de fronteras durante elecciones o crisis.
En lo que refiere al PIB per cápita, este ha bajado de 30.084 en 2012 a 16.080 en 2021, y la economía depende de la industria petrolera. A pesar de mostrar signos de recuperación, el cierre del yacimiento petrolífero de Zafiro de ExxonMobil en 2022 provocó una contracción del PIB de -3,13, un alto desempleo y una baja recaudación de impuestos.
Es digno de mención que Guinea Ecuatorial forma parte de varios proyectos internacionales de conservación y cuenta con 20 áreas protegidas. Sin embargo, la madera ecuatoguineana ya no es tan buena como antes y, además, la tala indiscriminada de árboles ha afectado la sostenibilidad económica del país.
En cuanto al gasto en educación, este se redujo 50 veces en 2023, a pesar de sus esfuerzos de conservación. Si bien la educación es gratuita y obligatoria entre los 7 y 13 años, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), solo el 50% de la matrícula escolar completa la primaria. Asimismo, las escuelas públicas enfrentan altos niveles de deserción escolar y, en consecuencia, bajas tasas de graduación, lo que lleva a que solo un 25% de los alumnos de secundaria aprueben el examen de ingreso a la universidad. En tal sentido, la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) tiene alrededor de 7.000 estudiantes, mientras que la nueva Universidad Afroamericana de África Central en Djibloho opera con unos pocos cientos de alumnos. Guinea Ecuatorial tiene una puntuación de 0,467 en el Índice de Educación de las Naciones Unidas, lo que explica el alto deterioro de las tasas de alfabetización.
Gobernanza
Esta dimensión examina el desempeño de calidad de la gestión política en los procesos de transformación, tomando en consideración las dificultades estructurales. La gobernanza del país africano, clasificada como “débil”, ocupa el puesto 110 de 137 en 2024. Para entender esta situación, es fundamental considerar varios factores que influyen.
Sin lugar a dudas, el principal desafío de la gobernanza en Guinea Ecuatorial es el acusado grado de autoritarismo, violencia y represión del gobierno de Obiang, lo que explica el aislamiento geográfico significativo del país, la formación de una mano de obra calificada inadecuadamente y un sistema educativo con poco o nulo financiamiento. De hecho, la corrupción y la ineficiencia gubernamental son las causas fundamentales de estos problemas. De igual manera, la represión, el autoritarismo sobre las organizaciones de la sociedad civil, la violencia contra los opositores y las tensiones interétnicas contribuyen a la inestabilidad ecuatoguineana.
Asimismo, la existencia de una fuerte familia gobernante, cuyo poder está centralizado y personalizado para garantizar la supervivencia y el enriquecimiento del régimen, justifica sus intentos de expansión del sector de hidrocarburos y esfuerzos de ayuda internacional sin éxito, considerando que no han llevado a una diversificación económica significativa, sino todo lo contrario: un clima de negocios pésimo que no estimula la inversión, con falta de eficiencia en la utilización de recursos y con altas tasas de corrupción.
En materia de cooperación internacional, Estados Unidos y China son los principales socios globales que mantienen relaciones con Guinea Ecuatorial. El país norteamericano está interesado en desarrollar el sector petrolero del país, mientras que el “gigante asiático” ha invertido mucho en infraestructura, incluida la construcción prevista de una base naval en Bata. Además, la presencia de actores internacionales como la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) muestra los esfuerzos del régimen de Obiang por ganar legitimidad y apoyo regional frente a la poca transparencia, las violaciones de derechos humanos y los problemas económicos.
Conclusiones
La concentración del poder y el abuso de autoridad, a partir de las crudas prácticas de represión estatal y la violencia contra los opositores al régimen determinan el estancamiento político, así como también el deterioro económico.
Estos aspectos constituyen desafíos a la gobernanza y son razones del bajo desarrollo humano del país. A pesar de su riqueza en recursos naturales, Guinea Ecuatorial es un país con una dependencia petrolera muy alta, más bien una economía monoproductora y ultra dependiente. Además, las posibles nuevas inversiones en el país, como la de Chevron, no son garantía suficiente de una mejora inmediata en la gestión gubernamental, ni en la calidad de vida de la población.
La combinación de corrupción, falta de transparencia, y una infraestructura deficiente plantea serios obstáculos para cualquier aspiración de reforma significativa. Las oportunidades económicas existentes no servirán de nada si no hay un verdadero cambio desde la raíz del problema: el autoritarismo. No obstante, en el futuro inmediato no se vislumbra un escenario de cambio posible.
Agustín Molina Tilián
Teodoro Obiang lleva más de 45 años en el poder y prepara a su hijo Teodorín para que lo suceda. Obiang asumió su sexto mandato presidencial luego de ser “reelegido” en las elecciones de 2022. Sin embargo, no hay nada más alejado de la democracia que los comicios de Guinea Ecuatorial, donde las irregularidades y el fraude electoral abundan por montón, esfumando de esta manera ese anhelo de una verdadera democracia.
La industria petrolera, importante contribuyente a la economía del país, experimentó un período de crecimiento significativo entre 2000 y 2013, pero luego sufrió una gran contracción debido a la caída de la demanda china y la baja de los precios del petróleo. El reciente compromiso de Chevron de desarrollar proyectos de GNL y atraer a altos funcionarios estadounidenses indica un interés renovado en el potencial energético del país, a pesar de los desafíos de gobernanza y la represión política.
A continuación, se analiza el desempeño de Guinea Ecuatorial en el Bertelsmann Transformation Index (BTI) entre los años 2020 y 2024. El BTI evalúa en una escala de puntuación del 1 al 10 los procesos de transición a la democracia y la economía de mercado, identificando las estrategias más exitosas para la transformación pacífica.
Transformación Política
Esta dimensión mide el estado de la democracia de un país, no se limita solo a las elecciones libres y justas, o la participación política, sino que incluye también el funcionamiento del Estado de derecho y su relación con la estatalidad, en la construcción de la aceptación, la representación y la cultura política del sistema democrático. Guinea Ecuatorial, categorizada por el BTI como una “autocracia de línea dura”, ocupa el puesto 120 de 137 en 2024. Esto es debido a varios factores.
Guinea Ecuatorial tiene una fuerte presencia militar, además de ser étnicamente heterogénea y prestar servicios públicos de suministro (agua, electricidad, gas) deficientes, lo que afecta a la población tanto de las ciudades principales, como de las zonas rurales. Asimismo, existe un alto grado de control de la participación política, lo que quiere decir que, aunque se celebran elecciones, no son ni libres, ni justas, y solo sirven para legitimar la autoridad de Obiang, sin promover una competencia genuina. A esto se suma las restricciones a la libertad de asociación y expresión y la censura de los medios de comunicación.
En este sentido, el presidente tiene el control sobre el Poder Ejecutivo, así como las facultades de disolver el parlamento y de nombrar jueces de alto rango a gusto y piaccere, lo que resulta en un debilitamiento de las instituciones y del Estado de derecho, y en la promoción de la corrupción y las violaciones de los derechos civiles. La “transición a la democracia” en Guinea Ecuatorial es un anhelo que lleva guardado hace tiempo, una aspiración estancada debido a las pocas perspectivas de que suceda una reforma significativa. De hecho, en el marco de la integración política y social, para tener una oportunidad de crecimiento profesional, se debe jurar lealtad al Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), y aquellos que no exhiben este rasgo además de sufrir represión, también padecen marginalización. Lamentablemente, la sociedad civil está sujeta a regulaciones estrictas, pues el capital social está vinculado al empleo gubernamental, mientras que los trabajadores migrantes a menudo trabajan en entornos informales.
Transformación Económica
Esta dimensión mide el estado de la economía de mercado de 137 países, evaluando el desempeño económico, la política de competencia y los derechos de propiedad, así como la seguridad social y remuneración, la igualdad de oportunidades y la sostenibilidad. La economía ecuatoguineana, calificada por el BTI como “muy limitada”, ocupa el puesto 119 en 2024. A continuación, se exponen algunos datos que explican esta situación económica.
Guinea Ecuatorial, a pesar de ser uno de los países más ricos del África subsahariana en términos de PIB per cápita, no ha logrado alcanzar su potencial en desarrollo humano, situándose en el puesto 145 de 189 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 2021. La pobreza ha aumentado significativamente, pasando del 43,7% en 2011 al 67% en 2020. Este incremento en la pobreza y el deterioro de las condiciones de vida se deben al aumento de los precios de los alimentos, la disminución del PIB y las secuelas de la pandemia de COVID-19, lo que ha resultado en una alta desigualdad y un acceso limitado a servicios básicos, especialmente en las áreas rurales.
En cuanto a la organización del mercado y la competencia, la iniciativa privada es complicada debido a los altos costos administrativos y salariales, así como a la falta de protección para los pequeños inversores. Aunque se han hecho esfuerzos para mejorar el entorno empresarial y simplificar la creación de empresas, la economía sigue dependiendo en gran medida de los hidrocarburos y está dominada por el monopolio público, que limita la competencia. Respecto del sector bancario, está concentrado en unos pocos bancos que enfrentan altos riesgos.
Por otro lado, a pesar de ser miembro de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC) y utilizar el franco CFA vinculado al euro, Guinea Ecuatorial tiene una inflación volátil, debido a la alta tasa de morosidad y la dependencia de bienes importados. En efecto, conforme a lo publicado por el gobierno, en el mes de julio de 2024 la tasa media de inflación fue de 2,7%, superior a la registrada en junio (2,5%). Aunque es inferior al umbral del 3% fijado por la CEMAC, no puede descartarse la posibilidad de que vuelva a subir a niveles altos, considerando la tendencia en aumento de los últimos meses. Incuestionablemente, la prolongada recesión económica y la crisis del petróleo han causado un déficit en la balanza por cuenta corriente y reducido las reservas de divisas, aunque el proyecto de gas Fortuna podría ofrecer una fuente significativa de ingresos futuros para reactivar la economía.
En lo que concierne a la propiedad privada, esta se encuentra amenazada por frecuentes expropiaciones gubernamentales sin compensación adecuada y por la falta de regulación clara en la adquisición y uso de tierras. En tal sentido, la Ley 4/2009 prohíbe a los extranjeros poseer tierras, permitiéndoles solo arrendarlas por hasta 99 años con aprobación presidencial. Además, las mujeres enfrentan obstáculos significativos para poseer tierras, y las empresas privadas tienen dificultades para acceder al crédito, haciendo frente a la arbitrariedad del gobierno en el cumplimiento de acuerdos internacionales.
A pesar de los diversos seguros sociales, el sistema de bienestar no proporciona ningún subsidio a los desempleados y sólo unas 5.000 personas reciben beneficios anualmente. De hecho, según los últimos datos publicados por el gobierno, la esperanza de vida en 2020 era de 60 años, una de las más bajas del mundo, a causa del hambre y la inseguridad alimentaria crónica. De manera similar, la discriminación estructural, en particular la discriminación de género y la xenofobia, es un factor contribuyente, con acciones gubernamentales drásticas como cierres de fronteras durante elecciones o crisis.
En lo que refiere al PIB per cápita, este ha bajado de 30.084 en 2012 a 16.080 en 2021, y la economía depende de la industria petrolera. A pesar de mostrar signos de recuperación, el cierre del yacimiento petrolífero de Zafiro de ExxonMobil en 2022 provocó una contracción del PIB de -3,13, un alto desempleo y una baja recaudación de impuestos.
Es digno de mención que Guinea Ecuatorial forma parte de varios proyectos internacionales de conservación y cuenta con 20 áreas protegidas. Sin embargo, la madera ecuatoguineana ya no es tan buena como antes y, además, la tala indiscriminada de árboles ha afectado la sostenibilidad económica del país.
En cuanto al gasto en educación, este se redujo 50 veces en 2023, a pesar de sus esfuerzos de conservación. Si bien la educación es gratuita y obligatoria entre los 7 y 13 años, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), solo el 50% de la matrícula escolar completa la primaria. Asimismo, las escuelas públicas enfrentan altos niveles de deserción escolar y, en consecuencia, bajas tasas de graduación, lo que lleva a que solo un 25% de los alumnos de secundaria aprueben el examen de ingreso a la universidad. En tal sentido, la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) tiene alrededor de 7.000 estudiantes, mientras que la nueva Universidad Afroamericana de África Central en Djibloho opera con unos pocos cientos de alumnos. Guinea Ecuatorial tiene una puntuación de 0,467 en el Índice de Educación de las Naciones Unidas, lo que explica el alto deterioro de las tasas de alfabetización.
Gobernanza
Esta dimensión examina el desempeño de calidad de la gestión política en los procesos de transformación, tomando en consideración las dificultades estructurales. La gobernanza del país africano, clasificada como “débil”, ocupa el puesto 110 de 137 en 2024. Para entender esta situación, es fundamental considerar varios factores que influyen.
Sin lugar a dudas, el principal desafío de la gobernanza en Guinea Ecuatorial es el acusado grado de autoritarismo, violencia y represión del gobierno de Obiang, lo que explica el aislamiento geográfico significativo del país, la formación de una mano de obra calificada inadecuadamente y un sistema educativo con poco o nulo financiamiento. De hecho, la corrupción y la ineficiencia gubernamental son las causas fundamentales de estos problemas. De igual manera, la represión, el autoritarismo sobre las organizaciones de la sociedad civil, la violencia contra los opositores y las tensiones interétnicas contribuyen a la inestabilidad ecuatoguineana.
Asimismo, la existencia de una fuerte familia gobernante, cuyo poder está centralizado y personalizado para garantizar la supervivencia y el enriquecimiento del régimen, justifica sus intentos de expansión del sector de hidrocarburos y esfuerzos de ayuda internacional sin éxito, considerando que no han llevado a una diversificación económica significativa, sino todo lo contrario: un clima de negocios pésimo que no estimula la inversión, con falta de eficiencia en la utilización de recursos y con altas tasas de corrupción.
En materia de cooperación internacional, Estados Unidos y China son los principales socios globales que mantienen relaciones con Guinea Ecuatorial. El país norteamericano está interesado en desarrollar el sector petrolero del país, mientras que el “gigante asiático” ha invertido mucho en infraestructura, incluida la construcción prevista de una base naval en Bata. Además, la presencia de actores internacionales como la Unión Africana (UA) y la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) muestra los esfuerzos del régimen de Obiang por ganar legitimidad y apoyo regional frente a la poca transparencia, las violaciones de derechos humanos y los problemas económicos.
Conclusiones
La concentración del poder y el abuso de autoridad, a partir de las crudas prácticas de represión estatal y la violencia contra los opositores al régimen determinan el estancamiento político, así como también el deterioro económico.
Estos aspectos constituyen desafíos a la gobernanza y son razones del bajo desarrollo humano del país. A pesar de su riqueza en recursos naturales, Guinea Ecuatorial es un país con una dependencia petrolera muy alta, más bien una economía monoproductora y ultra dependiente. Además, las posibles nuevas inversiones en el país, como la de Chevron, no son garantía suficiente de una mejora inmediata en la gestión gubernamental, ni en la calidad de vida de la población.
La combinación de corrupción, falta de transparencia, y una infraestructura deficiente plantea serios obstáculos para cualquier aspiración de reforma significativa. Las oportunidades económicas existentes no servirán de nada si no hay un verdadero cambio desde la raíz del problema: el autoritarismo. No obstante, en el futuro inmediato no se vislumbra un escenario de cambio posible.