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22-06-2012

El macaneo parece no tener límite

La convivencia de visiones tan diferentes sobre la sociedad, la política y la economía dentro de un mismo Gobierno, se va a tornar cada día más compleja; el equipo económico actual podrá mantener un predominio discreto, hasta que la credibilidad de su gestión se comprometa definitivamente. El tema sigue siendo la eficiencia de la gestión y sus desviaciones se disimulan cuando sobra el dinero.
Por Sergio Abreu

(Portal Montevideo) El Presidente del Uruguay ha llegado a la conclusión de que el Socialismo no es posible ya que ha propuesto - en los últimos días- que los medios de producción pasen a propiedad de los trabajadores.

La propuesta amplía su planteo realizado en el lanzamiento de la cosecha del arroz, donde expresó su deseo de que los productores fueran dueños también de los molinos, es decir, que toda la cadena de producción pasara a manos de los productores rurales.

Esta idea es contraria a lo que sostienen los socialistas y comunistas dentro del propio Frente Amplio; aunque en realidad el tema de fondo es precisamente la viabilidad del Socialismo, que ha demostrado que sus resultados no están de acuerdo con las expectativas que creó. La prueba está dentro de la propia conducción del Gobierno frenteamplista, ya que la mitad de su equipo económico muestra un sesgo aperturista y liberal; y la otra mitad, que responde al MPP, impulsa un modelo de capitalismo popular como el que el Presidente propone.

El macaneo parece no tener límite. Porque si el Socialismo ha fracasado en su implementación, nadie se imagina cómo se puede transitar desde la dictadura del proletariado a sistemas más transparentes, equilibrados y participativos entre sociedad e individuo.

El sistema de la "autogestión" como sistema no tiene el respaldo de la evidencia histórica, si bien existen experiencias en el mundo e incluso en el Uruguay, son tan puntuales como excepcionales y funcionan en el marco del sistema capitalista.

Lo propuesto es el juego de la mosqueta. Un cambio de poder en el manejo de una empresa la expone a peores riesgos por el modelo de "autogestión"; por ejemplo, la reestructura laboral que no se permite en el actual sistema, se podría hacer en manos de otros intereses con objetivos políticos diferentes. En todo caso, parece más un eslogan orientado hacia la "interna" del FA, que una propuesta sistémica.

En contraste, el Ministro de Economía y Finanzas - a raíz del grado inversor -, atribuye el mérito a la gestión macroeconómica y a las políticas sociales; ignora las posiciones del MPP y de otros sectores del FA, e intenta mostrar la diferencia de los resultados entre la gestión posterior al 1º de marzo del 2005 y la del Gobierno de Batlle, y vagamente de los anteriores. A la hora de repartir créditos, lo que puede decirse es que se aprendieron las lecciones del período 2001-2003 y que el ex Ministro Alfie hizo el "trabajo sucio".

Astori y Lorenzo necesitan del MPP, y el MPP necesita a Astori y Lorenzo para mantener al FA en el Gobierno. Y si bien hasta ahora los resultados están siendo controlados, porque la existencia de recursos es importante, la flexibilización de la ortodoxia económica del Ministerio de Economía, en algún momento va a tener su límite.

La convivencia de visiones tan diferentes sobre la sociedad, la política y la economía dentro de un mismo Gobierno, se va a tornar cada día más compleja; el equipo económico actual podrá mantener un predominio discreto, hasta que la credibilidad de su gestión se comprometa definitivamente.

El tema sigue siendo la eficiencia de la gestión y sus desviaciones se disimulan cuando sobra el dinero; pero ni el socialismo ni la "autogestión" sobreviven cuando la suerte de las empresas queda librada a los méritos de su conducción.

Fuente: Montevideo Portal, (Montevideo, Uruguay)

 

Sergio Abreu
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