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Los tigres latinos
(Portafolio / Colombia) Moisés Naim reconoció los avances de la región, pero resaltó que no se puede hablar de una sola América Latina, ya que subsisten algunos países, como Venezuela, que “miran hacia atrás” y no han adoptado las reformas requeridas.Por Roberto Junguito
(Portafolio / Colombia) El destacado comportamiento económico de América Latina en los últimos años y, en particular, la fortaleza que este mostró durante la reciente crisis financiera internacional, así como las positivas perspectivas que se vislumbran, se han traducido en un ambiente generalizado de optimismo frente a la región y ha abierto el debate sobre si esta será ‘la década de América Latina’.
Es decir, si nos estamos convirtiendo en ‘Los Tigres Latinos’, apelativo que se les dio a las economías del este asiático en los años 70 y 80, periodo en el cual registraron un crecimiento económico acelerado y sostenido con inmenso progreso social e institucional.
En la asamblea de la Federación Interamericana de Bolsas de Valores, que tuvo como tema central ‘El nuevo rol de los mercados emergentes en la inversión global’, Andrés Estéves, destacado empresario del BTG, de Brasil, sostuvo que Latinoamérica enfrenta el mejor momento económico de su historia.
Resaltó el crecimiento económico, el logro de superávits primarios en las finanzas públicas, la reducción en la deuda pública frente al Producto Interno Bruto, el incremento en las reservas internacionales, el control de la inflación, el desarrollo del mercado de capitales y sus sólidos sistemas financieros.
A estos indicadores podrían adicionarse otros de inmensa importancia social, como ha sido la reducción de los índices de pobreza y el mejoramiento en la distribución del ingreso en varios países.
No obstante el optimismo reinante, durante la asamblea también se estableció algunas notas de alerta.
Liliana Rojas Suárez, investigadora del Center For Global Development, resaltó que, aunque la región se ha visto favorecida con flujos de capital que han contribuido a la inversión y al crecimiento de la zona, estos tienen la característica de no ser sostenibles, pues al presentarse el menor riesgo mundial o local, se revierten.
A su juicio, para prevenir dicha inestabilidad se necesita mejorar la calidad institucional y las políticas macroprudenciales.Por su parte, Moisés Naim, del Carnegie Endowment, igualmente reconoció los avances de la región, pero resaltó que no se puede hablar de una sola América Latina, ya que subsisten algunos países, como Venezuela, que “miran hacia atrás” y no han adoptado las reformas requeridas.
Otros economistas, en escritos recientes, como José Antonio Ocampo, han sugerido cautela sobre la factibilidad de que esta sea, efectivamente, la década de América Latina, dada la vulnerabilidad de la región, por ejemplo, frente a una recaída de la economía China, y en razón a la falta de estrategias activas de producción industrial.
¿Qué se puede afirmar sobre las perspectivas de Colombia en el contexto regional?
En la conferencia de las Bolsas de Valores, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, anotó que la resiliencia a los ciclos económicos, el logro de una senda de estabilidad fiscal, el control de la inflación y la confianza en el país, reflejada en el Índice de Mercados Emergentes (EMBI), y en la Inversión Extranjera Directa, han llevado a que Colombia haya adquirido el grado de inversión.
Con todo, resaltó que tenemos aún inmensos retos por superar, como el alto desempleo, la informalidad laboral, la desigualdad y la pobreza, lo cual exige la continuación de adopción de reformas en el campo fiscal y de seguridad social.
Esto significa que debemos hacer esfuerzos adicionales para que nuestro país se convierta en un verdadero tigre latino.
Fuente: (Portafolio / Colombia)
Roberto Junguito
(Portafolio / Colombia) El destacado comportamiento económico de América Latina en los últimos años y, en particular, la fortaleza que este mostró durante la reciente crisis financiera internacional, así como las positivas perspectivas que se vislumbran, se han traducido en un ambiente generalizado de optimismo frente a la región y ha abierto el debate sobre si esta será ‘la década de América Latina’.
Es decir, si nos estamos convirtiendo en ‘Los Tigres Latinos’, apelativo que se les dio a las economías del este asiático en los años 70 y 80, periodo en el cual registraron un crecimiento económico acelerado y sostenido con inmenso progreso social e institucional.
En la asamblea de la Federación Interamericana de Bolsas de Valores, que tuvo como tema central ‘El nuevo rol de los mercados emergentes en la inversión global’, Andrés Estéves, destacado empresario del BTG, de Brasil, sostuvo que Latinoamérica enfrenta el mejor momento económico de su historia.
Resaltó el crecimiento económico, el logro de superávits primarios en las finanzas públicas, la reducción en la deuda pública frente al Producto Interno Bruto, el incremento en las reservas internacionales, el control de la inflación, el desarrollo del mercado de capitales y sus sólidos sistemas financieros.
A estos indicadores podrían adicionarse otros de inmensa importancia social, como ha sido la reducción de los índices de pobreza y el mejoramiento en la distribución del ingreso en varios países.
No obstante el optimismo reinante, durante la asamblea también se estableció algunas notas de alerta.
Liliana Rojas Suárez, investigadora del Center For Global Development, resaltó que, aunque la región se ha visto favorecida con flujos de capital que han contribuido a la inversión y al crecimiento de la zona, estos tienen la característica de no ser sostenibles, pues al presentarse el menor riesgo mundial o local, se revierten.
A su juicio, para prevenir dicha inestabilidad se necesita mejorar la calidad institucional y las políticas macroprudenciales.Por su parte, Moisés Naim, del Carnegie Endowment, igualmente reconoció los avances de la región, pero resaltó que no se puede hablar de una sola América Latina, ya que subsisten algunos países, como Venezuela, que “miran hacia atrás” y no han adoptado las reformas requeridas.
Otros economistas, en escritos recientes, como José Antonio Ocampo, han sugerido cautela sobre la factibilidad de que esta sea, efectivamente, la década de América Latina, dada la vulnerabilidad de la región, por ejemplo, frente a una recaída de la economía China, y en razón a la falta de estrategias activas de producción industrial.
¿Qué se puede afirmar sobre las perspectivas de Colombia en el contexto regional?
En la conferencia de las Bolsas de Valores, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, anotó que la resiliencia a los ciclos económicos, el logro de una senda de estabilidad fiscal, el control de la inflación y la confianza en el país, reflejada en el Índice de Mercados Emergentes (EMBI), y en la Inversión Extranjera Directa, han llevado a que Colombia haya adquirido el grado de inversión.
Con todo, resaltó que tenemos aún inmensos retos por superar, como el alto desempleo, la informalidad laboral, la desigualdad y la pobreza, lo cual exige la continuación de adopción de reformas en el campo fiscal y de seguridad social.
Esto significa que debemos hacer esfuerzos adicionales para que nuestro país se convierta en un verdadero tigre latino.
Fuente: (Portafolio / Colombia)
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