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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Siria: política, economía y derechos humanos
Los diversos grupos armados que se disputan el poder y el territorio, han cometido en el marco de una guerra civil, una serie de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, poniendo en peligro y atentando contra la población civil externa al conflicto, y utilizando recursos armamentísticos prohibidos por la comunidad internacional. Por Augusto Salvatto
Cuando se escriben estas páginas, promediando el año 2017, el conflicto armado en Siria lleva más de 6 años y todo indica que continuará creciendo en intensidad día a día. Lo que empezó con protestas frente al gobierno de Bashar Al Assad en 2011, en el marco de lo que se conoció como La Primavera Árabe, evolucionó ante la atenta mirada de la comunidad internacional en una Guerra Civil. Día a día, una multiplicidad de actores locales, regionales y globales buscan defender sus propios intereses a costa de la devastación de la República Árabe de Siria.
Conociendo Siria
Oficialmente, la República Árabe de Siria, es uno de los países que conforman la zona conocida como el Levante Mediterráneo, en Oriente Próximo.
Tiene una superficie de 185.180 kilómetros cuadrados[1] y está ubicado en una zona estratégica, por su salida al mar Mediterráneo al oeste y el mar de Galilea al sur y sus fronteras con Turquía, Irak, Israel, Jordania y con El Líbano. La franja norte del país es aquella con un clima más habitable, y la población se concentra principalmente en la zona noroeste y los alrededores de Damasco, la ciudad capital. Sin embargo, en el sur del país, el paisaje predominante es el desierto y la densidad poblacional disminuye considerablemente.
Cuenta actualmente con una población de 18 millones de habitantes[2], en su mayoría, étnicamente árabes o semitas. Alrededor del 74% de la población es musulmana sunita, mientras que un 13% es alauita, una rama del chiismo musulman, o druza (Una minoría religiosa que toma elementos del islam y la tradición ortodoxa cristiana). El porcentaje restante se divide entre distintas minorías étnicas y religiosas entre las que hay cristianos ortodoxos, armenios y kurdos.
Esta gran cantidad de civilizaciones que habitaron y transitaron por los suelos que hoy pertenecen a Siria, configuraron un envidiable patrimonio cultural, evidenciado en las distintas corrientes artísticas y arquitectónicas y al mismo tiempo resultan un complejo problema para el país por la diversidad de tradiciones que hoy conviven bajo un mismo Estado Nación.
Conflictos étnicos y política
El mapa impuesto por el occidente vencedor en la Primera Guerra Mundial, no se condice con la realidad sociocultural extremadamente diversa de la región. Así, por ejemplo, hoy Siria es conocida como la República Árabe de Siria, marginando a la cantidad de poblaciones no árabes que habitan el territorio, como los kurdos. Esta realidad propia de todo el Levante Mediterráneo, generó durante el siglo XX conflictos internos que para apaciguarse muchas veces recurrieron a la mano dura de feroces dictadores y regímenes que subyugaron las libertades individuales, desde Hafez al Assad hasta Saddam Husein.
En el caso sirio, es la familia Assad la que gobierna el país ininterrumpidamente desde 1971. Primero Hafez, un militar destacado que fue escalando políticamente en los turbulentos primeros años de independencia siria, de la mano del Partido Baath, y luego su hijo Bashar, desde el 2000.
Sin embargo, su hegemonía en el control de la fuerza legítima ha sido disputada desde 2011 y más claramente desde 2013 por grupos rebeldes con diversos objetivos, desde el Ejército Libre Sirio hasta el Estado Islámico (DAESH). Mientras algunos de ellos buscan instalar un gobierno más abierto y democrático, otros buscan imponer la Sharía y gobernar Siria como una teocracia. Es por esto que la situación en el país resulta sumamente compleja, por lo cual es menester antes de realizar un análisis del conflicto, analizar las distintas facciones y sus objetivos.
El involucramiento de potencias extranjeras en el conflicto, ha complicado aún más la situación, ya que si bien ha logrado derrotar de forma casi completa a las fuerzas del Estado Islámico (DAESH), se han profundizado las tensiones entre el gobierno de Al Assad y la oposición.
Economía siria
La economía de Siria está basada en la agricultura y el petróleo. Si bien no es uno de los mayores exportadores de crudo de la región, y ni siquiera es miembro de la OPEP, la actividad petrolera tiene una importante relevancia en el PBI sirio, además de que su ubicación resulta estratégica para el paso de oleoductos y gasoductos que se dirigen hacia Europa.
En el caso de la agricultura, produce principalmente trigo y algodón, y en cuanto a la ganadería explota principalmente la variedad caprina y ovina. Este sector ha tenido una gran prioridad económica para Siria desde los años 60. Sus exportaciones se dirigen principalmente a países de la región cuyas condiciones geográficas dificultan este tipo de producciones, tales como Irak, Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
Además, la industria textil, metalúrgica y cementera suponen alrededor del 20% del PBI sirio, y la industria turística, antes de que explote el conflicto suponía también un ingreso considerable para el país.
El país cuenta con un amplio sistema de educación pública, ya que tan solo el 2% de las escuelas son privadas.
Sin embargo, desde que estalló la guerra civil, la situación económica del país se ha visto enormemente afectada, debido a que los trabajadores más calificados se convirtieron en migrantes y refugiados, y gran parte de la mano de obra se alistó en ejércitos de diversos bandos.
Los derechos humanos en Siria
De acuerdo con el último informe confeccionado por Amnistía Internacional, en el conflicto sirio, devenido en guerra civil, ambos bandos han cometido con impunidad crímenes de guerra y severas violaciones a los derechos humanos.
Se denunció la utilización de armamento químico contra la población civil por parte del gobierno de Al Assad, a pesar de que esto es negado por organizaciones afines y por Rusia.
Se produjeron también bombardeos indiscriminados en áreas habitadas por civiles inocentes por parte de Estados Unidos y la Federación Rusa, y sus fuerzas leales.
A esta situación se suman las atrocidades y violaciones cometidas por el Estado Islámico (DAESH), desde asedios a la población civil, ataques con agentes químicos y destrucción de patrimonio histórico. Además sometió a miles de mujeres y niñas a esclavitud sexual y otros abusos.
Al concluir el año 2016, según datos oficiales y diversas estimaciones hechas por Naciones Unidas, el conflicto habría dejado 300.000 muertes, y 6,6 millones de personas desplazadas dentro de Siria, además de 4,8 millones refugiadas en otros países.
En resumen, podemos afirmar que en el caso sirio, los diversos grupos armados que se disputan el poder y el territorio, han cometido en el marco de una guerra civil, una serie de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, poniendo en peligro y atentando contra la población civil externa al conflicto, y utilizando recursos armamentísticos prohibidos por la comunidad internacional.
1] Esta superficie se calcula teniendo en cuenta el territorio de Los Altos de Golán, actualmente controlado por el Estado de Israel.
2] Datos oficiales hacia 2015. Diversas organizaciones civiles estiman que en la actualidad ese número ha decrecido debido a las migraciones provocadas por el conflicto armado que se lleva adelante en el país.
Augusto Salvatto
Cuando se escriben estas páginas, promediando el año 2017, el conflicto armado en Siria lleva más de 6 años y todo indica que continuará creciendo en intensidad día a día. Lo que empezó con protestas frente al gobierno de Bashar Al Assad en 2011, en el marco de lo que se conoció como La Primavera Árabe, evolucionó ante la atenta mirada de la comunidad internacional en una Guerra Civil. Día a día, una multiplicidad de actores locales, regionales y globales buscan defender sus propios intereses a costa de la devastación de la República Árabe de Siria.
Conociendo Siria
Oficialmente, la República Árabe de Siria, es uno de los países que conforman la zona conocida como el Levante Mediterráneo, en Oriente Próximo.
Tiene una superficie de 185.180 kilómetros cuadrados[1] y está ubicado en una zona estratégica, por su salida al mar Mediterráneo al oeste y el mar de Galilea al sur y sus fronteras con Turquía, Irak, Israel, Jordania y con El Líbano. La franja norte del país es aquella con un clima más habitable, y la población se concentra principalmente en la zona noroeste y los alrededores de Damasco, la ciudad capital. Sin embargo, en el sur del país, el paisaje predominante es el desierto y la densidad poblacional disminuye considerablemente.
Cuenta actualmente con una población de 18 millones de habitantes[2], en su mayoría, étnicamente árabes o semitas. Alrededor del 74% de la población es musulmana sunita, mientras que un 13% es alauita, una rama del chiismo musulman, o druza (Una minoría religiosa que toma elementos del islam y la tradición ortodoxa cristiana). El porcentaje restante se divide entre distintas minorías étnicas y religiosas entre las que hay cristianos ortodoxos, armenios y kurdos.
Esta gran cantidad de civilizaciones que habitaron y transitaron por los suelos que hoy pertenecen a Siria, configuraron un envidiable patrimonio cultural, evidenciado en las distintas corrientes artísticas y arquitectónicas y al mismo tiempo resultan un complejo problema para el país por la diversidad de tradiciones que hoy conviven bajo un mismo Estado Nación.
Conflictos étnicos y política
El mapa impuesto por el occidente vencedor en la Primera Guerra Mundial, no se condice con la realidad sociocultural extremadamente diversa de la región. Así, por ejemplo, hoy Siria es conocida como la República Árabe de Siria, marginando a la cantidad de poblaciones no árabes que habitan el territorio, como los kurdos. Esta realidad propia de todo el Levante Mediterráneo, generó durante el siglo XX conflictos internos que para apaciguarse muchas veces recurrieron a la mano dura de feroces dictadores y regímenes que subyugaron las libertades individuales, desde Hafez al Assad hasta Saddam Husein.
En el caso sirio, es la familia Assad la que gobierna el país ininterrumpidamente desde 1971. Primero Hafez, un militar destacado que fue escalando políticamente en los turbulentos primeros años de independencia siria, de la mano del Partido Baath, y luego su hijo Bashar, desde el 2000.
Sin embargo, su hegemonía en el control de la fuerza legítima ha sido disputada desde 2011 y más claramente desde 2013 por grupos rebeldes con diversos objetivos, desde el Ejército Libre Sirio hasta el Estado Islámico (DAESH). Mientras algunos de ellos buscan instalar un gobierno más abierto y democrático, otros buscan imponer la Sharía y gobernar Siria como una teocracia. Es por esto que la situación en el país resulta sumamente compleja, por lo cual es menester antes de realizar un análisis del conflicto, analizar las distintas facciones y sus objetivos.
El involucramiento de potencias extranjeras en el conflicto, ha complicado aún más la situación, ya que si bien ha logrado derrotar de forma casi completa a las fuerzas del Estado Islámico (DAESH), se han profundizado las tensiones entre el gobierno de Al Assad y la oposición.
Economía siria
La economía de Siria está basada en la agricultura y el petróleo. Si bien no es uno de los mayores exportadores de crudo de la región, y ni siquiera es miembro de la OPEP, la actividad petrolera tiene una importante relevancia en el PBI sirio, además de que su ubicación resulta estratégica para el paso de oleoductos y gasoductos que se dirigen hacia Europa.
En el caso de la agricultura, produce principalmente trigo y algodón, y en cuanto a la ganadería explota principalmente la variedad caprina y ovina. Este sector ha tenido una gran prioridad económica para Siria desde los años 60. Sus exportaciones se dirigen principalmente a países de la región cuyas condiciones geográficas dificultan este tipo de producciones, tales como Irak, Arabia Saudita, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.
Además, la industria textil, metalúrgica y cementera suponen alrededor del 20% del PBI sirio, y la industria turística, antes de que explote el conflicto suponía también un ingreso considerable para el país.
El país cuenta con un amplio sistema de educación pública, ya que tan solo el 2% de las escuelas son privadas.
Sin embargo, desde que estalló la guerra civil, la situación económica del país se ha visto enormemente afectada, debido a que los trabajadores más calificados se convirtieron en migrantes y refugiados, y gran parte de la mano de obra se alistó en ejércitos de diversos bandos.
Los derechos humanos en Siria
De acuerdo con el último informe confeccionado por Amnistía Internacional, en el conflicto sirio, devenido en guerra civil, ambos bandos han cometido con impunidad crímenes de guerra y severas violaciones a los derechos humanos.
Se denunció la utilización de armamento químico contra la población civil por parte del gobierno de Al Assad, a pesar de que esto es negado por organizaciones afines y por Rusia.
Se produjeron también bombardeos indiscriminados en áreas habitadas por civiles inocentes por parte de Estados Unidos y la Federación Rusa, y sus fuerzas leales.
A esta situación se suman las atrocidades y violaciones cometidas por el Estado Islámico (DAESH), desde asedios a la población civil, ataques con agentes químicos y destrucción de patrimonio histórico. Además sometió a miles de mujeres y niñas a esclavitud sexual y otros abusos.
Al concluir el año 2016, según datos oficiales y diversas estimaciones hechas por Naciones Unidas, el conflicto habría dejado 300.000 muertes, y 6,6 millones de personas desplazadas dentro de Siria, además de 4,8 millones refugiadas en otros países.
En resumen, podemos afirmar que en el caso sirio, los diversos grupos armados que se disputan el poder y el territorio, han cometido en el marco de una guerra civil, una serie de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, poniendo en peligro y atentando contra la población civil externa al conflicto, y utilizando recursos armamentísticos prohibidos por la comunidad internacional.
1] Esta superficie se calcula teniendo en cuenta el territorio de Los Altos de Golán, actualmente controlado por el Estado de Israel.
2] Datos oficiales hacia 2015. Diversas organizaciones civiles estiman que en la actualidad ese número ha decrecido debido a las migraciones provocadas por el conflicto armado que se lleva adelante en el país.