Derechos Humanos y
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20-09-2021

El nuevo escenario cubano

La síntesis de lo que hoy acontece en Cuba fue realizada el miércoles 15 de septiembre por el historiador y activista político cubano Manuel Cuesta Morúa (58), residente en La Habana, en una conferencia virtual organizada por CADAL y el Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones internacionales de la Universidad Católica Argentina (UCA). Para Cuesta Morúa existe «un escenario completamente nuevo», y «así debería ser visto por la comunidad internacional. Es un escenario en el que el Estado ha decidido gobernar en nombre de una minoría», agregó.
Por Hugo Machín Fajardo

El nuevo escenario cubano

Cuba vive una «nueva fase de terror silencioso del Estado contra la sociedad, a partir de que el Estado se dio cuenta de que está en minoría». La ciudadanía cubana sufre hoy «toques nocturnos en la puerta de sus domicilios, aterrorizamiento a la familia para que no denuncien las detenciones de los opositores; juicios sumarios; judicialización del derecho social; campaña de soborno social, en medio de la pérdida de toda la legitimidad posible que debería tener un régimen; la ciudadanía sufre un Estado que convoca a la violencia civil desde del gobierno; un Estado con pérdida absoluta de legitimidad constitucional” y todo esto hecho desde el 11 de julio «el Estado lo hizo de espalda la ley».

La síntesis de lo que hoy acontece en Cuba fue realizada el miércoles 15 de septiembre por el historiador y activista político cubano Manuel Cuesta Morúa (58), residente en La Habana, en una conferencia virtual organizada por CADAL y el Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones internacionales de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Para Cuesta Morúa existe «un escenario completamente nuevo», y «así debería ser visto por la comunidad internacional. Es un escenario en el que el Estado ha decidido gobernar en nombre de una minoría», agregó.

El historiador cubano, quien recientemente sufrió un nuevo arresto denunciado internacionalmente mediante la redes sociales y que fuera liberado a las pocas horas, fundador de la plataforma Solidaridad Democrática Latinoamericana, sostuvo que en estos días en Cuba «se ven cosas interesantes: hay un nuevo vigor desde la sociedad civil para conectarse; se ha manifestado una serie de nuevas demandas de sectores que hasta ayer estaban con el régimen, que vienen desde el mundo artístico, desde la academia y desde los sectores económicos».

Auto democratización. Cuesta Morúa caracterizó el momento que se vive en la isla caribeña como «una auto democratización de la sociedad cubana a través de su explosión y un atrincheramiento del régimen». En opinión del también experto en economía y relaciones internacionales, se está ante un «fortaleciendo de las demandas sociales por cambios democráticos profundos y el atrincheramiento de una cúpula de poder —como ocurre en Venezuela y Nicaragua— ensayando un consorcio cívico-militar que caminan en paralelo».

La constitución cubana — aprobada el 24 de febrero de 2019, instancia en que alrededor de seis millones de cubanos dijeron SÍ y más de 2 millones expresaron su rechazo al texto constitucional— sostiene en su Artículo 4° que «el socialismo es irrevocable» y en el Art. 5°, que «el Partido Comunista único es (…) la fuerza política superior de la sociedad». Las manifestaciones del 11J caracterizadas por su «espontaneidad» y multiplicidad fueron «un plebiscito ético de todo el país» sobre el régimen que ante los reclamos de libertades y demandas económicas sufrió lo que Cuesta Morúa llama «la pérdida de legitimidad” del gobierno de Miguel Díaz–Canel: «No tiene legitimidad política. El 11J se dio la mayor manifestación contra el aparato político de Estado».

«Manejo desastroso». «El manejo de la pandemia ha sido desastroso y demostró la improvisación de un gobierno ante la pandemia», señaló el ensayista cubano y destacó el contraste de la pandemia en Cuba si se lo compara con un continente: «pues es una isla. Cuba debió haber manejado la pandemia del Covid-19 como lo hizo Taiwán o Nueva Zelanda, de manera mucho más eficaz. Esta incapacidad de manejar a la pandemia demuestra la poca efectividad del gobierno y de ahí la maquinaria de terror que ha manejado el régimen».

Cuba se ha convertido en una especie «de franquicia de la misericordia humana», agregó sobre el tema sanitario, «pues es un país que ha recibido ayudas en medicina y alimentos para paliar la crisis a de la pandemia».

Biden. El régimen cubano apostaba a un retorno de la política de [Barak] Obama respecto a la isla con la llegada de [Joe] Biden al poder en Estados Unidos. Cuesta Morúa sostiene que «ya hubo un experimento— cuando Obama— en que la oferta fue la de abrir oportunidades de negocios, de facilitar la venida a Cuba del turismo norteamericano, pero hoy el desafío de Cuba se presenta en otro momento. El debate sobre la democratización es otro debate geopolítico y Biden en su discurso de candidato hablaba de reforzar la agenda democrática global e invitaba a todos los demócratas del mundo a ir a Washington frente al a deterioro democrático que se vive en el mundo. Y en esa opción Cuba cae».

EEUU/UE. La negativa del régimen a respetar los DDHH en la isla y a democratizar la vida cubana determinó, a juicio de Cuesta Morúa, que la administración Biden «se distanciara de la política de [Donald] Trump respecto a Cuba —ya que no era muy difícil hacerlo— y al mismo tiempo, decirle a Cuba que su oportunidad había pasado».

Lo anterior ensambla con la resolución de la Comisión Permanente de la Unión Europea conocida el jueves 16 de septiembre en la que «pedimos a las autoridades respetar los derechos humanos y las libertades universales, liberar a los presos detenidos de manera arbitraria e implicarse en un diálogo inclusivo sobre las reivindicaciones de sus ciudadanos», como  dijo la comisaria europea de Interior, Ylva Johansson, en el Parlamento Europeo (PE).

«Los autoritarismos latinoamericanos en la era de las redes sociales. Cuba, Nicaragua y Venezuela ante los reclamos de libertad», fue la convocatoria de la actividad convocada por CADAL y la UCA mediante la plataforma zoom, en la que intervinieron también  Rafael Uzcátegui, sociólogo venezolano y coordinador de PROVEA y María Teresa Blandón, socióloga nicaragüense y directora de La Corriente Feminista.

Para Cuba las redes sociales no solo fueron la alternativa «para desmentir que la tierra fuera plana», dijo Cuesta Morúa, sino que también significaron la alternativa a la prensa oficialista. «Antes no había opción para tener expresión libre, pero las redes sociales se transformaron en la opción de la prensa libre, de la circulación de información que no se permite oficialmente. Rompieron la inefabilidad informativa del régimen», agregó.

Cuesta Morúa destacó varios aspectos aportados por las redes sociales a la ciudadanía cubana: «tienen el efecto de democratizar las relaciones entre el Estado y la sociedad; la gente se muestra mucho más irreverente frente al poder, siente que tiene más fuerza; generó un espacio en el que cada uno se siente más acompañado por los otros. Uno de los aspectos fuertes del totalitarismo es el sentirse solo, pero las redes sociales rompen eso. Generan una compañía, un clima de confianza importante, con otro efecto mucho más poderoso: demuestran la espontaneidad social. Uno de los problemas que tuvo el gobierno cubano es no poder demostrar que hubo una organización detrás del 11J. No pudo construir una nueva teoría conspirativa. Las redes permitieron que el mundo conociera la espontaneidad y la masividad de la protesta. San Antonio de los Baños dista a 800 kilómetros de Palma Soriano en la Region de Oriental de Cuba, y en ambos lugares, al mismo tiempo, hubo manifestaciones. Se movilizaron en diferentes ciudades sin que hubiera organización. Igual que la Primavera Árabe».

Por primera vez en la historia cubana estas manifestaciones del 11J fueron transversales, nacionales, intensas, con demandas políticas. Fueron las primeras manifestaciones posraciales en Cuba, enfatizó cuesta Morúa. «Y el decreto ley que pretendió acallarlas demostró la eficacia de las redes: no pueden tumbarlas. Permitieron que el mundo viera, excepto [la Alta Comisionada para los DDHH de la ONU] Michelle Bachelet, que había una protesta masiva».

Hugo Machín Fajardo
Hugo Machín Fajardo
Redactor Especial del Portal Análisis Latino
Periodista desde 1969, una forzada interrupción entre 1973 -1985, no le impidió ejercer el periodismo clandestino. Secuestrado en 1981 por la dictadura uruguaya, permaneció desaparecido y torturado hasta 1982, en que fue recluido en el Penal de Libertad hasta 1985. Ex -docente de periodismo en Universidad ORT, de Montevideo. Ex vicepresidente de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU). Jurado del Premio Periodismo para la Tolerancia, 2004, de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) /Unión Europea. Coordinó "Periodismo e Infancia-2005". Integró diversas redacciones periodísticas de medios y agencias de noticias en Montevideo, Uruguay. Actualmente se desempeña como free -lance.
 
 
 

 
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