Diálogo Latino Cubano
Promoción de la Apertura Política en Cuba
Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior
La estructura de la obra es cuidadosa y funcional al objeto de estudio, equilibrada y atractiva para los lectores. Consta de ocho ensayos ordenados temáticamente, a los que antecede una Presentación a cargo de los coordinadores, que sitúa la importancia del tema y formula preguntas clave que serán respondidas por los autores. Finaliza con una Bibliografía recomendada, que contiene registros de las dos décadas más recientes incluyendo autores citados, un recurso útil por la calidad temática y autoral y la oportunidad para profundizar y desarrollar nuevas líneas de investigación.Por Ivette García González
Bajo el título “Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior” (Alejandro Anaya Muñoz y Gabriel C. Salvia, coords., Buenos Aires, Argentina, Fundación CADAL/Konrad-Adenauer-Stiftung e.V, 2021, 133 págs.), se presenta una obra colectiva en la que se ofrece con visión holística un balance sobre la evolución y retos de la agenda de los derechos humanos, su lugar en las relaciones internacionales y la política exterior de los estados. Desde posturas críticas y propositivas, los autores se adentran en la estructura normativa e institucional que los acompaña, su relación con el rol de los estados, la soberanía, la democracia y los fenómenos globales, así como el papel de la sociedad civil y la solidaridad internacional.
Advierto que el libro, coordinado por Alejandro Anaya Muñoz y Gabriel C. Salvia, consejero académico y Director General de CADAL, respectivamente, resulta un referente imprescindible. Aunque existen estudios y publicaciones anteriores sobre algunas aristas y problemáticas que en él se abordan, en este confluyen diversas perspectivas teóricas –sobre todo de la Historia, el Derecho, la Ciencia Política y las Relaciones Internacionales-, ocho reconocidos autores que abordan las principales cuestiones relacionadas con el tema.
La estructura de la obra es cuidadosa y funcional al objeto de estudio, equilibrada y atractiva para los lectores. Consta de ocho ensayos ordenados temáticamente, a los que antecede una Presentación a cargo de los coordinadores, que sitúa la importancia del tema y formula preguntas clave que serán respondidas por los autores. Finaliza con una Bibliografía recomendada, que contiene registros de las dos décadas más recientes incluyendo autores citados, un recurso útil por la calidad temática y autoral y la oportunidad para profundizar y desarrollar nuevas líneas de investigación.
Los ocho textos de referencia siguen el hilo conductor de la obra, dialogan entre ellos y sitúan las dicotomías y contradicciones principales en cada problemática examinada. Aunque en cierta medida siguen una lógica diacrónica, prefiero comentarlos de acuerdo con los principales tópicos y aportes que hacen a la lógica y utilidad de la obra.
Tres de ellos argumentan la trilogía derechos humanos-relaciones internacionales-política exterior- como eje transversal en la obra desde el punto de vista teórico, metodológico y práctico. En “Los derechos humanos desde las relaciones internacionales”, de Alejandro Anaya, se sitúa teóricamente el tema y se ofrecen al lector herramientas conceptuales, teóricas y analíticas de las Relaciones Internacionales como disciplina. Se explica la naturaleza y evolución de los derechos humanos, las principales problemáticas, así como la pertinencia de aprovechar ese arsenal de la ciencia para encarar vacíos y desequilibrios temáticos que hoy existen.
El de Gabriel C. Salvia, “Los límites de la política exterior en derechos humanos y la importancia de la solidaridad democrática internacional”, se adentra en la noción, naturaleza y límites de la política exterior para fundamentar por qué los derechos humanos son parte de ella más allá de la voluntad estatal. Examina los desafíos que impone la diferencia entre lo declarativo de los gobiernos y la realidad y, en consecuencia, el liderazgo que en la práctica corresponde a la sociedad civil y la solidaridad democrática internacional, en la promoción y defensa de los derechos humanos.
“Los derechos humanos como restricción y fundamento de la soberanía”, de Julio Montero, completa este primer núcleo. Se detiene en la importante y con mucha frecuencia conflictiva relación entre derechos humanos y soberanía, sus tradiciones teóricas y prácticas a escala nacional e internacional. Examina el asunto desde el orden westfaliano y la teoría soberanista hasta el consenso de 1948, para fundamentar que no son conceptos antagónicos sino categorías complementarias y pilares del orden internacional actual.
Otros tres de los ensayos reunidos respaldan y articulan la correlación de esas tres dimensiones a través del estudio de casos de democracias y dictaduras. En ellos se evalúan –desde la comparación de casos desiguales- comportamientos de los gobiernos en lo interno e internacional, para extraer lecciones, derivar generalizaciones y ofrecer una visión prospectiva.
“Derechos humanos antes y después de la caída del muro de Berlín”, de Günter Nooke, se concentra en la problemática europea y de Alemania en particular. Examina las circunstancias y diferencias –en materia de derechos humanos- entre los modelos de sociedad totalitario y democrático establecidos en ese país durante la postguerra y el curso de la “revolución pacífica” entre 1989 y la unión en 1990. Un excelente repaso que le permite también evaluar el tratamiento de estos temas en la política exterior europea y del cual –advirtiendo las diferencias de contexto- extrae lecciones para otros procesos de transición a la democracia.
Por su parte, Brian Schapira ofrece un interesante y documentado ensayo titulado “Democracias y dictaduras ante el sistema internacional de derechos humanos: los casos de Argentina y Cuba”. A partir del examen de cómo los gobiernos de esos países se posicionan frente a los sistemas de protección de derechos humanos y qué actitud adoptan, ofrece una suerte de caracterización genérica de las democracias y las dictaduras en la materia. Sin pretender ser concluyente, sostiene que mientras las primeras suelen mostrarse más abiertas y colaborativas, las segundas son esquivas, reticentes y hostiles ante tales escenarios.
Y con un ejercicio prospectivo sobre Cuba cierra este bloque “Cuba: ¿un nuevo samaritano global”, de Manuel Cuesta Morúa. Partiendo del vínculo entre derechos humanos y política exterior, de las contradicciones que hoy se presentan entre lo que los gobiernos aceptan y lo que cumplen, Cuesta Morúa visualiza una Cuba futura donde la política exterior se ajustaría a la Carta Internacional de Derechos Humanos. Para ese fin, argumenta las ventajas con que cuenta el país -la tradición, por ejemplo- y las desventajas por las diversas crisis que amenazan hoy la seguridad nacional.
Finalmente, en un tercer apartado pueden considerarse dos textos que evalúan la incidencia de problemáticas globales en la erosión de los derechos humanos, conquistas de la humanidad y valores compartidos, así como los desafíos actuales. Son los textos de Yevgeniy A. Zhovtis “Una crisis en el concepto de derechos humanos en el comienzo del siglo XXI y la lucha por la verdad, la libertad y la justicia” y el de Sybil Rhodes “La libertad de movimiento post covid-19”.
Zhovtis argumenta lo que considera una crisis generalizada de los derechos humanos, por efectos acumulados del impacto del petróleo, el gas, la geopolítica y la guerra contra el terrorismo en la democracia -para cuyo desarrollo tales derechos son cruciales- ahora sumados a la pandemia y su inadecuada gestión de los gobiernos. La fundamenta examinando las tres dimensiones en que los derechos humanos deben gestionarse, al tiempo que señala los desafíos y la importancia de reivindicar la verdad, la libertad y la justicia como valores universales.
Por su parte, Rhodes profundiza en las implicaciones de la pandemia en la promoción y defensa de los derechos humanos. Explica la importancia de la libertad de movimiento para la salud y el bienestar de los seres humanos, así como para el desarrollo de la sociedad, a pesar de lo cual se ha afectado y modificado desde 2020, tanto al interior de los países aun con sistemas diferentes, como en el ámbito internacional. A partir del análisis de los diferentes manejos del problema por los gobiernos, el papel de la ciudadanía y la experiencia, establece algunas generalizaciones y propuestas.
En resumen, la obra que el lector tiene ante sí destaca por su rigor, novedad, pertinencia y calidad autoral. Resulta muy útil tanto para profesores, investigadores, actores políticos y de la sociedad civil relacionados de algún modo con estos temas.
Ofrece un enfoque integrador sobre el tema en un complejo contexto internacional -al que hoy se suma la guerra de Rusia contra Ucrania- y constituye una síntesis de la labor y los desafíos de CADAL como promovente, desde hace diecinueve años, de los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional. Los expertos -de Alemania, México, Estados Unidos, Argentina, Cuba y Kazajistán- que en ella intervienen, cuentan con una larga trayectoria en los ámbitos académico y científico, político y del activismo desde la sociedad civil en sus países y a escala internacional.
Los derechos humanos y su régimen normativo e institucional derivados de la Organización de Naciones Unidas (ONU) son de las mayores conquistas de la humanidad. No deja de ser un sistema imperfecto, un ámbito donde se dirimen numerosas contradicciones asociadas a conflictos y a las tensiones entre el papel protagónico de los estados y el cada vez mayor posicionamiento de la sociedad civil a escala nacional y de las relaciones internacionales.
Pero en su permanente superación, los derechos humanos se confirman como la guía que permite avanzar hacia una convivencia más justa, democrática y armónica en nuestros países y el mundo, de modo que siguen siendo el horizonte. Por eso termino compartiendo el sentimiento y compromiso de los autores, como expresara Alfred Tennyson “Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza”.
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Ivette García GonzálezLa Habana, Cuba, 1965. Historiadora, escritora, Dra. en Ciencias Históricas y profesora e investigadora Titular por la Universidad de La Habana, el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) y el Instituto de Historia de Cuba. Fungió como diplomática en Portugal (2007-2011) y como académica ha colaborado con varias universidades latinoamericanas. Autora de La Habana, tiempo de conflictos (Verde Olivo). Desde la sociedad civil es miembro del equipo, coordinadora de proyectos y articulista de La Joven Cuba, presidió la Comisión de representación de Archipiélago en el exterior (2021) y actualmente coordina el proyecto Cuba en Familia.
Bajo el título “Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior” (Alejandro Anaya Muñoz y Gabriel C. Salvia, coords., Buenos Aires, Argentina, Fundación CADAL/Konrad-Adenauer-Stiftung e.V, 2021, 133 págs.), se presenta una obra colectiva en la que se ofrece con visión holística un balance sobre la evolución y retos de la agenda de los derechos humanos, su lugar en las relaciones internacionales y la política exterior de los estados. Desde posturas críticas y propositivas, los autores se adentran en la estructura normativa e institucional que los acompaña, su relación con el rol de los estados, la soberanía, la democracia y los fenómenos globales, así como el papel de la sociedad civil y la solidaridad internacional.
Advierto que el libro, coordinado por Alejandro Anaya Muñoz y Gabriel C. Salvia, consejero académico y Director General de CADAL, respectivamente, resulta un referente imprescindible. Aunque existen estudios y publicaciones anteriores sobre algunas aristas y problemáticas que en él se abordan, en este confluyen diversas perspectivas teóricas –sobre todo de la Historia, el Derecho, la Ciencia Política y las Relaciones Internacionales-, ocho reconocidos autores que abordan las principales cuestiones relacionadas con el tema.
La estructura de la obra es cuidadosa y funcional al objeto de estudio, equilibrada y atractiva para los lectores. Consta de ocho ensayos ordenados temáticamente, a los que antecede una Presentación a cargo de los coordinadores, que sitúa la importancia del tema y formula preguntas clave que serán respondidas por los autores. Finaliza con una Bibliografía recomendada, que contiene registros de las dos décadas más recientes incluyendo autores citados, un recurso útil por la calidad temática y autoral y la oportunidad para profundizar y desarrollar nuevas líneas de investigación.
Los ocho textos de referencia siguen el hilo conductor de la obra, dialogan entre ellos y sitúan las dicotomías y contradicciones principales en cada problemática examinada. Aunque en cierta medida siguen una lógica diacrónica, prefiero comentarlos de acuerdo con los principales tópicos y aportes que hacen a la lógica y utilidad de la obra.
Tres de ellos argumentan la trilogía derechos humanos-relaciones internacionales-política exterior- como eje transversal en la obra desde el punto de vista teórico, metodológico y práctico. En “Los derechos humanos desde las relaciones internacionales”, de Alejandro Anaya, se sitúa teóricamente el tema y se ofrecen al lector herramientas conceptuales, teóricas y analíticas de las Relaciones Internacionales como disciplina. Se explica la naturaleza y evolución de los derechos humanos, las principales problemáticas, así como la pertinencia de aprovechar ese arsenal de la ciencia para encarar vacíos y desequilibrios temáticos que hoy existen.
El de Gabriel C. Salvia, “Los límites de la política exterior en derechos humanos y la importancia de la solidaridad democrática internacional”, se adentra en la noción, naturaleza y límites de la política exterior para fundamentar por qué los derechos humanos son parte de ella más allá de la voluntad estatal. Examina los desafíos que impone la diferencia entre lo declarativo de los gobiernos y la realidad y, en consecuencia, el liderazgo que en la práctica corresponde a la sociedad civil y la solidaridad democrática internacional, en la promoción y defensa de los derechos humanos.
“Los derechos humanos como restricción y fundamento de la soberanía”, de Julio Montero, completa este primer núcleo. Se detiene en la importante y con mucha frecuencia conflictiva relación entre derechos humanos y soberanía, sus tradiciones teóricas y prácticas a escala nacional e internacional. Examina el asunto desde el orden westfaliano y la teoría soberanista hasta el consenso de 1948, para fundamentar que no son conceptos antagónicos sino categorías complementarias y pilares del orden internacional actual.
Otros tres de los ensayos reunidos respaldan y articulan la correlación de esas tres dimensiones a través del estudio de casos de democracias y dictaduras. En ellos se evalúan –desde la comparación de casos desiguales- comportamientos de los gobiernos en lo interno e internacional, para extraer lecciones, derivar generalizaciones y ofrecer una visión prospectiva.
“Derechos humanos antes y después de la caída del muro de Berlín”, de Günter Nooke, se concentra en la problemática europea y de Alemania en particular. Examina las circunstancias y diferencias –en materia de derechos humanos- entre los modelos de sociedad totalitario y democrático establecidos en ese país durante la postguerra y el curso de la “revolución pacífica” entre 1989 y la unión en 1990. Un excelente repaso que le permite también evaluar el tratamiento de estos temas en la política exterior europea y del cual –advirtiendo las diferencias de contexto- extrae lecciones para otros procesos de transición a la democracia.
Por su parte, Brian Schapira ofrece un interesante y documentado ensayo titulado “Democracias y dictaduras ante el sistema internacional de derechos humanos: los casos de Argentina y Cuba”. A partir del examen de cómo los gobiernos de esos países se posicionan frente a los sistemas de protección de derechos humanos y qué actitud adoptan, ofrece una suerte de caracterización genérica de las democracias y las dictaduras en la materia. Sin pretender ser concluyente, sostiene que mientras las primeras suelen mostrarse más abiertas y colaborativas, las segundas son esquivas, reticentes y hostiles ante tales escenarios.
Y con un ejercicio prospectivo sobre Cuba cierra este bloque “Cuba: ¿un nuevo samaritano global”, de Manuel Cuesta Morúa. Partiendo del vínculo entre derechos humanos y política exterior, de las contradicciones que hoy se presentan entre lo que los gobiernos aceptan y lo que cumplen, Cuesta Morúa visualiza una Cuba futura donde la política exterior se ajustaría a la Carta Internacional de Derechos Humanos. Para ese fin, argumenta las ventajas con que cuenta el país -la tradición, por ejemplo- y las desventajas por las diversas crisis que amenazan hoy la seguridad nacional.
Finalmente, en un tercer apartado pueden considerarse dos textos que evalúan la incidencia de problemáticas globales en la erosión de los derechos humanos, conquistas de la humanidad y valores compartidos, así como los desafíos actuales. Son los textos de Yevgeniy A. Zhovtis “Una crisis en el concepto de derechos humanos en el comienzo del siglo XXI y la lucha por la verdad, la libertad y la justicia” y el de Sybil Rhodes “La libertad de movimiento post covid-19”.
Zhovtis argumenta lo que considera una crisis generalizada de los derechos humanos, por efectos acumulados del impacto del petróleo, el gas, la geopolítica y la guerra contra el terrorismo en la democracia -para cuyo desarrollo tales derechos son cruciales- ahora sumados a la pandemia y su inadecuada gestión de los gobiernos. La fundamenta examinando las tres dimensiones en que los derechos humanos deben gestionarse, al tiempo que señala los desafíos y la importancia de reivindicar la verdad, la libertad y la justicia como valores universales.
Por su parte, Rhodes profundiza en las implicaciones de la pandemia en la promoción y defensa de los derechos humanos. Explica la importancia de la libertad de movimiento para la salud y el bienestar de los seres humanos, así como para el desarrollo de la sociedad, a pesar de lo cual se ha afectado y modificado desde 2020, tanto al interior de los países aun con sistemas diferentes, como en el ámbito internacional. A partir del análisis de los diferentes manejos del problema por los gobiernos, el papel de la ciudadanía y la experiencia, establece algunas generalizaciones y propuestas.
En resumen, la obra que el lector tiene ante sí destaca por su rigor, novedad, pertinencia y calidad autoral. Resulta muy útil tanto para profesores, investigadores, actores políticos y de la sociedad civil relacionados de algún modo con estos temas.
Ofrece un enfoque integrador sobre el tema en un complejo contexto internacional -al que hoy se suma la guerra de Rusia contra Ucrania- y constituye una síntesis de la labor y los desafíos de CADAL como promovente, desde hace diecinueve años, de los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional. Los expertos -de Alemania, México, Estados Unidos, Argentina, Cuba y Kazajistán- que en ella intervienen, cuentan con una larga trayectoria en los ámbitos académico y científico, político y del activismo desde la sociedad civil en sus países y a escala internacional.
Los derechos humanos y su régimen normativo e institucional derivados de la Organización de Naciones Unidas (ONU) son de las mayores conquistas de la humanidad. No deja de ser un sistema imperfecto, un ámbito donde se dirimen numerosas contradicciones asociadas a conflictos y a las tensiones entre el papel protagónico de los estados y el cada vez mayor posicionamiento de la sociedad civil a escala nacional y de las relaciones internacionales.
Pero en su permanente superación, los derechos humanos se confirman como la guía que permite avanzar hacia una convivencia más justa, democrática y armónica en nuestros países y el mundo, de modo que siguen siendo el horizonte. Por eso termino compartiendo el sentimiento y compromiso de los autores, como expresara Alfred Tennyson “Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza”.