Prensa
La represión aumentó fuerte en Cuba con Raúl Castro
Fuente: Infobae (Argentina)
Por Andrea Sambuccetti.
Muchos se preguntan por qué no se produjo un movimiento de intenso cambio -como por ejemplo, un levantamiento social- en Cuba cuando el mandamás de la isla, Fidel Castro, traspasó en julio temporalmente sus funciones como líder de la revolución a su hermano Raúl.
En cambio, todo pareciera estar igual, pese a la cantidad de pronósticos que advertían que el nuevo hombre al frente de Cuba es menos carismático y quizás más estricto que el ahora enfermo dictador.
Cierto es que después del traspaso, "el régimen de la isla ha desplegado y despliega en estos momentos una fuerte campaña propagandística para que el mundo crea que en Cuba se ha iniciado un proceso de cambio y que la represión ha disminuido, dando paso a un nuevo gobierno más abierto, más moderno y pluralista", explica el Informe sobre Violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) en Cuba; marzo-diciembre 2006, realizado por el Dr. Milton Castillo para Directorio Democrático Cubano.
Lamentablemente, "los hechos demuestran lo contrario", asegura el especialista, quien se desempeña como Director Ejecutivo de la Consultoría Jurídica Interamericana de DDHH y anteriormente fue especialista en DDHH en la Comisión Interamericana de DDHH perteneciente a la OEA.
"En el último semestre del año 2006 y en lo transcurrido del 2007 lo que ha primado dentro de Cuba ha sido una fuerte represión política contra activistas de derechos humanos y prisioneros políticos así como medidas cada vez más coercitivas contra la población en general en cuanto al derecho al desarrollo, autogestión económica, acceso a medios de información independientes y el derecho a desplazarse libremente", expresó.
Luego de una ponencia, invitado por el Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina (CADAL), el Dr. Castillo aseguró en diálogo con Infobae.com que "el aparato represivo cubano no ha cesado, se siguen aplicando las mismas normas constitucionales y penales que avalan las violaciones de los derechos fundamentales de las personas".
Por tanto, sostuvo que "quienes pensaron que con Raúl iban a haber ciertas mejoras en materia de DDHH se equivocaron".
El documento de su autoría indica que "los reportes y denuncias enviadas en condiciones muy difíciles desde Cuba por activistas de DDHH, periodistas independientes, familiares de prisioneros políticos y por los propios prisioneros políticos, prueban el esfuerzo del régimen de Raúl Castro por militarizar las calles, reactivar las llamadas organizaciones de masas que no son otra cosa que organizaciones oficialistas y grupos paramilitares disfrazados de sociedad civil para agredir, repudiar, amenazar y discriminar a los que se atreven a demandar sus derechos".
Consultado por Infobae.com acerca de si durante 2006 ocurrieron asesinatos, el experto indicó que "no ha habido fusilamientos, por lo menos, no se conocen, ni tampoco aplicación de la pena de muerte", sin embargo "ha habido tres muertes en prisiones" en ese período.
De hecho, en el informe se citan a modo de ejemplo 66 casos sobre el tratamiento cruel, inhumano, severo y degradante que otorga el Estado cubano a la población penal en general, pero a los presos políticos en especial. Entre ellos: detención en celdas minúsculas donde por meses no puede ver la luz el preso; pisos de barro en los que abundan las ratas; falta de comida, negación a tratamiento médico, aislamiento, encarcelamiento lejos de la familia, donde no pueden recibir visitas, entre otros ejemplos.
De julio de 2006 es uno de los casos más graves, el de Juan Carlos Calzadilla, opositor pacífico del régimen quien fue asesinado de tres tiros por la espalda que le atravesaron el pulmón derecho causándole le muerte instantánea en la prisión de Playa Manteca. "Este crimen sucedió cuando la víctima intentaba escapar, hecho que no justificó la acción del policía Vladimir Roche y del mayor Salazar. Se niega a los familiares a abrir el ataúd para verlo por última vez ni mucho menos, llevárselo", dice el informe.
Hacia septiembre, en tanto, un periodista independiente informó del caso de Armando Martínez López, de 54 años, preso político al que se le negó asistencia médica pese a padecer una neuropatía crónica. Ese mismo mes, Alberto Licea Fuentes denunció que el personal médico y la guarnición en prisión Kilo 8 no brindan asistencia como ocurrió con José Luis Rondón, quien fue diagnosticado con un tumor en el cuello un año atrás y nadie lo atendió aún.
En cuanto a detenciones arbitrarias, manifestó que "hay registrados cientos de casos de aplicación de peligrosidad -especial proclividad para cometer un delito y viola principios universales de legalidad y presunción de inocencia-, actos de repudio, de propaganda enemiga, clandestinidad de impresos hay 24 periodistas independientes presos, hay casi 370 presos políticos cumpliendo condena en las más de 200 cárceles y campos de trabajo".
El documento testifica decenas de casos de acciones brutales, golpizas y detenciones por "pensar distinto". Uno de los casos ilustrativos es el de Bernardo Luis Ascanio y Yuniesky García López, opositores pacíficos que, el 25 de septiembre del año pasado, fueron golpeados salvajemente por miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida y la Policía Nacional cuando pretendían averiguar por el paradero de otros dos opositores detenidos en la ciudad de Santa Clara. Tres semanas después, García López fue brutalmente golpeado por simpatizantes del gobierno cubano al salir de un hospital en el que se encontraba internado un amigo suyo, periodista y psicólogo independiente.
Otro hecho se registró el 10 de octubre cuando Orestes Suárez Torres y Nancy González García fueron arrastrados por las calles de Ranchuelos en la provincia de Villa Clara, golpeados hasta obligarlos a decir vivas a Fidel Castro y humillados ante una multitud de personas que fueron convocadas sin conocer la razón a una plaza pública de esa localidad por la dirección de sus centros de trabajo, por el Partido Comunista de Cuba y otras entidades gubernamentales.
Los casos parecen no terminar a lo largo de este documento al que accedió Infobae.com, de 185 páginas que refuerzan la idea de que, con Raúl, no ha cambiado nada en especial y continúa mucho de lo peor del régimen dictatorial.
Consultado acerca de qué piensa que ocurrirá en el futuro, el consultor internacional indicó: "Una vez que fallezca o pase el régimen de Fidel Castro, no creo que Raúl dure más de dos años. Creo que el sistema político se va a caer por peso propio, que va a haber unas internas dentro del poder, que va a haber ambiciones por lograr el poder y eso va a repercutir en un cambio paulatino del sistema. Creo que tiene que haber un gobierno de transición y que debe formarse una comisión de la verdad y reconciliación".
Infobae (Argentina)Diario líder en información de Buenos Aires.
Pude ver su versión en Internet
en: Infobae.com
Por Andrea Sambuccetti.
Muchos se preguntan por qué no se produjo un movimiento de intenso cambio -como por ejemplo, un levantamiento social- en Cuba cuando el mandamás de la isla, Fidel Castro, traspasó en julio temporalmente sus funciones como líder de la revolución a su hermano Raúl.
En cambio, todo pareciera estar igual, pese a la cantidad de pronósticos que advertían que el nuevo hombre al frente de Cuba es menos carismático y quizás más estricto que el ahora enfermo dictador.
Cierto es que después del traspaso, "el régimen de la isla ha desplegado y despliega en estos momentos una fuerte campaña propagandística para que el mundo crea que en Cuba se ha iniciado un proceso de cambio y que la represión ha disminuido, dando paso a un nuevo gobierno más abierto, más moderno y pluralista", explica el Informe sobre Violaciones a los Derechos Humanos (DDHH) en Cuba; marzo-diciembre 2006, realizado por el Dr. Milton Castillo para Directorio Democrático Cubano.
Lamentablemente, "los hechos demuestran lo contrario", asegura el especialista, quien se desempeña como Director Ejecutivo de la Consultoría Jurídica Interamericana de DDHH y anteriormente fue especialista en DDHH en la Comisión Interamericana de DDHH perteneciente a la OEA.
"En el último semestre del año 2006 y en lo transcurrido del 2007 lo que ha primado dentro de Cuba ha sido una fuerte represión política contra activistas de derechos humanos y prisioneros políticos así como medidas cada vez más coercitivas contra la población en general en cuanto al derecho al desarrollo, autogestión económica, acceso a medios de información independientes y el derecho a desplazarse libremente", expresó.
Luego de una ponencia, invitado por el Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina (CADAL), el Dr. Castillo aseguró en diálogo con Infobae.com que "el aparato represivo cubano no ha cesado, se siguen aplicando las mismas normas constitucionales y penales que avalan las violaciones de los derechos fundamentales de las personas".
Por tanto, sostuvo que "quienes pensaron que con Raúl iban a haber ciertas mejoras en materia de DDHH se equivocaron".
El documento de su autoría indica que "los reportes y denuncias enviadas en condiciones muy difíciles desde Cuba por activistas de DDHH, periodistas independientes, familiares de prisioneros políticos y por los propios prisioneros políticos, prueban el esfuerzo del régimen de Raúl Castro por militarizar las calles, reactivar las llamadas organizaciones de masas que no son otra cosa que organizaciones oficialistas y grupos paramilitares disfrazados de sociedad civil para agredir, repudiar, amenazar y discriminar a los que se atreven a demandar sus derechos".
Consultado por Infobae.com acerca de si durante 2006 ocurrieron asesinatos, el experto indicó que "no ha habido fusilamientos, por lo menos, no se conocen, ni tampoco aplicación de la pena de muerte", sin embargo "ha habido tres muertes en prisiones" en ese período.
De hecho, en el informe se citan a modo de ejemplo 66 casos sobre el tratamiento cruel, inhumano, severo y degradante que otorga el Estado cubano a la población penal en general, pero a los presos políticos en especial. Entre ellos: detención en celdas minúsculas donde por meses no puede ver la luz el preso; pisos de barro en los que abundan las ratas; falta de comida, negación a tratamiento médico, aislamiento, encarcelamiento lejos de la familia, donde no pueden recibir visitas, entre otros ejemplos.
De julio de 2006 es uno de los casos más graves, el de Juan Carlos Calzadilla, opositor pacífico del régimen quien fue asesinado de tres tiros por la espalda que le atravesaron el pulmón derecho causándole le muerte instantánea en la prisión de Playa Manteca. "Este crimen sucedió cuando la víctima intentaba escapar, hecho que no justificó la acción del policía Vladimir Roche y del mayor Salazar. Se niega a los familiares a abrir el ataúd para verlo por última vez ni mucho menos, llevárselo", dice el informe.
Hacia septiembre, en tanto, un periodista independiente informó del caso de Armando Martínez López, de 54 años, preso político al que se le negó asistencia médica pese a padecer una neuropatía crónica. Ese mismo mes, Alberto Licea Fuentes denunció que el personal médico y la guarnición en prisión Kilo 8 no brindan asistencia como ocurrió con José Luis Rondón, quien fue diagnosticado con un tumor en el cuello un año atrás y nadie lo atendió aún.
En cuanto a detenciones arbitrarias, manifestó que "hay registrados cientos de casos de aplicación de peligrosidad -especial proclividad para cometer un delito y viola principios universales de legalidad y presunción de inocencia-, actos de repudio, de propaganda enemiga, clandestinidad de impresos hay 24 periodistas independientes presos, hay casi 370 presos políticos cumpliendo condena en las más de 200 cárceles y campos de trabajo".
El documento testifica decenas de casos de acciones brutales, golpizas y detenciones por "pensar distinto". Uno de los casos ilustrativos es el de Bernardo Luis Ascanio y Yuniesky García López, opositores pacíficos que, el 25 de septiembre del año pasado, fueron golpeados salvajemente por miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida y la Policía Nacional cuando pretendían averiguar por el paradero de otros dos opositores detenidos en la ciudad de Santa Clara. Tres semanas después, García López fue brutalmente golpeado por simpatizantes del gobierno cubano al salir de un hospital en el que se encontraba internado un amigo suyo, periodista y psicólogo independiente.
Otro hecho se registró el 10 de octubre cuando Orestes Suárez Torres y Nancy González García fueron arrastrados por las calles de Ranchuelos en la provincia de Villa Clara, golpeados hasta obligarlos a decir vivas a Fidel Castro y humillados ante una multitud de personas que fueron convocadas sin conocer la razón a una plaza pública de esa localidad por la dirección de sus centros de trabajo, por el Partido Comunista de Cuba y otras entidades gubernamentales.
Los casos parecen no terminar a lo largo de este documento al que accedió Infobae.com, de 185 páginas que refuerzan la idea de que, con Raúl, no ha cambiado nada en especial y continúa mucho de lo peor del régimen dictatorial.
Consultado acerca de qué piensa que ocurrirá en el futuro, el consultor internacional indicó: "Una vez que fallezca o pase el régimen de Fidel Castro, no creo que Raúl dure más de dos años. Creo que el sistema político se va a caer por peso propio, que va a haber unas internas dentro del poder, que va a haber ambiciones por lograr el poder y eso va a repercutir en un cambio paulatino del sistema. Creo que tiene que haber un gobierno de transición y que debe formarse una comisión de la verdad y reconciliación".
Pude ver su versión en Internet en: Infobae.com