Comunicados
Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Pedido por Bielorrusia al Canciller Felipe Solá
CADAL le solicitó al Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina que se pronuncie condenando la represión estatal en Bielorrusia a manifestantes pacíficos, incluidas detenciones arbitrarias, torturas y casos de personas fallecidas por brutalidad policial. Asimismo, CADAL le solicitó a Solá que la República Argentina se sume a la comunidad democrática internacional reclamando que se repitan las elecciones presidenciales en Bielorrusia, permitiendo la observación de distintos organismos intergubernamentales sobre la transparencia de las mismas.
CADAL le expresó al Canciller Solá que como habrán tomado conocimiento en su Ministerio, tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto pasado en Bielorrusia, las instituciones estatales informaron que el presidente Aleksandr Lukashenko había obtenido más de un 80% de los votos. Los resultados oficiales han sido cuestionados por las autoridades de Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Islandia, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Estados Unidos, Canadá, Ucrania y el Parlamento Europeo.
Al respecto, desde la misma noche del domingo 9 de agosto ha habido convocatorias populares, tanto en Minsk como en otras ciudades del país, y una huelga general a la que han adherido decenas de miles de trabajadores estatales. Las manifestaciones han sido respondidas por una violenta represión que dejó como saldo al menos siete mil manifestantes detenidos y al menos dos asesinados. El primero de ellos, Aleksandr Taraikovski, de 34 años, murió cerca de la plaza Pushkin de Minsk. El Ministerio del Interior de Bielorrusia aseguró que el hombre había fallecido al arrojar un artefacto explosivo improvisado a la Policía, pero numerosos videos desmienten la información oficial. En Gómel, segunda mayor ciudad del país, murió Aleksandr Vijor, de 25 años. Se encontraba bajo custodia policial y falleció tras ser golpeado y abandonado en una camioneta durante horas. No recibió ningún tipo de atención médica.
Además se suman al menos 200 personas heridas, entre ellas decenas de periodistas locales y extranjeros. Al menos 55 periodistas fueron detenidos.
Las personas que fueron eventualmente liberadas testimonian haber sido torturadas o sometidas a otros malos tratos en los centros de detención. Denuncian que fueron desnudadas, golpeadas y que recibieron amenazas de todo tipo, incluyendo violaciones por parte de policías y guardias. Desde el exterior de los centros de detención se escuchan los gritos de las víctimas de tortura. Tanto los testigos como los videos lo corroboran.
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, llamó a las autoridades locales a mostrar moderación al responder a los manifestantes. Las denuncias de tortura y otros malos tratos a personas detenidas deben investigarse a fondo. Joanna Kazana-Wisniowiecki, Coordinadora Residente de la ONU en Bielorrusia, ha expresado su preocupación por las denuncias de tortura y otros malos tratos a personas, incluidos menores.
Luego de las cuestionadas elecciones, al menos 200 mil personas formaron parte de la mayor convocatoria política de la historia de Bielorrusia. Exigieron elecciones justas y democráticas, el fin de la represión y la libertad para los presos políticos. Es hora de que sean escuchadas.
Finalmente, en la carta firmada por Gabriel C. Salvia, Director General de CADAL, se le recordó a Felipe Solá que el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina afirma en su sitio web que "Valores como la libertad, la democracia, los derechos humanos, la solidaridad, el multiculturalismo, la libertad de cultos, la igualdad de género, entre otros que hoy son parte de nuestra realidad, son reforzados y protegidos a través de la acción internacional del Estado". Por tal motivo, desde CADAL, fundación privada y a-partidaria que tiene como misión promover los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional, le agradeceremos que la República Argentina responda frente a la actual situación política en Bielorrusia haciendo cumplir lo que proclama su política exterior.
CADAL le expresó al Canciller Solá que como habrán tomado conocimiento en su Ministerio, tras las elecciones presidenciales del 9 de agosto pasado en Bielorrusia, las instituciones estatales informaron que el presidente Aleksandr Lukashenko había obtenido más de un 80% de los votos. Los resultados oficiales han sido cuestionados por las autoridades de Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Islandia, Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Estados Unidos, Canadá, Ucrania y el Parlamento Europeo.
Al respecto, desde la misma noche del domingo 9 de agosto ha habido convocatorias populares, tanto en Minsk como en otras ciudades del país, y una huelga general a la que han adherido decenas de miles de trabajadores estatales. Las manifestaciones han sido respondidas por una violenta represión que dejó como saldo al menos siete mil manifestantes detenidos y al menos dos asesinados. El primero de ellos, Aleksandr Taraikovski, de 34 años, murió cerca de la plaza Pushkin de Minsk. El Ministerio del Interior de Bielorrusia aseguró que el hombre había fallecido al arrojar un artefacto explosivo improvisado a la Policía, pero numerosos videos desmienten la información oficial. En Gómel, segunda mayor ciudad del país, murió Aleksandr Vijor, de 25 años. Se encontraba bajo custodia policial y falleció tras ser golpeado y abandonado en una camioneta durante horas. No recibió ningún tipo de atención médica.
Además se suman al menos 200 personas heridas, entre ellas decenas de periodistas locales y extranjeros. Al menos 55 periodistas fueron detenidos.
Las personas que fueron eventualmente liberadas testimonian haber sido torturadas o sometidas a otros malos tratos en los centros de detención. Denuncian que fueron desnudadas, golpeadas y que recibieron amenazas de todo tipo, incluyendo violaciones por parte de policías y guardias. Desde el exterior de los centros de detención se escuchan los gritos de las víctimas de tortura. Tanto los testigos como los videos lo corroboran.
António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, llamó a las autoridades locales a mostrar moderación al responder a los manifestantes. Las denuncias de tortura y otros malos tratos a personas detenidas deben investigarse a fondo. Joanna Kazana-Wisniowiecki, Coordinadora Residente de la ONU en Bielorrusia, ha expresado su preocupación por las denuncias de tortura y otros malos tratos a personas, incluidos menores.
Luego de las cuestionadas elecciones, al menos 200 mil personas formaron parte de la mayor convocatoria política de la historia de Bielorrusia. Exigieron elecciones justas y democráticas, el fin de la represión y la libertad para los presos políticos. Es hora de que sean escuchadas.
Finalmente, en la carta firmada por Gabriel C. Salvia, Director General de CADAL, se le recordó a Felipe Solá que el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina afirma en su sitio web que "Valores como la libertad, la democracia, los derechos humanos, la solidaridad, el multiculturalismo, la libertad de cultos, la igualdad de género, entre otros que hoy son parte de nuestra realidad, son reforzados y protegidos a través de la acción internacional del Estado". Por tal motivo, desde CADAL, fundación privada y a-partidaria que tiene como misión promover los derechos humanos y la solidaridad democrática internacional, le agradeceremos que la República Argentina responda frente a la actual situación política en Bielorrusia haciendo cumplir lo que proclama su política exterior.