Comunicados
Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Solicitud al Comité Olímpico Argentino
Los Juegos de Invierno 2022 corren un grave riesgo de legitimar abusos de derechos humanos. La indicación más clara de esto proviene de los Juegos Olímpicos 2008, cuando China asumió una serie de compromisos de derechos humanos durante su exitosa candidatura, que posteriormente y de forma inmediata dio marcha atrás, y aumentó sus represiones contra tibetanos, uigures y críticos del gobierno. A pesar de esto, no enfrentó ningún desafío del Comité Olímpico Internacional en ningún momento. Grupos y expertos de derechos humanos han advertido que los Juegos de 2022 se llevarán a cabo en un entorno de derechos humanos significativamente peor que en el 2008.
Como integrante del International Tibet Network, CADAL le solicitó al Dr. Gerardo Werthein, Presidente del Comité Olímpico Argentino, tener en consideración para participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 las numerosas y graves preocupaciones de derechos humanos que rodean los Juegos.
La carta destaca que al menos dos millones de musulmanes uigures, kazajos y uzbecos están actualmente encarcelados en “campos de reeducación” siendo sometidos a torturas sistemáticas, violaciones y reeducación política, que son cada vez más reconocidas como genocidio por los gobiernos y parlamentos internacionales, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y los Países Bajos.
El texto firmado por Gabriel C. Salvia, Director General de CADAL, destaca que “la represión también se extiende a otros pueblos bajo el régimen del Partido Comunista Chino. La situación en el Tíbet ilegalmente ocupado se ha deteriorado drásticamente durante la última década y en enero de 2021 fue catalogado como el peor lugar del mundo para los derechos civiles y políticos junto con Siria. En Hong Kong, el gobierno chino ha implementado un draconiano proyecto de Ley de Seguridad Nacional que se está utilizando para criminalizar protestas e incluso las críticas leves al gobierno chino. Las protestas de los mongoles del sur quienes están viendo la erradicación de su lengua y cultura, son reprimidas con fuerza. Mientras tanto, China sigue encarcelando a más periodistas que cualquier otro país del mundo, lo que dificulta conciliar las afirmaciones del gobierno chino de que los Juegos se caracterizan por un espíritu de ‘apertura’”.
El pedido de CADAL al Comité Olímpico Argentino incluye “que se asegure de que todos los atletas que potencialmente asistirán a Beijing 2022 sean informados de manera inmediata y adecuada sobre la severa represión política y el deterioro de la situación de los derechos humanos. Informar a sus atletas es fundamental para su seguridad, a fin de tener la certeza de que conocen la situación política”.
CADAL le recordó al Dr. Werthein que “la República Argentina ha asumido un compromiso internacional en la defensa de los derechos humanos y que es muy caro a nuestra memoria el contexto de terrorismo de Estado en el cual se realizó el Mundial de Fútbol del año 1978. En esos años de plomo, la dictadura militar argentina utilizó dicho evento deportivo de manera propagandística para silenciar las violaciones a los derechos humanos en nuestro país. Por tal motivo, es nuestra obligación moral el advertir sobre las actuales víctimas del terrorismo de Estado, como es el caso de China, y que la representación olímpica de la Argentina en Beijing 2022 no se convierta en cómplice del silencio que busca la mayor dictadura del mundo”.
Como integrante del International Tibet Network, CADAL le solicitó al Dr. Gerardo Werthein, Presidente del Comité Olímpico Argentino, tener en consideración para participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 las numerosas y graves preocupaciones de derechos humanos que rodean los Juegos.
La carta destaca que al menos dos millones de musulmanes uigures, kazajos y uzbecos están actualmente encarcelados en “campos de reeducación” siendo sometidos a torturas sistemáticas, violaciones y reeducación política, que son cada vez más reconocidas como genocidio por los gobiernos y parlamentos internacionales, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y los Países Bajos.
El texto firmado por Gabriel C. Salvia, Director General de CADAL, destaca que “la represión también se extiende a otros pueblos bajo el régimen del Partido Comunista Chino. La situación en el Tíbet ilegalmente ocupado se ha deteriorado drásticamente durante la última década y en enero de 2021 fue catalogado como el peor lugar del mundo para los derechos civiles y políticos junto con Siria. En Hong Kong, el gobierno chino ha implementado un draconiano proyecto de Ley de Seguridad Nacional que se está utilizando para criminalizar protestas e incluso las críticas leves al gobierno chino. Las protestas de los mongoles del sur quienes están viendo la erradicación de su lengua y cultura, son reprimidas con fuerza. Mientras tanto, China sigue encarcelando a más periodistas que cualquier otro país del mundo, lo que dificulta conciliar las afirmaciones del gobierno chino de que los Juegos se caracterizan por un espíritu de ‘apertura’”.
El pedido de CADAL al Comité Olímpico Argentino incluye “que se asegure de que todos los atletas que potencialmente asistirán a Beijing 2022 sean informados de manera inmediata y adecuada sobre la severa represión política y el deterioro de la situación de los derechos humanos. Informar a sus atletas es fundamental para su seguridad, a fin de tener la certeza de que conocen la situación política”.
CADAL le recordó al Dr. Werthein que “la República Argentina ha asumido un compromiso internacional en la defensa de los derechos humanos y que es muy caro a nuestra memoria el contexto de terrorismo de Estado en el cual se realizó el Mundial de Fútbol del año 1978. En esos años de plomo, la dictadura militar argentina utilizó dicho evento deportivo de manera propagandística para silenciar las violaciones a los derechos humanos en nuestro país. Por tal motivo, es nuestra obligación moral el advertir sobre las actuales víctimas del terrorismo de Estado, como es el caso de China, y que la representación olímpica de la Argentina en Beijing 2022 no se convierta en cómplice del silencio que busca la mayor dictadura del mundo”.