Prensa
LA VIGA EN EL PROPIO
Fuente: Infobae (Argentina)
El señor Gabriel Salvia, director general del Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina, publicó en ese medio el 6 de septiembre una nota titulada "¿Cuánto le queda a Bielsa para hacer algo por los disidentes?". Allí se hace referencia a los disidentes cubanos así como también a cuestiones relacionadas con la posición argentina respecto de Cuba en el campo bilateral y multilateral.
En el ámbito bilateral, subrayo que hemos puesto la relación con Cuba en el nivel que históricamente tenía. Salvo el breve lapso de retiro de nuestro embajador, esa relación transcurrió con los matices que presenta el diálogo entre países que se conocen, que son amigos, que eventualmente discrepan y que, por encima de diferencias, se respetan. La embajada argentina en La Habana está y estará abierta a los disidentes y no dejará de ofrecerles apoyo cuando resulte necesario. Las tradiciones diplomáticas argentinas no se olvidan.
En lo que tiene que ver con lo multilateral, la Argentina seguirá promoviendo la defensa de los derechos humanos en toda instancia en que los mismos sean vulnerados. Lo que no es razonable hacer es actuar selectivamente, marcando transgresiones en un lado y soslayándolas en otro. Ello resta seriedad a la causa de las libertades fundamentales, con la que la diplomacia argentina está identificada desde 1983.
Con relación a la doctora Hilda Molina, deseo señalar tajantemente que estamos haciendo todo lo posible para que pueda visitar la República Argentina. En mi último encuentro con el Canciller cubano, Don Felipe Pérez Roque, le hice entrega de una carta en ese sentido. Esa carta es un documento diplomático de alto nivel. Esperamos una respuesta útil. Pero hay algo adicional que quisiera decir. La diplomacia no es más eficaz si se la practica a través de los medios. Todo lo contrario. La esencia de la diplomacia es la reserva y la oportunidad. Por ello, logra los resultados deseados sin afectar otros intereses o servir a propósitos de terceros. Por lo demás, dicha misiva dista de ser la única iniciativa llevada adelante en la materia.
Dos reflexiones finales. La primera es que valoro la opinión de los distinguidos intelectuales Marcos Aguinis, Juan José Sebreli, María Saénz Quesada, Silvina Walger y Fernando Ruiz y no me es indiferente la sensibilidad demostrada en este tema; es por ello que los he recibido personalmente, al igual que al autor de la nota que motiva estas líneas. Espero fervorosamente que sus inquietudes, así como las mías, sean satisfechas.
La segunda observación consiste en afirmar que no trabajo para ser diputado nacional. Mi horizonte es la política exterior y mi instrumento, la Cancillería. A ésta dedico mi tiempo y esfuerzo, y como supo escribir García Lorca, con ello tengo bastante.
Rafael Bielsa es Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina.
Este artículo fue originalmente publicado el 7 de septiembre de 2004 en Infobae.
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en: Infobae.com
El señor Gabriel Salvia, director general del Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina, publicó en ese medio el 6 de septiembre una nota titulada "¿Cuánto le queda a Bielsa para hacer algo por los disidentes?". Allí se hace referencia a los disidentes cubanos así como también a cuestiones relacionadas con la posición argentina respecto de Cuba en el campo bilateral y multilateral.
En el ámbito bilateral, subrayo que hemos puesto la relación con Cuba en el nivel que históricamente tenía. Salvo el breve lapso de retiro de nuestro embajador, esa relación transcurrió con los matices que presenta el diálogo entre países que se conocen, que son amigos, que eventualmente discrepan y que, por encima de diferencias, se respetan. La embajada argentina en La Habana está y estará abierta a los disidentes y no dejará de ofrecerles apoyo cuando resulte necesario. Las tradiciones diplomáticas argentinas no se olvidan.
En lo que tiene que ver con lo multilateral, la Argentina seguirá promoviendo la defensa de los derechos humanos en toda instancia en que los mismos sean vulnerados. Lo que no es razonable hacer es actuar selectivamente, marcando transgresiones en un lado y soslayándolas en otro. Ello resta seriedad a la causa de las libertades fundamentales, con la que la diplomacia argentina está identificada desde 1983.
Con relación a la doctora Hilda Molina, deseo señalar tajantemente que estamos haciendo todo lo posible para que pueda visitar la República Argentina. En mi último encuentro con el Canciller cubano, Don Felipe Pérez Roque, le hice entrega de una carta en ese sentido. Esa carta es un documento diplomático de alto nivel. Esperamos una respuesta útil. Pero hay algo adicional que quisiera decir. La diplomacia no es más eficaz si se la practica a través de los medios. Todo lo contrario. La esencia de la diplomacia es la reserva y la oportunidad. Por ello, logra los resultados deseados sin afectar otros intereses o servir a propósitos de terceros. Por lo demás, dicha misiva dista de ser la única iniciativa llevada adelante en la materia.
Dos reflexiones finales. La primera es que valoro la opinión de los distinguidos intelectuales Marcos Aguinis, Juan José Sebreli, María Saénz Quesada, Silvina Walger y Fernando Ruiz y no me es indiferente la sensibilidad demostrada en este tema; es por ello que los he recibido personalmente, al igual que al autor de la nota que motiva estas líneas. Espero fervorosamente que sus inquietudes, así como las mías, sean satisfechas.
La segunda observación consiste en afirmar que no trabajo para ser diputado nacional. Mi horizonte es la política exterior y mi instrumento, la Cancillería. A ésta dedico mi tiempo y esfuerzo, y como supo escribir García Lorca, con ello tengo bastante.
Rafael Bielsa es Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina.
Este artículo fue originalmente publicado el 7 de septiembre de 2004 en Infobae.
Pude ver su versión en Internet en: Infobae.com