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Promoción de la Apertura Política en Cuba
Yoani Sánchez y Página 12
(Prensa y Expresión) Hacer un medio de comunicación y parirlo bien desde el principio es fundamental. Intentar un periodismo equilibrado con valores que van más allá de la denuncia o del advocacy, también lo es. Hacer esto en un contexto de profunda opresión y persecución es el gran desafío, pero un camino inevitable para que la fama no solo sea pasajera sino perdurable.Por Ricardo Trotti
(Prensa y Expresión) La valiente bloguera cubana Yoani Sánchez aseguró que a su regreso a Cuba, a las garras de un gobierno que se comporta como “padre despótico” con ella, como dijo en la reunión de Puebla de la SIP, tendrá como misión crear un medio de comunicación libre, junto a otros periodistas independientes.
Reconoce que la tarea no será fácil en un país donde la información y los medios, incluido el internet, son función monopólica del Estado. Lo que no explicó es sobre el formato de ese medio ni como generará el dinero suficiente para mantener una empresa, cuyas características son muy complejas, y que requieren de autonomía económica para mantener la independencia de las ideas y el criterio editorial.
Es probable que la atención mediática y fama que ella ha recogido antes de salir de la isla y ahora por fuera, le hayan permitido acumular ideas sobre fuentes de financiamiento. Estoy seguro que muchas fundaciones, organizaciones y hasta gobiernos estarían tentados en auspiciar una idea trascendental como la de Yoani. El gobierno estadounidense, así como los escandinavos en particular y el alemán, a través de diferentes programas para la promoción de la democracia prevén, el apoyo a medios de comunicación alternativos y nuevas metodologías a través de internet por lo que siempre están ávidos de encontrar nuevos emprendedores.
Hasta ahora Yoani ha tenido la valentía de hacer periodismo en un país totalitario. Su ventaja, mientras dura el autoritarismo, es que puede hacerlo desde una perspectiva segura, periodísticamente hablando, reclamando mayor libertad de expresión y otros derechos humanos conculcados. Me recuerda en mucho al periodismo de batalla y trascendental para la democracia que ejerció Página 12 en Argentina en la época de la dictadura y del neoliberalismo de Carlos Menem, donde su importante prédica e investigación fue contra la corrupción y los abusos de poder.
El riesgo sería que Yoani siga y termine haciendo este tipo de periodismo de choque y de denuncia, dejando de lado otros atributos del periodismo. La trascendencia de Página 12 duró tanto como la falta de libertad o de ideologías diferentes a su criterio editorial. Hoy, con un gobierno con el que comulga, Página 12 es una sombra del periódico trascendente de otras épocas, teniendo escasa independencia editorial por, entre otras razones, contar con un fuerte respaldo económico a través de la publicidad oficial que el gobierno distribuye en forma discriminatoria.
El reto de Yoani será hacer buen periodismo y encontrar la manera de hacerlo en forma independiente, sin la intervención económica de ningún tipo de organización, ya sea sin fines de lucro o gubernativa, que pudiera comprometer algún día su línea editorial e independencia. Sin publicidad local – porque no la hay o porque el gobierno perseguirá a quien la paute – Yoani debería pensar en fuentes de publicidad internacional, ya sea de fuentes privadas directas – también con riesgos de dependencia - o a través de los servicios de adsense de Google y de otros buscadores que ofrecen publicidad por click.
Hacer un medio de comunicación y parirlo bien desde el principio es fundamental. Intentar un periodismo equilibrado con valores que van más allá de la denuncia o del advocacy, también lo es. Hacer esto en un contexto de profunda opresión y persecución es el gran desafío, pero un camino inevitable para que la fama no solo sea pasajera sino perdurable.
Fuente: (Prensa y Expresión)
Ricardo TrottiConsejero ConsultivoDirector ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con sede en Miami, donde trabaja desde 1993 habiéndose desempeñado como director del Instituto de Prensa y de Libertad de Prensa. Es periodista de origen argentino, nacionalizado estadounidense, especialista en libertad de prensa y ética periodística. Fue asistente del director de El Nuevo Herald, Miami y jefe de Redacción de El Liberal en Santiago del Estero, Argentina; fue redactor y fotógrafo en publicaciones de Washington y columnista sindicado sobre libertades de prensa y expresión en numerosos medios de América Latina y EE.UU. Es autor de varios libros y recibió premios nacionales e internacionales por su labor profesional. Fue fellow en Harvard University del Centro Weatherhead sobre Asuntos Internacionales en 2013-2014. Dicta conferencias y seminarios sobre ética periodística y libertad de prensa, temas que refleja en su actividad como artista plástico.
(Prensa y Expresión) La valiente bloguera cubana Yoani Sánchez aseguró que a su regreso a Cuba, a las garras de un gobierno que se comporta como “padre despótico” con ella, como dijo en la reunión de Puebla de la SIP, tendrá como misión crear un medio de comunicación libre, junto a otros periodistas independientes.
Reconoce que la tarea no será fácil en un país donde la información y los medios, incluido el internet, son función monopólica del Estado. Lo que no explicó es sobre el formato de ese medio ni como generará el dinero suficiente para mantener una empresa, cuyas características son muy complejas, y que requieren de autonomía económica para mantener la independencia de las ideas y el criterio editorial.
Es probable que la atención mediática y fama que ella ha recogido antes de salir de la isla y ahora por fuera, le hayan permitido acumular ideas sobre fuentes de financiamiento. Estoy seguro que muchas fundaciones, organizaciones y hasta gobiernos estarían tentados en auspiciar una idea trascendental como la de Yoani. El gobierno estadounidense, así como los escandinavos en particular y el alemán, a través de diferentes programas para la promoción de la democracia prevén, el apoyo a medios de comunicación alternativos y nuevas metodologías a través de internet por lo que siempre están ávidos de encontrar nuevos emprendedores.
Hasta ahora Yoani ha tenido la valentía de hacer periodismo en un país totalitario. Su ventaja, mientras dura el autoritarismo, es que puede hacerlo desde una perspectiva segura, periodísticamente hablando, reclamando mayor libertad de expresión y otros derechos humanos conculcados. Me recuerda en mucho al periodismo de batalla y trascendental para la democracia que ejerció Página 12 en Argentina en la época de la dictadura y del neoliberalismo de Carlos Menem, donde su importante prédica e investigación fue contra la corrupción y los abusos de poder.
El riesgo sería que Yoani siga y termine haciendo este tipo de periodismo de choque y de denuncia, dejando de lado otros atributos del periodismo. La trascendencia de Página 12 duró tanto como la falta de libertad o de ideologías diferentes a su criterio editorial. Hoy, con un gobierno con el que comulga, Página 12 es una sombra del periódico trascendente de otras épocas, teniendo escasa independencia editorial por, entre otras razones, contar con un fuerte respaldo económico a través de la publicidad oficial que el gobierno distribuye en forma discriminatoria.
El reto de Yoani será hacer buen periodismo y encontrar la manera de hacerlo en forma independiente, sin la intervención económica de ningún tipo de organización, ya sea sin fines de lucro o gubernativa, que pudiera comprometer algún día su línea editorial e independencia. Sin publicidad local – porque no la hay o porque el gobierno perseguirá a quien la paute – Yoani debería pensar en fuentes de publicidad internacional, ya sea de fuentes privadas directas – también con riesgos de dependencia - o a través de los servicios de adsense de Google y de otros buscadores que ofrecen publicidad por click.
Hacer un medio de comunicación y parirlo bien desde el principio es fundamental. Intentar un periodismo equilibrado con valores que van más allá de la denuncia o del advocacy, también lo es. Hacer esto en un contexto de profunda opresión y persecución es el gran desafío, pero un camino inevitable para que la fama no solo sea pasajera sino perdurable.
Fuente: (Prensa y Expresión)