Artículos
Defensa y promoción de la institucionalidad democrática en la Argentina

La casta legislativa libertaria
Hasta ahora los datos crudos muestran que los políticos libertarios utilizan los recursos públicos en los ámbitos legislativos igual que el resto de los partidos y que el discurso «anti-casta» es puro populismo.Por Gabriel C. Salvia
Aprovechando el contexto de los recientes papelones del bloque libertario en las últimas dos sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación y el hecho poco republicano de la falta de envío del proyecto de ley de presupuesto nacional para el corriente año, cobra relevancia la comparación de consultas realizadas sobre los empleados parlamentarios en los sitios web de la Cámara de Diputados y del Senado de la Nación Argentina, primero en abril de 2024 y luego en diciembre del mismo año. La misma evidencia que la “motosierra” no se aplicó en el Poder Legislativo Nacional. Y no sólo eso, se está sumando una nueva casta legislativa, la de los empleados libertarios.
En efecto, en el Senado de la Nación, entre los 7 legisladores que asumieron una banca por La Libertad Avanza y la Vicepresidente Victoria Villarruel, incorporaron 69 empleados como Planta Transitoria, a los cuales se les suma la “vieja casta” de 39 empleados de la Planta Permanente. Los primeros son los que ingresan con un legislador y cuando éste culmina su mandato se termina la relación laboral. Pero en la práctica, muchos que ingresan como temporarios logran permanecer con otro legislador nuevo que ingresa u obteniendo el pase a la planta permanente, y así se va conformando lo que se conoce como “las capas geológicas” del personal legislativo.
En la cámara baja, los 37 diputados que ingresaron por La Libertad Avanza designaron a 72 empleados en la Planta Transitoria y sumaron a 40 de la Planta Permanente. En la consulta realizada en abril del 2024, la Cámara de Diputados de la Nación contaba con 4701 empleados, 2239 Permanentes y 2462 Transitorios; y en la consulta de diciembre del mismo año el total alcanzaba los 4551 empleados, 2615 Permanentes y 1936 Transitorios. Es decir, en el año del “gran ajuste” y de la motosierra, la cámara baja redujo sus empleados en 150, el 3,1 por ciento. Pero el dato es que durante la gestión de Martín Menem aumentaron los empleados de la Planta Permanente en 376 nuevos empleados públicos que gozarán de los privilegios del Estatuto del Personal Legislativo.
A lo anterior hay que agregar que, a diferencia del Senado, la Cámara de Diputados no publica la nómina del personal contratado y tampoco desagrega la asignación del personal de distintas dependencias, como por ejemplo los Bloques políticos y las comisiones.
En la cámara alta, en abril de 2024 el total de empleados estaba en 4458, entre ellos 2769 Permanentes y 1689 Transitorios; y en diciembre del mismo año eran un total de 4217, unos 2581 Permanentes y 1636 Transitorios. Entonces, el Senado redujo sus empleados permanentes en 188, que se puede deber no a un pequeño recorte, sino a quienes se jubilaron o fallecieron. Aquí el dato es que entre los 188 empleados menos de la Planta Permanente y los 53 de la Planta Temporaria, es decir una reducción total de 241 empleados, hay que sumar que en abril los Contratados eran 132 y en diciembre del mismo año 2024, figuraban 426, o sea, 294 personas más que cobrarán del Estado, del contribuyente que paga impuestos o, en la jerga libertaria, “de la tuya”.
Al ser el gobierno de Javier Milei un proyecto personalista no existe interés en crear una institucionalidad partidaria en La Libertad Avanza, que por ejemplo incluya un criterio de austeridad pública para la designación de personal por parte de sus legisladores y no utilizarlos de manera clientelar. El ejemplo más claro es el del Senador Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, cuando admitió en una entrevista, con total naturalidad, que tenía empleados asignados a la campaña política en su provincia. Abdala tiene como Senador Nacional 15 empleados, 2 Permanentes y 13 Transitorios.
Por su parte, en la legislatura porteña, de acuerdo a la información disponible hasta el 28 de noviembre de 2024, los 60 legisladores contaban con un total de 325 empleados, un promedio aproximado de 5 por cada uno. Los 7 legisladores que ingresaron por La Libertad Avanza sumaban 36 empleados, es decir, el mismo promedio del total. Pero la titular del bloque, Pilar Ramírez, cuenta con 7 empleados, 2 más del promedio.
En definitiva, hasta ahora los datos crudos muestran que los políticos libertarios utilizan los recursos públicos en los ámbitos legislativos igual que el resto de los partidos y que el discurso “anti-casta” es puro populismo. Además, si no se discute la ley de presupuesto nacional, incluyendo la Jurisdicción 1 del Poder Legislativo, mucho menos se debatirá la necesaria reforma político-administrativa en el Congreso Nacional. Ironías de la historia, los últimos parlamentarios que enfatizaban en la austeridad en su propio ámbito fueron los socialistas de principios del siglo XX.
Gabriel C. SalviaDirector GeneralActivista de derechos humanos enfocado en la solidaridad democrática internacional. En 2024 recibió el Premio Gratias Agit del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa. Es autor de los libros "Memoria, derechos humanos y solidaridad democrática internacional" (2024) y "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). Además, compiló varios libros, entre ellos "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021), "Desafíos para el fortalecimiento democrático en la Argentina" (2015), "Un balance político a 30 años del retorno a la democracia en Argentina" (2013) y "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), Sus columnas de opinión han sido publicadas en varios medios en español. Actualmente publica en Clarín, Perfil, Infobae y La Nación, de Argentina. Ha participado en eventos internacionales en América Latina, África, Asia, Europa, los Balcanes y en Estados Unidos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista, trabajó entre 1992 y 1997 en gráfica, radio y TV especializado en temas parlamentarios, políticos y económicos, y posteriormente contribuyó con entrevistas en La Nación y Perfil.
Aprovechando el contexto de los recientes papelones del bloque libertario en las últimas dos sesiones de la Cámara de Diputados de la Nación y el hecho poco republicano de la falta de envío del proyecto de ley de presupuesto nacional para el corriente año, cobra relevancia la comparación de consultas realizadas sobre los empleados parlamentarios en los sitios web de la Cámara de Diputados y del Senado de la Nación Argentina, primero en abril de 2024 y luego en diciembre del mismo año. La misma evidencia que la “motosierra” no se aplicó en el Poder Legislativo Nacional. Y no sólo eso, se está sumando una nueva casta legislativa, la de los empleados libertarios.
En efecto, en el Senado de la Nación, entre los 7 legisladores que asumieron una banca por La Libertad Avanza y la Vicepresidente Victoria Villarruel, incorporaron 69 empleados como Planta Transitoria, a los cuales se les suma la “vieja casta” de 39 empleados de la Planta Permanente. Los primeros son los que ingresan con un legislador y cuando éste culmina su mandato se termina la relación laboral. Pero en la práctica, muchos que ingresan como temporarios logran permanecer con otro legislador nuevo que ingresa u obteniendo el pase a la planta permanente, y así se va conformando lo que se conoce como “las capas geológicas” del personal legislativo.
En la cámara baja, los 37 diputados que ingresaron por La Libertad Avanza designaron a 72 empleados en la Planta Transitoria y sumaron a 40 de la Planta Permanente. En la consulta realizada en abril del 2024, la Cámara de Diputados de la Nación contaba con 4701 empleados, 2239 Permanentes y 2462 Transitorios; y en la consulta de diciembre del mismo año el total alcanzaba los 4551 empleados, 2615 Permanentes y 1936 Transitorios. Es decir, en el año del “gran ajuste” y de la motosierra, la cámara baja redujo sus empleados en 150, el 3,1 por ciento. Pero el dato es que durante la gestión de Martín Menem aumentaron los empleados de la Planta Permanente en 376 nuevos empleados públicos que gozarán de los privilegios del Estatuto del Personal Legislativo.
A lo anterior hay que agregar que, a diferencia del Senado, la Cámara de Diputados no publica la nómina del personal contratado y tampoco desagrega la asignación del personal de distintas dependencias, como por ejemplo los Bloques políticos y las comisiones.
En la cámara alta, en abril de 2024 el total de empleados estaba en 4458, entre ellos 2769 Permanentes y 1689 Transitorios; y en diciembre del mismo año eran un total de 4217, unos 2581 Permanentes y 1636 Transitorios. Entonces, el Senado redujo sus empleados permanentes en 188, que se puede deber no a un pequeño recorte, sino a quienes se jubilaron o fallecieron. Aquí el dato es que entre los 188 empleados menos de la Planta Permanente y los 53 de la Planta Temporaria, es decir una reducción total de 241 empleados, hay que sumar que en abril los Contratados eran 132 y en diciembre del mismo año 2024, figuraban 426, o sea, 294 personas más que cobrarán del Estado, del contribuyente que paga impuestos o, en la jerga libertaria, “de la tuya”.
Al ser el gobierno de Javier Milei un proyecto personalista no existe interés en crear una institucionalidad partidaria en La Libertad Avanza, que por ejemplo incluya un criterio de austeridad pública para la designación de personal por parte de sus legisladores y no utilizarlos de manera clientelar. El ejemplo más claro es el del Senador Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, cuando admitió en una entrevista, con total naturalidad, que tenía empleados asignados a la campaña política en su provincia. Abdala tiene como Senador Nacional 15 empleados, 2 Permanentes y 13 Transitorios.
Por su parte, en la legislatura porteña, de acuerdo a la información disponible hasta el 28 de noviembre de 2024, los 60 legisladores contaban con un total de 325 empleados, un promedio aproximado de 5 por cada uno. Los 7 legisladores que ingresaron por La Libertad Avanza sumaban 36 empleados, es decir, el mismo promedio del total. Pero la titular del bloque, Pilar Ramírez, cuenta con 7 empleados, 2 más del promedio.
En definitiva, hasta ahora los datos crudos muestran que los políticos libertarios utilizan los recursos públicos en los ámbitos legislativos igual que el resto de los partidos y que el discurso “anti-casta” es puro populismo. Además, si no se discute la ley de presupuesto nacional, incluyendo la Jurisdicción 1 del Poder Legislativo, mucho menos se debatirá la necesaria reforma político-administrativa en el Congreso Nacional. Ironías de la historia, los últimos parlamentarios que enfatizaban en la austeridad en su propio ámbito fueron los socialistas de principios del siglo XX.
