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Corea del Norte bajo la lupa
La situación de los derechos humanos en Corea del Norte
La mayoría de las organizaciones internacionales condenan a la República Popular Democrática de Corea por las graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos. Norcoreanos y ciudadanos extranjeros son víctimas de detenciones arbitrarias por delitos que no están reconocidos por el derecho internacional; se verifican restricciones a la libertad de expresión y está demostrada la existencia de campos de concentración.Por Valentina D´Andria
Corea del Norte es gobernada desde hace setenta años por la familia Kim y por el Partido de los Trabajadores Coreanos y es considerado uno de los países más represivos del mundo.
La UN Commission of Inquiry into the Human Rights situation in North Korea (COI) a través un reporte publicado en el 2014, denunció graves y sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos, que llegaron a ser consideradas como crímenes contra de la humanidad. El régimen utiliza el miedo, las detenciones arbitrarias, la tortura y las ejecuciones públicas para generar terror y obediencia. Según tal reporte, además, Corea del Norte es uno de los pocos países que todavía tiene campos de concentración para los prisioneros políticos cuyas condiciones sanitarias y saludables son inhumanas; la mortalidad es muy alta a causa de hambruna, enfermedades, accidentes laborales y tortura. Amnesty International denuncia que casi 120.000 personas están actualmente detenidas en los cuatro campos de prisión.
Según el reporte de Freedom House para el año 2017, Corea del Norte es un país No Libre, obteniendo la peor clasificación de 7/7 tanto por la falta de los derechos políticos como la falta de libertades civiles. Los procesos electorales están totalmente manipulados. De hecho, el actual dictador Kim Jong-un tomó el poder después de la muerte de su padre en el 2011, sin efectivas elecciones. No existe existe una oposición política porque el Estado de facto es unipartidario: el único partido aceptado es el Partido de los Trabajadores Coreanos.
Haciendo una comparación entre las evaluaciones de Freedom House, Human Right Watch y Amnesty International acerca de la situación de las libertades civiles, las violaciones más graves se registraron en el marco del derecho de expresión y de circulación. En Corea del Norte no existen medios de información independientes: internet y las comunicaciones internacionales están monitoreadas; a los norcoreanos les está prohibido acceder a medios de información (sitios web, radios, tv) que no sean los estatales y están severamente castigados los ciudadanos que poseen objetos creados en el extranjero, como teléfonos o peliculas. No obstante las fuertes denuncias acerca de este tema, el Comité para la protección de los periodistas, afirma que la presencia de oficinas de periódicos extranjeros, radicados en Pyongyang desde el 2012 y claramente bajo el control del gobierno, representa, igualmente, una esperanza para el futuro y para los norcoreanos. Por lo que se refiere al derecho de circulación, en 2016 el gobierno de Kim se esforzó para prohibir el escape de norcoreanos a China. En la frontera entre los dos países se construyeron muros e hicieron que fuera más complicado huir, ya que las dos partes están monitoreadas por la policía nacional. No obstante que China haya ratificado el Protocolo de la ONU sobre los Refugiados, no considera a los norcoreanos como refugiados políticos y los ciudadanos que logran superar la frontera con China todavía no están a salvo. Generalmente, las mujeres que no logran salir de China son víctimas de trata, mientras que otros son repatriados, con todas las consecuencias que esto produce. Amnesty International registra que en el período 2016-17 llegaron a Corea del Sur más de 1414 personas, no sólo ciudadanos, sino también funcionarios públicos, que huyeron de Corea del Norte (11% más que el 2015).
La Comunidad Internacional, sólo en los últimos años, se está interesando sobre la situación de Corea del Norte debido al crecimiento de las amenazas y de los test nucleares en el mar de Japón y luego de las denuncias del COI. En 2016 se reunieron el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos. Este último adoptó una resolución de condena de la situación de los Derechos Humanos y creó también un grupo de expertos independientes que deben averiguar los autores materiales de las violaciones para que puedan ser denunciados a la Corte Penal Internacional. En el 2016 Obama impuso sanciones a Corea del Norte por las violaciones en materia de DDHH. En el listado de personas se destacan el mismo dictador, los que administran los campos de detención y los que están cerca del dictador.
Valentina D´AndriaLicenciada en Ciencias Políticas para la Cooperación y el Desarrollo por la Università Roma Tre – Dipartimento di Scienze Politiche, y Master en Relaciones Internacionales entre Unión Europea y América Latina, Università Alma Mater Studiorum, Bologna. Entre julio y septiembre 2012 realizó una práctica profesional en Italconsult SPA. sucursal de Luanda, Angola. Entre mayo y agosto de 2017 realizó una práctica como pasante internacional en el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL).
Corea del Norte es gobernada desde hace setenta años por la familia Kim y por el Partido de los Trabajadores Coreanos y es considerado uno de los países más represivos del mundo.
La UN Commission of Inquiry into the Human Rights situation in North Korea (COI) a través un reporte publicado en el 2014, denunció graves y sistemáticas violaciones de los Derechos Humanos, que llegaron a ser consideradas como crímenes contra de la humanidad. El régimen utiliza el miedo, las detenciones arbitrarias, la tortura y las ejecuciones públicas para generar terror y obediencia. Según tal reporte, además, Corea del Norte es uno de los pocos países que todavía tiene campos de concentración para los prisioneros políticos cuyas condiciones sanitarias y saludables son inhumanas; la mortalidad es muy alta a causa de hambruna, enfermedades, accidentes laborales y tortura. Amnesty International denuncia que casi 120.000 personas están actualmente detenidas en los cuatro campos de prisión.
Según el reporte de Freedom House para el año 2017, Corea del Norte es un país No Libre, obteniendo la peor clasificación de 7/7 tanto por la falta de los derechos políticos como la falta de libertades civiles. Los procesos electorales están totalmente manipulados. De hecho, el actual dictador Kim Jong-un tomó el poder después de la muerte de su padre en el 2011, sin efectivas elecciones. No existe existe una oposición política porque el Estado de facto es unipartidario: el único partido aceptado es el Partido de los Trabajadores Coreanos.
Haciendo una comparación entre las evaluaciones de Freedom House, Human Right Watch y Amnesty International acerca de la situación de las libertades civiles, las violaciones más graves se registraron en el marco del derecho de expresión y de circulación. En Corea del Norte no existen medios de información independientes: internet y las comunicaciones internacionales están monitoreadas; a los norcoreanos les está prohibido acceder a medios de información (sitios web, radios, tv) que no sean los estatales y están severamente castigados los ciudadanos que poseen objetos creados en el extranjero, como teléfonos o peliculas. No obstante las fuertes denuncias acerca de este tema, el Comité para la protección de los periodistas, afirma que la presencia de oficinas de periódicos extranjeros, radicados en Pyongyang desde el 2012 y claramente bajo el control del gobierno, representa, igualmente, una esperanza para el futuro y para los norcoreanos. Por lo que se refiere al derecho de circulación, en 2016 el gobierno de Kim se esforzó para prohibir el escape de norcoreanos a China. En la frontera entre los dos países se construyeron muros e hicieron que fuera más complicado huir, ya que las dos partes están monitoreadas por la policía nacional. No obstante que China haya ratificado el Protocolo de la ONU sobre los Refugiados, no considera a los norcoreanos como refugiados políticos y los ciudadanos que logran superar la frontera con China todavía no están a salvo. Generalmente, las mujeres que no logran salir de China son víctimas de trata, mientras que otros son repatriados, con todas las consecuencias que esto produce. Amnesty International registra que en el período 2016-17 llegaron a Corea del Sur más de 1414 personas, no sólo ciudadanos, sino también funcionarios públicos, que huyeron de Corea del Norte (11% más que el 2015).
La Comunidad Internacional, sólo en los últimos años, se está interesando sobre la situación de Corea del Norte debido al crecimiento de las amenazas y de los test nucleares en el mar de Japón y luego de las denuncias del COI. En 2016 se reunieron el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos. Este último adoptó una resolución de condena de la situación de los Derechos Humanos y creó también un grupo de expertos independientes que deben averiguar los autores materiales de las violaciones para que puedan ser denunciados a la Corte Penal Internacional. En el 2016 Obama impuso sanciones a Corea del Norte por las violaciones en materia de DDHH. En el listado de personas se destacan el mismo dictador, los que administran los campos de detención y los que están cerca del dictador.