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21-11-2020

El drama del Mariel en el audiovisual cubano: una cicatriz abierta en la memoria de la nación cubana

Para los cubanos de ambas orillas que abogan por la reconciliación entre la nación y su diáspora en Estados Unidos Sueños al pairo resulta necesaria, sobre todo, para las nuevas generaciones que no tienen referencia de ese capítulo tan dramático en la historia de nuestra nación. Para esos jóvenes que concurren todos los años al Cine Chaplin a visualizar tan controversiales producciones disfrutar de Sueños al pairo constituye un ejercicio de recuperación de la memoria histórica.
Por Jorge Luis Lanza Caride

A Reinaldo Arenas y a todos aquellos cubanos que tuvieron que abandonar su patria con lágrimas en los ojos y encontrar una nueva y desconocida vida en el exilio en Estados Unidos.

El drama del Mariel en el audiovisual cubano

En Cuba las relaciones entre la creación audiovisual y el poder instucional siempre han sido tensionantes. En diversas ocasiones la censura de obras audiovisuales ha generado grandes polémicas con su impacto en la política cultural del país y en el imaginario social cubano.

Desde la célebre censura que fue objeto el documental PM (1961), de Orlando Jiménez Leal y Sabá Cabrera Infante, detonante del famoso encuentro que sostuvo Fidel Castro con la intelectualidad cubana en la Biblioteca Nacional, muchos son los filmes y realizadores que han experimentado las más variadas formas de censura, en dependencia del contexto social y las normas de una política cultural cuyo discurso oficial promueve la libertad creativa y la mirada crítica sobre nuestra realidad, pero en la práctica ha estado marcada por el dogmatismo y la censura que suelen ejercer los burócratas de la cultura. 

Posterior a la crisis desatada por la exhibición del filme cubano Alicia en el pueblo de las Maravillas en 1990, la mayoría de las controversias y experiencias de censura de obras audiovisuales han girado en torno al irreverente y plural espacio que es la Muestra Joven ICAIC, que desde el 2001 se celebra en Cuba con el apoyo de esa institución con el objetivo de promover y estimular la producción audiovisual de los jóvenes realizadores.

El drama del Mariel en el audiovisual cubano: una cicatriz abierta en la memoria de la nación cubana

Resulta paradójico que en el contexto actual, cuando suponíamos que existía más tolerancia y libertad de creación para los cineastas independientes cubanos el ICAIC haya  censurado el excelente documental Sueños al pairo, de José Luis Aparicio y Fernando Fraguela, obra que aborda las dramáticas circunstancias que determinaron el exilio del trovador cubano Mike Porcel a través del puente del Mariel en 1980 (1).

Para los cubanos de ambas orillas que abogan por la reconciliación entre la nación y su diáspora en Estados Unidos Sueños al pairo resulta necesaria, sobre todo, para las nuevas generaciones que no tienen referencia de ese capítulo tan dramático en la historia de nuestra nación. Para esos jóvenes que concurren todos los años al Cine Chaplin a visualizar tan controversiales producciones disfrutar de Sueños al pairo constituye un ejercicio de recuperación de la memoria histórica.  

Resulta contraproducente que una institución como el ICAIC que ha producido tantos filmes sobre la problemática migratoria desde diversas perspectivas haya asumido tan errónea postura, actitud que devela la continuidad de prejuicios en relación al abordaje del tema en el quehacer cultural de la isla.

Aún permanecen en el imaginario social cubano referentes fílmicos sobre el trauma que ha significado el Mariel, como el antológico corto titulado Laura realizado por la desaparecida Ana Rodríguez para el largometraje Mujer transparente (1990), sobre el anhelado reencuentro entre dos amigas separadas a raíz de los sucesos del Mariel y Fresa y chocolate (1993), de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. A través del corto Laura el espectador cubano visualizó por primera vez en la gran pantalla las desgarradoras imágenes de los actos de repudio que fueron objeto aquellos cubanos estigmatizados con el calificativo de escorias y gusanos (2).

Reinaldo Arenas

Las imágenes de archivo que develan obras como Memorias del desarrollo de Miguel Coyula y los documentales Conducta impropia (1984), de Néstor Almendros y Orlando Jiménez Leal, constituyen desgarradores testimonios sobre la represión y discriminación que sufrieron en Cuba intelectuales como Reinaldo Arenas y otros homosexuales que salieron del país por el puente del Mariel.

La censura de Sueños al pairo tuvo consecuencias sin precedentes en el panorama audiovisual cubano, debido a la reacción inesperada de la gran mayoría de los realizadores al retirar sus obras del concurso, pero lo más lamentable fue la destitución injusta de la directora de la Muestra Joven ICAIC y la postergación del evento.

El principal elemento y argumentó esbozado por el ICAIC para censurar Sueños al pairo está relacionado con el uso de las imágenes de archivo sobre los sucesos del Mariel por parte de ambos creadores. Aunque las verdaderas razones aún se  desconocen hoy en día, ese acto de censura evidencia la pretensión por parte del estado cubano de ejercer un control ideológico absurdo sobre la memoria histórica.

Las imágenes de archivo referenciadas en Sueños al pairo son patrimonio de la nación y de ningún modo deben ser monopolizadas por ningún estado con fines ideológicos. El poder autoritario del estado no le teme a las imágenes de archivo sino a la verdad histórica contenida en esas imágenes, porque desde la perspectiva del crítico de cine Reinaldo Lastre representan la contra historia, es decir, la historia no oficial que suele ser ocultada por el poder totalitario.  

Para Reinaldo Lastre: “Desde la perspectiva del documental, las imágenes de un ‘un pueblo enardecido’ no presentan un relato triunfo, sino del fracaso del proyecto revolucionario. No en vano los realizadores inician su documental con un archivo de un minuto y medio donde evocan el éxodo del Mariel, y los bochornosos actos de repudio organizados por el gobierno alrededor de todo el que decidiera marcharse del país en ese momento. El recuento de ese capítulo de Cuba se entrelaza con el destino de Porcel” (3).

Afortunadamente, el acceso a las tecnologías digitales no sólo ha democratizado la esfera de la producción audiovisual: también ha traído disimiles ventajas para romper el férreo control del estado sobre nuestra memoria histórica y la posibilidad de construir narrativas anti hegemónicas sobre hechos y acontecimientos de nuestra historia.

El drama del Mariel en el audiovisual cubano: una cicatriz abierta en la memoria de la nación cubana

1) La crisis del Mariel estuvo precedida por el incidente de la Embajada del Perú en abril de 1980, cuando un ciudadano irrumpió violentamente con un bus en la sede diplomática solicitando asilo político que le fue concedido. En represalia a la decisión del gobierno peruano de otorgarle ese derecho el gobierno cubano decidió retirarle la protección a la embajada e inmediatamente miles de cubanos decidieron adentrarse en la sede buscando asilo para salir del país.

Este incidente fue el detonante que generó la crisis del Mariel, cuando el entonces presidente de Estados Unidos Jimmy Carter llegara al acuerdo histórico con Castro de abrir el puente marítimo del Mariel para que los cubanos asilados en la Embajada del Perú pudieran abandonar el país rumbo a Estados Unidos, incluyendo a aquellos que quisieran marcharse y sus familiares en Estados Unidos tuvieran la disposición de recoger en Cuba en sus embarcaciones. Con este pretexto el gobierno cubano se libró de homosexuales, disidentes y todos aquellos considerados como “escoria”.

2) Para profundizar en el tema migratorio en el cine cubano desde la perspectiva del impacto del retorno véase mi ensayo inédito “Migración, reconciliación e identidad nacional en el cine cubano”, presentado en condición de ponencia en el Congreso de Lasa celebrado en Boston, Estados Unidos, en el 2018.

3) Reinaldo Lastre. Archivo, Poder y Estado en el cine cubano del siglo XXI, disponible en: http://www.lafuga.cl/archivo-poder-y-estado-en-el-cine-cubano-del-siglo-xxi/1010, 21 de noviembre, 2020

Jorge Luis Lanza Caride
Jorge Luis Lanza Caride
Egresado de la licenciatura en Estudios Socioculturales de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Cienfuegos. Ha impartido cursos de postgrado sobre cine cubano en universidades de Estados Unidos, México y Noruega.
 
 
 

 
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