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Corea del Norte bajo la lupa
Derechos humanos en Corea del Norte 2021
Organizado por The Committee for Human Rights in North Korea (HRNK), el pasado 8 de abril se realizó el webinar “Top Priority: North Korean Human Rights in 2021” que tuvo como expositores a Sung-Yoon Lee, Profesor de la Fundación Kim Koo-Korea de Estudios Coreanos y de The Fletcher School of Law and Diplomacy de Tufts University, y a Sandra Fahy, Profesora Asociada de Antropología de la Sophia University y autora del libro “Dying for Rights: Putting North Korea»s Human Rights Abuses on the Record” y “Marching through Suffering: Loss and Survival in North Korea”. El encuentro fue moderado por Greg Scarlatoiu, Director Ejecutivo de HRNK.Por Agustín Menéndez
En primer lugar, la Profesora Sandra Fahy expuso que la cuestión más urgente en materia de Derechos Humanos en Corea del Norte es la problemática causada por el COVID-19. Remarcó que si bien públicamente Corea del Norte ha perjurado que aún no ha llegado el virus al país, han recabado información interna (de la cual no revela la fuente) de que el virus logró traspasar la frontera y está afectando al país.
En ese sentido, Fahy afirmó que se han registrado puertas adentro quejas por parte de personas mayores de edad que se sienten desamparadas ante la situación siendo sus críticas dirigidas no a la figura de Kim Jong-Un sino al Partido de los Trabajadores de Corea y los funcionarios de estos. La académica de la Sophia University explica que ha afectado severamente a la economía norcoreana el cierre total de fronteras y el golpe que ha generado para una economía que depende en gran medida de los mercados negros y el comercio informal con China. Asimismo, consideró que la dificultad para que haya un cambio en Corea del Norte radica en el hecho de que toda la población no tiene otra representación mental ni figura que no sea la de la familia Kim y que con el sistema de Songbun y el disciplinamiento social han quitado toda posibilidad de pensamiento de una alternativa a la realidad diaria.
Por su parte, el profesor Sung-Yoon Lee empezó comentando el perfil único que tiene Corea del Norte en materia de Derechos Humanos en el mundo actual. Entiende que si bien el COVID-19 es de suma importancia para entender el país eremita en la actualidad, el mayor problema sigue siendo la inseguridad alimentaria que lo azota. El académico enfatizó en el hecho de que la política de Songun y Songbun sigue en pie y ello determina el destino del país, así como también que los campos de concentración y los asesinatos siguen siendo moneda corriente.
Además, Sung-Yoon Lee considera que hay un vínculo entre lo que fue la gran hambruna de los años 90 al día de hoy, en tanto el régimen sigue manipulando el ingreso de comida con fines humanitarios para uso específico en determinadas poblaciones y en detrimento de otras partes del país, condenando de este modo a miles de personas a la muerte.
En cuanto a Corea del Sur, toma en cuenta que el envío de panfletos a Corea del Norte es mayoritariamente (60%, según las encuestas) mal visto por parte de la población. Dice que el gobierno surcoreano miente cuando argumentan que los globos con panfletos, pendrives, dinero u otro tipo de material propagandístico reciben disparos por parte de vigilantes en las fronteras. Cree que no ayuda esta postura por parte del gobierno para entender el problema que Corea del Norte tiene en toda su complejidad y la forma de abordarlo.
El profesor de Tufts University defiende el hecho de que se envíe a Corea del Norte elementos básicos tales como pasta y cepillos de dientes, libros, dinero o noticias dado que no considera que pongan en gran riesgo a los norcoreanos. Todo lo contrario, el gobierno surcoreano lo que hace es criminalizar a los activistas surcoreanos y de otras nacionalidades que llevan adelante estas actividades en la frontera.
Sung-Yoon Lee añade que en el caso norcoreano se está frente al gobierno totalitario más perfecto jamás concebido. Cree que nunca se ha dado el caso de un país que haya llevado al hambre durante tanto tiempo a su propia población y que no sufriera cambio alguno en su forma régimen y la naturaleza del mismo. Y sugiere que cualquier negociación debe poner sobre la mesa el hecho de que los familiares de uno y otro lado del paralelo 38 al día de la fecha no logran tener una correspondencia ni conocer qué es de sus vidas. Es insuficiente tener reuniones familiares cada determinado tiempo y da cuenta este hecho de la crueldad que reviste el régimen en mantener esta situación de separación e incomunicación desde la Guerra de Corea. Lee cree que debe volver a retomarse una agenda seria sobre Derechos Humanos en todos los países más allá de la problemática económica y política que tiene el mundo hoy.
Agustín MenéndezInvestigador AsociadoLicenciado en Ciencia Política y Abogado (UBA). Cursó estudios de Maestría en Historia (UTDT). Becario KGIP (Korean Government Invitation Program). Especializado en temas de la Península Coreana y la violación de Derechos Humanos en Corea del Norte. Actualmente trabaja en la Unidad de Información Financiera en el área de Coordinación Internacional en materia de lavado de activos. financiamiento del terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva. Colabora en distintos medios gráficos y radiales.
En primer lugar, la Profesora Sandra Fahy expuso que la cuestión más urgente en materia de Derechos Humanos en Corea del Norte es la problemática causada por el COVID-19. Remarcó que si bien públicamente Corea del Norte ha perjurado que aún no ha llegado el virus al país, han recabado información interna (de la cual no revela la fuente) de que el virus logró traspasar la frontera y está afectando al país.
En ese sentido, Fahy afirmó que se han registrado puertas adentro quejas por parte de personas mayores de edad que se sienten desamparadas ante la situación siendo sus críticas dirigidas no a la figura de Kim Jong-Un sino al Partido de los Trabajadores de Corea y los funcionarios de estos. La académica de la Sophia University explica que ha afectado severamente a la economía norcoreana el cierre total de fronteras y el golpe que ha generado para una economía que depende en gran medida de los mercados negros y el comercio informal con China. Asimismo, consideró que la dificultad para que haya un cambio en Corea del Norte radica en el hecho de que toda la población no tiene otra representación mental ni figura que no sea la de la familia Kim y que con el sistema de Songbun y el disciplinamiento social han quitado toda posibilidad de pensamiento de una alternativa a la realidad diaria.
Por su parte, el profesor Sung-Yoon Lee empezó comentando el perfil único que tiene Corea del Norte en materia de Derechos Humanos en el mundo actual. Entiende que si bien el COVID-19 es de suma importancia para entender el país eremita en la actualidad, el mayor problema sigue siendo la inseguridad alimentaria que lo azota. El académico enfatizó en el hecho de que la política de Songun y Songbun sigue en pie y ello determina el destino del país, así como también que los campos de concentración y los asesinatos siguen siendo moneda corriente.
Además, Sung-Yoon Lee considera que hay un vínculo entre lo que fue la gran hambruna de los años 90 al día de hoy, en tanto el régimen sigue manipulando el ingreso de comida con fines humanitarios para uso específico en determinadas poblaciones y en detrimento de otras partes del país, condenando de este modo a miles de personas a la muerte.
En cuanto a Corea del Sur, toma en cuenta que el envío de panfletos a Corea del Norte es mayoritariamente (60%, según las encuestas) mal visto por parte de la población. Dice que el gobierno surcoreano miente cuando argumentan que los globos con panfletos, pendrives, dinero u otro tipo de material propagandístico reciben disparos por parte de vigilantes en las fronteras. Cree que no ayuda esta postura por parte del gobierno para entender el problema que Corea del Norte tiene en toda su complejidad y la forma de abordarlo.
El profesor de Tufts University defiende el hecho de que se envíe a Corea del Norte elementos básicos tales como pasta y cepillos de dientes, libros, dinero o noticias dado que no considera que pongan en gran riesgo a los norcoreanos. Todo lo contrario, el gobierno surcoreano lo que hace es criminalizar a los activistas surcoreanos y de otras nacionalidades que llevan adelante estas actividades en la frontera.
Sung-Yoon Lee añade que en el caso norcoreano se está frente al gobierno totalitario más perfecto jamás concebido. Cree que nunca se ha dado el caso de un país que haya llevado al hambre durante tanto tiempo a su propia población y que no sufriera cambio alguno en su forma régimen y la naturaleza del mismo. Y sugiere que cualquier negociación debe poner sobre la mesa el hecho de que los familiares de uno y otro lado del paralelo 38 al día de la fecha no logran tener una correspondencia ni conocer qué es de sus vidas. Es insuficiente tener reuniones familiares cada determinado tiempo y da cuenta este hecho de la crueldad que reviste el régimen en mantener esta situación de separación e incomunicación desde la Guerra de Corea. Lee cree que debe volver a retomarse una agenda seria sobre Derechos Humanos en todos los países más allá de la problemática económica y política que tiene el mundo hoy.