Reseñas
Análisis Latino
Don Julio Mario. Biografía no autorizada. De Gerardo Reyes
Por Fernando J. Ruiz
Don Julio Mario. Biografía no autorizada. Grijalbo, Bogotá, 2003. De Gerardo Reyes.
Reseña de Fernando J. Ruiz.
El libro del destacado periodista colombiano Gerardo Reyes es una historia del capitalismo de su país, que es un capitalismo sin estado de derecho, o bien un estado de derecho que puede ser perforado naturalmente por aquellos que han concentrado mucho poder. Ese es el tipo de capitalismo que ha crecido y se ha desarrollado en la mayoría de los países latinoamericanos.
Reyes describe la trayectoria empresarial y política de Julio María Santo Domingo, el empresario más poderoso de ese maltratado país. Hay en su trayectoria empresaria cierto amor a Colombia, aunque varias de las prácticas descriptas puedan haberle costado algunos millones al bolsillo público del pueblo colombiano. Pero, en ese país, hasta en las peores organizaciones criminales colombianas, como las FARC, los narcotraficantes o los paramilitares, se percibe ese clamor por Colombia, en el mismo momento en que la desangran.
Reyes es un periodista de investigación y avanza su narración respaldado con fuentes. Es un libro tan sólido como lo es otra joya del periodismo latinoamericano sobre otro megaempresario mexicano, y que aprovecho para recomendar: El Tigre. Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, de Claudia Fernández y Andrew Paxman (Grijalbo, México, 2000). Reyes ha coordinado también otro libro sobre un conjunto de poderosos empresarios latinoamericanos, Los dueños de América Latina (Ediciones B, México, 2004). Y, además de su actual trabajo en el Nuevo Herald de Miami, sigue profundizando sus investigaciones sobre los grandes empresarios de la región.
En lo personal, los tramos que más me interesaron fueron aquellos referidos a la relación entre periodismo y democracia, que de alguna forma se pueden rotular con una frase que Santo Domingo suele repetir: "los periódicos son como los revólveres: se los tiene para sacarlos cuando se necesita disparar".
El problema es que Santo Domingo tiene artillería pesada, no un revólver. Al menos hasta el 2003, cuando Reyes le puso punto final a su investigación, el empresario tenía la Cadena Caracol, la revista Cromos, y el diario El Espectador. En el 2004, la cadena radial fue comprada por el grupo español Prisa, y Santo Domingo se quedó con Caracol Televisión. El empresario nunca tuvo entonces un monopolio de la información en Colombia, pero tiene un parlante poderoso. Más preocupante, sin embargo, es el uso que le daría, según la investigación de Reyes, a las armas de las que dispone.
Y allí Reyes entra en una de las partes más jugosas del libro. Describe cómo, por ejemplo, desde la compra de la cadena Caracol de radio en 1984, el empresario se convierte en "el gran elector de Colombia". La negociación constante con el poder político del momento y su influencia personal y directa en la agenda de los medios que controla, han afectado seguramente la credibilidad con que entrega a los colombianos ese producto tan sensible, como es la información.
Pero es claro que el límite de la calidad del periodismo latinoamericano está determinado por los dueños. Ya decían los teóricos de las guerrillas rurales que la velocidad de una columna guerrillera está determinada por su combatiente más lento. En el caso del periodismo latinoamericano es habitual que, los combatientes más lentos hacia la calidad periodística, sean los dueños.
El capitalismo es el futuro de América Latina, pero no cualquier capitalismo. Un capitalismo con una cultura guerrillera y terrorista no construye prosperidad, aunque puede dar buenos negocios a algunos. Ese tipo de cultura capitalista deslegitima a la empresa libre en la sociedad.
Fernando J. Ruiz es Profesor de Periodismo y Democracia de la Universidad Austral e Investigador Asociado de CADAL.
Fernando J. RuizConsejero AcadémicoEstudió Ciencias Políticas y realizó un doctorado en Comunicación. Como periodista e investigador recorrió y dio cursos y conferencias en la casi totalidad de los países de América Latina. Fue socio fundador y presidente del Foro de Periodismo Argentino 2019-2021. Fue jurado del premio Colpin (Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación). Fue consultor de Voces del Sur, la organización que agrupa a las principales entidades de periodistas de la región. Es profesor e investigador de tiempo completo de la Facultad de Comunicación de la Universidad Austral. Es miembro de la Academia Nacional de Periodismo. Es autor de los siguientes libros: Las palabras son acciones. Historia política y profesional del diario La Opinión de Jacobo Timerman, 1971-1977 (Perfil, 2001); Otra grieta en la pared: informe y testimonios de la nueva prensa cubana (La Crujía, 2003); El señor de los mercados: historia de Ámbito Financiero, 1976-2001 (El Ateneo, 2005); Guerras Mediáticas. Las grandes batallas periodísticas desde la Revolución de Mayo hasta la actualidad (Sudamericana, 2014); Cazadores de noticias. Doscientos años en la vida cotidiana de los periodistas (Ariel, 2018); e Imágenes paganas: periodismo, democracia y pandemia en Argentina y América Latina (Cadal/Adenauer, 2021).
Don Julio Mario. Biografía no autorizada. Grijalbo, Bogotá, 2003. De Gerardo Reyes.
Reseña de Fernando J. Ruiz.
El libro del destacado periodista colombiano Gerardo Reyes es una historia del capitalismo de su país, que es un capitalismo sin estado de derecho, o bien un estado de derecho que puede ser perforado naturalmente por aquellos que han concentrado mucho poder. Ese es el tipo de capitalismo que ha crecido y se ha desarrollado en la mayoría de los países latinoamericanos.
Reyes describe la trayectoria empresarial y política de Julio María Santo Domingo, el empresario más poderoso de ese maltratado país. Hay en su trayectoria empresaria cierto amor a Colombia, aunque varias de las prácticas descriptas puedan haberle costado algunos millones al bolsillo público del pueblo colombiano. Pero, en ese país, hasta en las peores organizaciones criminales colombianas, como las FARC, los narcotraficantes o los paramilitares, se percibe ese clamor por Colombia, en el mismo momento en que la desangran.
Reyes es un periodista de investigación y avanza su narración respaldado con fuentes. Es un libro tan sólido como lo es otra joya del periodismo latinoamericano sobre otro megaempresario mexicano, y que aprovecho para recomendar: El Tigre. Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, de Claudia Fernández y Andrew Paxman (Grijalbo, México, 2000). Reyes ha coordinado también otro libro sobre un conjunto de poderosos empresarios latinoamericanos, Los dueños de América Latina (Ediciones B, México, 2004). Y, además de su actual trabajo en el Nuevo Herald de Miami, sigue profundizando sus investigaciones sobre los grandes empresarios de la región.
En lo personal, los tramos que más me interesaron fueron aquellos referidos a la relación entre periodismo y democracia, que de alguna forma se pueden rotular con una frase que Santo Domingo suele repetir: "los periódicos son como los revólveres: se los tiene para sacarlos cuando se necesita disparar".
El problema es que Santo Domingo tiene artillería pesada, no un revólver. Al menos hasta el 2003, cuando Reyes le puso punto final a su investigación, el empresario tenía la Cadena Caracol, la revista Cromos, y el diario El Espectador. En el 2004, la cadena radial fue comprada por el grupo español Prisa, y Santo Domingo se quedó con Caracol Televisión. El empresario nunca tuvo entonces un monopolio de la información en Colombia, pero tiene un parlante poderoso. Más preocupante, sin embargo, es el uso que le daría, según la investigación de Reyes, a las armas de las que dispone.
Y allí Reyes entra en una de las partes más jugosas del libro. Describe cómo, por ejemplo, desde la compra de la cadena Caracol de radio en 1984, el empresario se convierte en "el gran elector de Colombia". La negociación constante con el poder político del momento y su influencia personal y directa en la agenda de los medios que controla, han afectado seguramente la credibilidad con que entrega a los colombianos ese producto tan sensible, como es la información.
Pero es claro que el límite de la calidad del periodismo latinoamericano está determinado por los dueños. Ya decían los teóricos de las guerrillas rurales que la velocidad de una columna guerrillera está determinada por su combatiente más lento. En el caso del periodismo latinoamericano es habitual que, los combatientes más lentos hacia la calidad periodística, sean los dueños.
El capitalismo es el futuro de América Latina, pero no cualquier capitalismo. Un capitalismo con una cultura guerrillera y terrorista no construye prosperidad, aunque puede dar buenos negocios a algunos. Ese tipo de cultura capitalista deslegitima a la empresa libre en la sociedad.
Fernando J. Ruiz es Profesor de Periodismo y Democracia de la Universidad Austral e Investigador Asociado de CADAL.