Reseñas
Análisis Latino
Libertad economica y Libertad de prensa
Es interesante realizar un análisis entre la relación que suele darse entre la libertad económica, entendida como la ausencia de coerción o restricción gubernamental sobre la producción, la distribución o el consumo de bienes y servicios más allá de lo necesario para que los ciudadanos protejan y mantengan la libertad en sí misma, y la libertad de prensa. Esta última definida como el derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística.Por Hernán Alberro
Miércoles 6 de agosto de 2003.
Ya en el siglo XIX, John Stuart Mill, en su libro Sobre la Libertad sostenía que "es de esperar que han pasado ya los tiempos en que era necesario defender la libertad de prensa como una de las seguridades indispensables contra un gobierno corrompido y tiránico". Lamentablemente, esos tiempos no han quedado tan lejanos como sostuvo este pensador y si bien el advenimiento de nuevos medios de comunicación, alternativos a la prensa, que él quizás ni llegó a imaginar, han permitido una ampliación de los horizontes y de las oportunidades del periodismo, es común escuchar hablar, hoy en día, sobre los riesgos para la libertad de prensa, de la libertad económica.
Es por este motivo necesario realizar este análisis entre la relación que suele darse entre la libertad económica, entendida como la ausencia de coerción o restricción gubernamental sobre la producción, la distribución o el consumo de bienes y servicios más allá de lo necesario para que los ciudadanos protejan y mantengan la libertad en sí misma, y la libertad de prensa. Esta última definida como el derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística.
Aquí, ya se presenta una relación clara entre estas libertades desde su misma definición. Si entendemos a las noticias y a la información en general como un producto resultado del trabajo realizado por una empresa o un individuo, la libertad económica le impone "la ausencia de coerción o restricción gubernamental" sobre dicha producción y al mismo tiempo, la libertad de prensa, según el Pacto de San José de Costa Rica, se trata de un derecho "sin consideración de fronteras".
En este sentido, en el trabajo de tesis que presenté en noviembre pasado hice un análisis exhaustivo de estas definiciones, tanto desde el aspecto relativo a las libertades económicas como las referentes a la libertad de prensa y sus consecuencias y relaciones teóricas, pero considero que este es un espacio más adecuado para hacer hincapié en la segunda parte del trabajo que es la relación que se observa en la realidad entre estas dos libertades.
La realidad en números
Para el análisis de la realidad actual tomé dos índices desarrollados por dos organizaciones diferentes: el Índice de Libertad Económica 2002 elaborado por The Heritage Foundation en conjunto con The Wall Street Journal, y The Annual Survey of Press Freedom 2002 desarrollado por The Freedom House.
El primero parte del concepto de libertad económica antes mencionado y analiza 50 variables económicas independientes clasificadas en 10 categorías: Política Comercial, Carga impositiva de Gobierno, Intervención del Gobierno en la economía, Política monetaria, Flujos de capital e inversión extranjera, Actividad bancaria y financiera, Salarios y precios, Derechos de propiedad, Regulaciones y, Actividad del mercado negro. El puntaje que este índice le otorga a cada país se logra a través de una escala del 1 al 5 para cada factor y luego se realiza un promedio, donde 1 es mayor libertad económica.
Por su parte, Annual Survey of Press Freedom 2002, elaborado por The Freedom House, es una encuesta que abarca 187 países y se viene realizando desde 1979. "El grado en el que cada país permite el flujo libre de información determina la clasificación de sus medios con Libre, Parcialmente Libre, No Libre". En este caso los países con puntajes del 0 al 30 son calificados como Libres en términos de libertad de prensa, los que reciben entre 31 y 60 puntos son Parcialmente Libres y los que reciben más de 61 puntos son no Libres. Para esto, The Freedom House evalúa la estructura del sistema de difusión de noticias que funciona bajo las leyes del país, la influencia sobre los contenidos de los medios impresos y audiovisuales, el grado de influencia política sobre el contenido de los medios noticiosos y las influencias económicas sobre el contenido de los medios, incluyendo presiones por parte de fondos estatales, corrupción, publicidad gubernamental como punto de presión o prejuicios en el otorgamiento de licencias, cuotas de impresión u otras necesidades materiales de los medios.
Resultado de una relación
Al observar el gráfico confeccionado con estos datos se ve una tendencia que indica que a mayor libertad económica, suele darse mayor libertad de prensa. Está claro que esta tendencia no es una regla, es decir que no se trata de una ley que a mayor libertad económica se dará mayor libertad de prensa, puesto que son varias las libertades que intervienen en el proceso de la libre búsqueda, recopilación y difusión de información, opinión e ideas por cualquier medio. Pero este gráfico también muestra que la libertad económica es una de las libertades que sin dudas interviene en el proceso mencionado.
Libertad Económica y Libertad de Prensa
Fuente: Elaboración propia sobre la base del Índice de Libertad
Económica 2002 y del Annual Survey of Press Freedom 2002
Debido a la naturaleza de esta publicación, me centraré en el análisis de los países de América Latina que están analizados en el trabajo en cuestión. Así, partiendo de los extremos se encuentra Cuba por un lado, y Chile en el extremo opuesto.
Cuba se encuentra gobernada por más de 40 años por el dictador, Fidel Castro y es el país con la economía más reprimida del continente americano según el Índice de Libertad Económica 2002. "Si bien el gobierno de Castro permite el desarrollo de algunas actividades económicas privadas (aunque con muchas restricciones), el gobierno regula la totalidad de la economía, mediante la posesión y el control de los medios de producción". Esta alta intervención del gobierno sobre la economía también se ve reflejada en la libertad de prensa, ubicándose último en el ranking elaborado por Freedom House, con un puntaje de 96 sobre 100, y por lo tanto con una calificación de No Libre en términos de libertad de prensa. "Los periodistas son o sirvientes del régimen o, si están afuera del aparato propagandístico gubernamental, fueron constantemente sujetos a golpizas, abusos y detenciones en 2001". El estudio agrega que "cerca de 100 periodistas independientes que a medida que su audiencia aumenta son constantemente maltratados". Aquí hay que advertir que este estudio no hace mención a los 27 periodistas independientes detenidos en marzo de 2003.
Chile es el país con mayor libertad económica y de prensa en América Latina. En ambos casos, el país andino cuenta con un puntaje que lo ubica bajo la categoría de Libre. Heritage Foundation considera que "Chile ha sido un modelo de reforma económica para América Latina". En lo que a libertad de prensa respecta, "la televisión nacional está en manos del estado pero se autofinancia y es editorialmente independiente. Las estaciones radiales son tanto públicas como privadas y una cantidad de publicaciones expresan todos los puntos de vista". Además, según lo indica el estudio realizado por Freedom House, "una nueva ley de prensa anuló el controvertido artículo 6 (b) de la Ley de Seguridad del Estado que convertía en criminales a quienes ´insultaran` a funcionarios públicos".
Heritage Foundation le asigna a la Argentina un puntaje de 2,50 a su libertad económica, ubicándolo en la categoría de país Mayormente Libre. En este estudio no entraron los cambios presidenciales sucedidos a comienzos de 2002, ni los cambios en la política económica que cada nuevo presidente fue aportando a la crisis. El estudio sostiene, entonces, que la Argentina tiene un nivel alto de proteccionismo, “tasas impositivas moderadas, al igual que el gasto gubernamental”. En lo que hace a regulaciones, indica que “en Argentina, las empresas (tanto extranjeras como nacionales) todavía deben afrontar serios problemas, como la aplicación irregular de las regulaciones, el fraude y la corrupción”. Freedom House sostiene que la Argentina es un país Parcialmente Libre con un puntaje de 37 unidades sobre 100, y este estudio incluye los incidentes que tuvieron lugar en diciembre de 2001. En este sentido, sostiene que “a pesar de que se habían reducido los ataques violentos hacia periodistas en el año 2000 bajo el ex presidente [Fernando] De la Rúa, la crisis financiera de 2001 causó un leve aumento de ataques a periodistas. Ninguno de los casos fue investigado en forma adecuada ni se logró una sentencia”. Asimismo, “los medios de prensa son privados y se publican libremente. Pero recibieron un peso agregado cuando se aprobó un nuevo impuesto a los medios impresos que fue adoptado el año pasado [2001] como parte de un plan para reactivar a la economía. El impuesto aumenta el costo de los diarios y revistas y desalienta la diversidad de una prensa independiente en pequeña escala”.
La libertad económica en la mayor economía de América Latina recibe un puntaje de 3,10, ubicándose dentro de los países calificados como de economía"Mayormente controlada. En lo que respecta a la política comercial su "nivel alto de proteccionismo" se debe a que Brasil "tiene una de las economías más cerradas del mundo" y si bien tiene "tasas impositivas bajas", tiene un "nivel muy alto de gasto gubernamental" y el gobierno "sigue teniendo un papel activo en algunas industrias". En tanto, Brasil es Parcialmente Libre en lo referente a la libertad de prensa, con un puntaje de 32 sobre 100, apenas cinco puntos más libre que la Argentina. El Annual Survey of Press Freedom 2002 explica que este puntaje se debe a que "la prensa se encuentra en manos privadas y los periódicos tuvieron un rol central en la exposición de la corrupción gubernamental. Hay docenas de diarios y varias publicaciones en todo el país. El monopolio de radiodifusión TV Globo recibió la competencia de su rival, Sistema Brasileiro de Televisao (STB)". Sin embargo, "en numerosos incidentes este año [2001], tribunales estatales prohibieron que periódicos publicaran historias que eran vistas como dañinas para el gobierno o funcionarios públicos".
Conclusión
La intención inicial de este trabajo fue la de demostrar la relación que existe entre la libertad económica y la libertad de prensa tomando dos caminos metodológicos para establecer dicha relación. El primero, un camino teórico en el cual se evaluaron los conceptos objetivos mismos de libertad económica y libertad de prensa y se relacionaron tratando de encontrar los puntos en común y su relación. El segundo camino, que fue el aquí detallado, fue el que llamo, "bajada a la realidad", es decir, tratar de ver en la realidad si existe la relación que en teoría debería existir entre estas dos libertades. Así, a partir del cruce de los datos de la encuesta anual de libertad de prensa con el índice de libertad económica, se encontró que existe una tendencia que indica que a mayor libertad económica suele darse una mayor libertad de prensa, más allá de algunas excepciones.
Esto no quiere decir que entonces, si uno quiere aumentar la libertad de prensa, con aumentar la libertad económica será suficiente. Las libertades están todas relacionadas entre sí, por lo cual para que exista libertad de prensa no sólo deberá existir libertad económica, sino también, lógicamente libertad civil, y política, como se puede ver en los casos de Singapur y Emiratos Árabes Unidos, en el gráfico.
En definitiva, considero que esta cuestión se debería ver como una suerte de ciclo virtuoso, en el cual a mayor libertad económica podrá haber más anunciantes, más medios y más público interesado en la información publicada por las empresas periodísticas, y por ende, mayor libertad de prensa. Por el contrario, y siguiendo la hipótesis del Indice de libertad económica 2002 desarrollado por Heritage Foundation y utilizado en este estudio, una menor libertad económica tiende a generar un menor crecimiento económico, lo cual implica la existencia de menos empresas, menos anunciantes, menos público y por lo tanto menos medios periodísticos y de comunicación, llevando así a una menor cantidad y diversidad de voces y por ende a una menor libertad de prensa.
Hernán Alberro es Licenciado en Periodismo (USAL, Argentina).
Hernán AlberroLicenciado en Periodismo en 2002 (Universidad del Salvador) y Maestrando en Administración y Políticas Públicas (Universidad de San Andrés). Realizó seminarios en Foundation for Economic Education (FEE) en Nueva York, en The Institute for Humane Studies y en National Endowment for Democracy en Washington D.C. sobre temas referentes a la libertad y administración de think tanks.
Actualmente se desempeña como consultor independiente asistiendo en la implementación de proyectos de cooperación interacional, en la búsqueda de fondos y en comunicación a organizaciones locales e internacionales. Fue Director de programas de CADAL donde ocupó diferentes cargos entre 2003 y 2020.
Miércoles 6 de agosto de 2003.
Ya en el siglo XIX, John Stuart Mill, en su libro Sobre la Libertad sostenía que "es de esperar que han pasado ya los tiempos en que era necesario defender la libertad de prensa como una de las seguridades indispensables contra un gobierno corrompido y tiránico". Lamentablemente, esos tiempos no han quedado tan lejanos como sostuvo este pensador y si bien el advenimiento de nuevos medios de comunicación, alternativos a la prensa, que él quizás ni llegó a imaginar, han permitido una ampliación de los horizontes y de las oportunidades del periodismo, es común escuchar hablar, hoy en día, sobre los riesgos para la libertad de prensa, de la libertad económica.
Es por este motivo necesario realizar este análisis entre la relación que suele darse entre la libertad económica, entendida como la ausencia de coerción o restricción gubernamental sobre la producción, la distribución o el consumo de bienes y servicios más allá de lo necesario para que los ciudadanos protejan y mantengan la libertad en sí misma, y la libertad de prensa. Esta última definida como el derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística.
Aquí, ya se presenta una relación clara entre estas libertades desde su misma definición. Si entendemos a las noticias y a la información en general como un producto resultado del trabajo realizado por una empresa o un individuo, la libertad económica le impone "la ausencia de coerción o restricción gubernamental" sobre dicha producción y al mismo tiempo, la libertad de prensa, según el Pacto de San José de Costa Rica, se trata de un derecho "sin consideración de fronteras".
En este sentido, en el trabajo de tesis que presenté en noviembre pasado hice un análisis exhaustivo de estas definiciones, tanto desde el aspecto relativo a las libertades económicas como las referentes a la libertad de prensa y sus consecuencias y relaciones teóricas, pero considero que este es un espacio más adecuado para hacer hincapié en la segunda parte del trabajo que es la relación que se observa en la realidad entre estas dos libertades.
La realidad en números
Para el análisis de la realidad actual tomé dos índices desarrollados por dos organizaciones diferentes: el Índice de Libertad Económica 2002 elaborado por The Heritage Foundation en conjunto con The Wall Street Journal, y The Annual Survey of Press Freedom 2002 desarrollado por The Freedom House.
El primero parte del concepto de libertad económica antes mencionado y analiza 50 variables económicas independientes clasificadas en 10 categorías: Política Comercial, Carga impositiva de Gobierno, Intervención del Gobierno en la economía, Política monetaria, Flujos de capital e inversión extranjera, Actividad bancaria y financiera, Salarios y precios, Derechos de propiedad, Regulaciones y, Actividad del mercado negro. El puntaje que este índice le otorga a cada país se logra a través de una escala del 1 al 5 para cada factor y luego se realiza un promedio, donde 1 es mayor libertad económica.
Por su parte, Annual Survey of Press Freedom 2002, elaborado por The Freedom House, es una encuesta que abarca 187 países y se viene realizando desde 1979. "El grado en el que cada país permite el flujo libre de información determina la clasificación de sus medios con Libre, Parcialmente Libre, No Libre". En este caso los países con puntajes del 0 al 30 son calificados como Libres en términos de libertad de prensa, los que reciben entre 31 y 60 puntos son Parcialmente Libres y los que reciben más de 61 puntos son no Libres. Para esto, The Freedom House evalúa la estructura del sistema de difusión de noticias que funciona bajo las leyes del país, la influencia sobre los contenidos de los medios impresos y audiovisuales, el grado de influencia política sobre el contenido de los medios noticiosos y las influencias económicas sobre el contenido de los medios, incluyendo presiones por parte de fondos estatales, corrupción, publicidad gubernamental como punto de presión o prejuicios en el otorgamiento de licencias, cuotas de impresión u otras necesidades materiales de los medios.
Resultado de una relación
Al observar el gráfico confeccionado con estos datos se ve una tendencia que indica que a mayor libertad económica, suele darse mayor libertad de prensa. Está claro que esta tendencia no es una regla, es decir que no se trata de una ley que a mayor libertad económica se dará mayor libertad de prensa, puesto que son varias las libertades que intervienen en el proceso de la libre búsqueda, recopilación y difusión de información, opinión e ideas por cualquier medio. Pero este gráfico también muestra que la libertad económica es una de las libertades que sin dudas interviene en el proceso mencionado.
Libertad Económica y Libertad de Prensa
Fuente: Elaboración propia sobre la base del Índice de Libertad
Económica 2002 y del Annual Survey of Press Freedom 2002
Debido a la naturaleza de esta publicación, me centraré en el análisis de los países de América Latina que están analizados en el trabajo en cuestión. Así, partiendo de los extremos se encuentra Cuba por un lado, y Chile en el extremo opuesto.
Cuba se encuentra gobernada por más de 40 años por el dictador, Fidel Castro y es el país con la economía más reprimida del continente americano según el Índice de Libertad Económica 2002. "Si bien el gobierno de Castro permite el desarrollo de algunas actividades económicas privadas (aunque con muchas restricciones), el gobierno regula la totalidad de la economía, mediante la posesión y el control de los medios de producción". Esta alta intervención del gobierno sobre la economía también se ve reflejada en la libertad de prensa, ubicándose último en el ranking elaborado por Freedom House, con un puntaje de 96 sobre 100, y por lo tanto con una calificación de No Libre en términos de libertad de prensa. "Los periodistas son o sirvientes del régimen o, si están afuera del aparato propagandístico gubernamental, fueron constantemente sujetos a golpizas, abusos y detenciones en 2001". El estudio agrega que "cerca de 100 periodistas independientes que a medida que su audiencia aumenta son constantemente maltratados". Aquí hay que advertir que este estudio no hace mención a los 27 periodistas independientes detenidos en marzo de 2003.
Chile es el país con mayor libertad económica y de prensa en América Latina. En ambos casos, el país andino cuenta con un puntaje que lo ubica bajo la categoría de Libre. Heritage Foundation considera que "Chile ha sido un modelo de reforma económica para América Latina". En lo que a libertad de prensa respecta, "la televisión nacional está en manos del estado pero se autofinancia y es editorialmente independiente. Las estaciones radiales son tanto públicas como privadas y una cantidad de publicaciones expresan todos los puntos de vista". Además, según lo indica el estudio realizado por Freedom House, "una nueva ley de prensa anuló el controvertido artículo 6 (b) de la Ley de Seguridad del Estado que convertía en criminales a quienes ´insultaran` a funcionarios públicos".
Heritage Foundation le asigna a la Argentina un puntaje de 2,50 a su libertad económica, ubicándolo en la categoría de país Mayormente Libre. En este estudio no entraron los cambios presidenciales sucedidos a comienzos de 2002, ni los cambios en la política económica que cada nuevo presidente fue aportando a la crisis. El estudio sostiene, entonces, que la Argentina tiene un nivel alto de proteccionismo, “tasas impositivas moderadas, al igual que el gasto gubernamental”. En lo que hace a regulaciones, indica que “en Argentina, las empresas (tanto extranjeras como nacionales) todavía deben afrontar serios problemas, como la aplicación irregular de las regulaciones, el fraude y la corrupción”. Freedom House sostiene que la Argentina es un país Parcialmente Libre con un puntaje de 37 unidades sobre 100, y este estudio incluye los incidentes que tuvieron lugar en diciembre de 2001. En este sentido, sostiene que “a pesar de que se habían reducido los ataques violentos hacia periodistas en el año 2000 bajo el ex presidente [Fernando] De la Rúa, la crisis financiera de 2001 causó un leve aumento de ataques a periodistas. Ninguno de los casos fue investigado en forma adecuada ni se logró una sentencia”. Asimismo, “los medios de prensa son privados y se publican libremente. Pero recibieron un peso agregado cuando se aprobó un nuevo impuesto a los medios impresos que fue adoptado el año pasado [2001] como parte de un plan para reactivar a la economía. El impuesto aumenta el costo de los diarios y revistas y desalienta la diversidad de una prensa independiente en pequeña escala”.
La libertad económica en la mayor economía de América Latina recibe un puntaje de 3,10, ubicándose dentro de los países calificados como de economía"Mayormente controlada. En lo que respecta a la política comercial su "nivel alto de proteccionismo" se debe a que Brasil "tiene una de las economías más cerradas del mundo" y si bien tiene "tasas impositivas bajas", tiene un "nivel muy alto de gasto gubernamental" y el gobierno "sigue teniendo un papel activo en algunas industrias". En tanto, Brasil es Parcialmente Libre en lo referente a la libertad de prensa, con un puntaje de 32 sobre 100, apenas cinco puntos más libre que la Argentina. El Annual Survey of Press Freedom 2002 explica que este puntaje se debe a que "la prensa se encuentra en manos privadas y los periódicos tuvieron un rol central en la exposición de la corrupción gubernamental. Hay docenas de diarios y varias publicaciones en todo el país. El monopolio de radiodifusión TV Globo recibió la competencia de su rival, Sistema Brasileiro de Televisao (STB)". Sin embargo, "en numerosos incidentes este año [2001], tribunales estatales prohibieron que periódicos publicaran historias que eran vistas como dañinas para el gobierno o funcionarios públicos".
Conclusión
La intención inicial de este trabajo fue la de demostrar la relación que existe entre la libertad económica y la libertad de prensa tomando dos caminos metodológicos para establecer dicha relación. El primero, un camino teórico en el cual se evaluaron los conceptos objetivos mismos de libertad económica y libertad de prensa y se relacionaron tratando de encontrar los puntos en común y su relación. El segundo camino, que fue el aquí detallado, fue el que llamo, "bajada a la realidad", es decir, tratar de ver en la realidad si existe la relación que en teoría debería existir entre estas dos libertades. Así, a partir del cruce de los datos de la encuesta anual de libertad de prensa con el índice de libertad económica, se encontró que existe una tendencia que indica que a mayor libertad económica suele darse una mayor libertad de prensa, más allá de algunas excepciones.
Esto no quiere decir que entonces, si uno quiere aumentar la libertad de prensa, con aumentar la libertad económica será suficiente. Las libertades están todas relacionadas entre sí, por lo cual para que exista libertad de prensa no sólo deberá existir libertad económica, sino también, lógicamente libertad civil, y política, como se puede ver en los casos de Singapur y Emiratos Árabes Unidos, en el gráfico.
En definitiva, considero que esta cuestión se debería ver como una suerte de ciclo virtuoso, en el cual a mayor libertad económica podrá haber más anunciantes, más medios y más público interesado en la información publicada por las empresas periodísticas, y por ende, mayor libertad de prensa. Por el contrario, y siguiendo la hipótesis del Indice de libertad económica 2002 desarrollado por Heritage Foundation y utilizado en este estudio, una menor libertad económica tiende a generar un menor crecimiento económico, lo cual implica la existencia de menos empresas, menos anunciantes, menos público y por lo tanto menos medios periodísticos y de comunicación, llevando así a una menor cantidad y diversidad de voces y por ende a una menor libertad de prensa.
Hernán Alberro es Licenciado en Periodismo (USAL, Argentina).
Licenciado en Periodismo en 2002 (Universidad del Salvador) y Maestrando en Administración y Políticas Públicas (Universidad de San Andrés). Realizó seminarios en Foundation for Economic Education (FEE) en Nueva York, en The Institute for Humane Studies y en National Endowment for Democracy en Washington D.C. sobre temas referentes a la libertad y administración de think tanks.
Actualmente se desempeña como consultor independiente asistiendo en la implementación de proyectos de cooperación interacional, en la búsqueda de fondos y en comunicación a organizaciones locales e internacionales. Fue Director de programas de CADAL donde ocupó diferentes cargos entre 2003 y 2020.