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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
06-06-2011Los primeros 100 testimonios de Alertas a la Libertad de Prensa: Las voces de los periodistas que se busca silenciar en América Latina
En los primeros 100 testimonios de Alertas a la libertad de prensa se fue desandando un recorrido que bien puede graficar cuál es la situación que vive el periodismo en la región. El objetivo siempre fue cubrir los casos más alarmantes. Así, Colombia, México y Honduras fueron los países que más casos tuvieron. Sin distinción de inclinación política, los periodistas de estos países viven una permanente situación de fragilidad en el desempeño de sus labores. Producir el audio con los testimonios de las víctimas, con los involucrados en los diferentes atentados, atropellos y amenazas, permitió palpar con claridad la situación vivida en cada lugar.Por Hernán Alberro
El Proyecto Puente Democrático de CADAL acaba de difundir un Alerta a la Libertad de Prensa que se refiere a Guatemala, donde en el lapso de una semana un periodista fue asesinado y otro fue detenido en un proceso muy irregular y cuestionable. Del periodista asesinado puede decirse que es uno más de los 24 que se han cubierto con estas alertas. Mientras que también se han cubierto 16 casos de periodistas detenidos, como Vasni Vázquez ahora en Guatemala.
Hace dos años y medio, en cumplimiento de su objetivo CADAL comenzó a cubrir los alertas a la libertad de prensa en América Latina de una forma diferente, en primera persona. La idea nunca fue realizar un monitoreo de la libertad de prensa que varias y muy buenas organizaciones llevan a cabo a nivel internacional, regional y local. El objetivo fue hacer oír las voces de las personas afectadas, los reclamos de quienes temían ser acallados, los relatos de quienes más allá de amenazas concretas a su vida, decidían seguir prestando su voz a la verdad.
En los primeros 100 testimonios de Alertas a la libertad de prensa se fue desandando un recorrido que bien puede graficar cuál es la situación que vive el periodismo en la región, aunque cabe destacar que ésa nunca fue la intención. El objetivo siempre fue cubrir los casos más alarmantes, las realidades donde se considera que la libertad de prensa corre mayor peligro. Así, Colombia, México y Honduras fueron los países que más casos tuvieron. Sin distinción de inclinación política, región o color de piel, los periodistas de estos países viven una permanente situación de fragilidad en el desempeño de sus labores. La impunidad, el narcotráfico y la fragmentación política hacen estragos al periodismo en esos lugares.
Producir el audio con los testimonios de las víctimas, con los involucrados en los diferentes atentados, atropellos y amenazas, permitió palpar con claridad la situación vivida en cada lugar. En México fueron varias las veces en las cuales hubo impedimentos de entrevistar a los involucrados, pues los que buscan acallar la verdad están ganando la pulseada. Cuando un periodista opta por no hablar, no referirse siquiera a los hechos que le suceden a sí mismo y ni qué hablar de la autocensura que seguramente apliquen en sus trabajos noticiosos.
De Honduras no puede olvidarse el caso del hijo del periodista Luis Arturo Mondragón Morazan que contó cómo su padre fue asesinado en la puerta de su hogar/canal de TV, a sangre fría “por decir la verdad”. Aquí como en Venezuela (país que sigue en la lista) la fragmentación y la violencia política están haciendo muy difícil el ejercicio del periodismo. Fue precisamente en el país bolivariano donde durante la entrevista a una periodista de Radio Nacional la fragmentación quedó al descubierto. En el alerta, María Eugenia Medina aclaró que a ellos sí les estaban impidiendo cubrir una noticia, “no como dicen los periodistas de los medios antichavistas, eso es todo mentira”.
La lista sigue y suma un centenar de casos que merecen mención. La persecución legal y policial que sufren los periodistas independientes en Cuba también quedó plasmada en varios de los Alertas a la libertad de prensa, más allá de las dificultades de establecer la comunicación con la isla. Allí, el último caso registrado fue precisamente a un periodista local que sirve de corresponsal para el diario El Mundo de España.
Una situación complicada se dio y se sigue dando en Brasil, donde varias veces los testimonios se refirieron a la persecución y hasta la censura por parte de diferentes jueces, ante pedidos de las personas denunciadas en las investigaciones periodísticas. Caso paradigmático fue el de O Estado de Sao Paulo impedido durante más de seis meses de difundir informaciones sobre un caso de corrupción que involucraba al hijo del presidente del Senado, Fernando Sarney.
Tal como se mencionó al principio, nunca fue la intención de estos Alertas a la Libertad de Prensa el realizar un monitoreo, sino el dar lugar a los casos más alarmantes y transmitir solidaridad para quienes decidieron ejercer una profesión esencialmente democrática. Aún así, países como Bolivia, Paraguay y Nicaragua donde ha habido casos graves, puesto que no tienen sistemas de monitoreo tan eficientes, tuvieron una cobertura menor que la que quizás hubieran necesitado.
Por último, cabe destacar que sólo tres países de la región estuvieron exentos de aparecer dentro de estos Alertas: Costa Rica, Uruguay y Panamá. Esto no implica que la libertad de prensa sea plena y absoluta en esos lugares. Sin embargo son países donde el acoso a la prensa es más limitado y por ende el ejercicio del periodismo es un poco más calmo.
Como tantas otras iniciativas, estas Alertas tienen fundamentalmente el objetivo de dar a conocer y ampliar la información sobre los diferentes abusos a la prensa con la idea de que no vuelva a suceder un caso similar y que se puedan implementar políticas de protección a los periodistas según las diferentes situaciones.
Han pasado ya cien testimonios y, al parecer, seguirán pasando aún más. Con este humilde aporte el Proyecto Puente Democrático de CADAL espera contribuir a que el número vaya en descenso y que no se tenga que seguir alertando sobre periodistas asesinados, exiliados, amenazadas, encarcelados.
Hernán Alberro es periodista, Director de Programas de CADAL y Productor de los audios de Alerta a la Libertad de Prensa en América Latina del Proyecto Puente Democrático.
Hernán AlberroLicenciado en Periodismo en 2002 (Universidad del Salvador) y Maestrando en Administración y Políticas Públicas (Universidad de San Andrés). Realizó seminarios en Foundation for Economic Education (FEE) en Nueva York, en The Institute for Humane Studies y en National Endowment for Democracy en Washington D.C. sobre temas referentes a la libertad y administración de think tanks.
Actualmente se desempeña como consultor independiente asistiendo en la implementación de proyectos de cooperación interacional, en la búsqueda de fondos y en comunicación a organizaciones locales e internacionales. Fue Director de programas de CADAL donde ocupó diferentes cargos entre 2003 y 2020.
El Proyecto Puente Democrático de CADAL acaba de difundir un Alerta a la Libertad de Prensa que se refiere a Guatemala, donde en el lapso de una semana un periodista fue asesinado y otro fue detenido en un proceso muy irregular y cuestionable. Del periodista asesinado puede decirse que es uno más de los 24 que se han cubierto con estas alertas. Mientras que también se han cubierto 16 casos de periodistas detenidos, como Vasni Vázquez ahora en Guatemala.
Hace dos años y medio, en cumplimiento de su objetivo CADAL comenzó a cubrir los alertas a la libertad de prensa en América Latina de una forma diferente, en primera persona. La idea nunca fue realizar un monitoreo de la libertad de prensa que varias y muy buenas organizaciones llevan a cabo a nivel internacional, regional y local. El objetivo fue hacer oír las voces de las personas afectadas, los reclamos de quienes temían ser acallados, los relatos de quienes más allá de amenazas concretas a su vida, decidían seguir prestando su voz a la verdad.
En los primeros 100 testimonios de Alertas a la libertad de prensa se fue desandando un recorrido que bien puede graficar cuál es la situación que vive el periodismo en la región, aunque cabe destacar que ésa nunca fue la intención. El objetivo siempre fue cubrir los casos más alarmantes, las realidades donde se considera que la libertad de prensa corre mayor peligro. Así, Colombia, México y Honduras fueron los países que más casos tuvieron. Sin distinción de inclinación política, región o color de piel, los periodistas de estos países viven una permanente situación de fragilidad en el desempeño de sus labores. La impunidad, el narcotráfico y la fragmentación política hacen estragos al periodismo en esos lugares.
Producir el audio con los testimonios de las víctimas, con los involucrados en los diferentes atentados, atropellos y amenazas, permitió palpar con claridad la situación vivida en cada lugar. En México fueron varias las veces en las cuales hubo impedimentos de entrevistar a los involucrados, pues los que buscan acallar la verdad están ganando la pulseada. Cuando un periodista opta por no hablar, no referirse siquiera a los hechos que le suceden a sí mismo y ni qué hablar de la autocensura que seguramente apliquen en sus trabajos noticiosos.
De Honduras no puede olvidarse el caso del hijo del periodista Luis Arturo Mondragón Morazan que contó cómo su padre fue asesinado en la puerta de su hogar/canal de TV, a sangre fría “por decir la verdad”. Aquí como en Venezuela (país que sigue en la lista) la fragmentación y la violencia política están haciendo muy difícil el ejercicio del periodismo. Fue precisamente en el país bolivariano donde durante la entrevista a una periodista de Radio Nacional la fragmentación quedó al descubierto. En el alerta, María Eugenia Medina aclaró que a ellos sí les estaban impidiendo cubrir una noticia, “no como dicen los periodistas de los medios antichavistas, eso es todo mentira”.
La lista sigue y suma un centenar de casos que merecen mención. La persecución legal y policial que sufren los periodistas independientes en Cuba también quedó plasmada en varios de los Alertas a la libertad de prensa, más allá de las dificultades de establecer la comunicación con la isla. Allí, el último caso registrado fue precisamente a un periodista local que sirve de corresponsal para el diario El Mundo de España.
Una situación complicada se dio y se sigue dando en Brasil, donde varias veces los testimonios se refirieron a la persecución y hasta la censura por parte de diferentes jueces, ante pedidos de las personas denunciadas en las investigaciones periodísticas. Caso paradigmático fue el de O Estado de Sao Paulo impedido durante más de seis meses de difundir informaciones sobre un caso de corrupción que involucraba al hijo del presidente del Senado, Fernando Sarney.
Tal como se mencionó al principio, nunca fue la intención de estos Alertas a la Libertad de Prensa el realizar un monitoreo, sino el dar lugar a los casos más alarmantes y transmitir solidaridad para quienes decidieron ejercer una profesión esencialmente democrática. Aún así, países como Bolivia, Paraguay y Nicaragua donde ha habido casos graves, puesto que no tienen sistemas de monitoreo tan eficientes, tuvieron una cobertura menor que la que quizás hubieran necesitado.
Por último, cabe destacar que sólo tres países de la región estuvieron exentos de aparecer dentro de estos Alertas: Costa Rica, Uruguay y Panamá. Esto no implica que la libertad de prensa sea plena y absoluta en esos lugares. Sin embargo son países donde el acoso a la prensa es más limitado y por ende el ejercicio del periodismo es un poco más calmo.
Como tantas otras iniciativas, estas Alertas tienen fundamentalmente el objetivo de dar a conocer y ampliar la información sobre los diferentes abusos a la prensa con la idea de que no vuelva a suceder un caso similar y que se puedan implementar políticas de protección a los periodistas según las diferentes situaciones.
Han pasado ya cien testimonios y, al parecer, seguirán pasando aún más. Con este humilde aporte el Proyecto Puente Democrático de CADAL espera contribuir a que el número vaya en descenso y que no se tenga que seguir alertando sobre periodistas asesinados, exiliados, amenazadas, encarcelados.
Hernán Alberro es periodista, Director de Programas de CADAL y Productor de los audios de Alerta a la Libertad de Prensa en América Latina del Proyecto Puente Democrático.
Licenciado en Periodismo en 2002 (Universidad del Salvador) y Maestrando en Administración y Políticas Públicas (Universidad de San Andrés). Realizó seminarios en Foundation for Economic Education (FEE) en Nueva York, en The Institute for Humane Studies y en National Endowment for Democracy en Washington D.C. sobre temas referentes a la libertad y administración de think tanks.
Actualmente se desempeña como consultor independiente asistiendo en la implementación de proyectos de cooperación interacional, en la búsqueda de fondos y en comunicación a organizaciones locales e internacionales. Fue Director de programas de CADAL donde ocupó diferentes cargos entre 2003 y 2020.
