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Análisis Latino

26-04-2013

Un Testamento de Los Años 70: Terrorismo, Política y Verdad en la Argentina, de Héctor Ricardo Leis

(Buenos Aires Herald) Leis no es un académico ligero tratando de sacar conclusiones sin tener una vida con la cual apoyarlas. Fue miembro del Partido Comunista que, como otros, se mudó para encontrar a Dios en el Peronismo, luego fue por su arma y se unió a Montoneros. Fue capturado, fue a prisión, fue liberado, huyó a Brasil, y ha vivido ahí desde entonces. La decisión de hacer su vida en Brasil puede haberle dado una percepción más clara sobre Argentina, con un poco más de cordura, la cual aún falta en esos que se quedaron en la política local, o continúan operando en la fantasía utópica de los setenta.
Por Andrew Graham-Yooll

Un Testamento de Los Años 70: Terrorismo, Política y Verdad en la Argentina, de Héctor Ricardo Leis(Buenos Aires Herald) Uno de los aspectos del análisis político y el estudio histórico de nuestra sociedad es la dificultad de ser imparcial. Sin perjuicio de las normas de contexto sobre los acontecimientos que hemos vivido. Por lo tanto una de las mayores mentiras que nos decimos a nosotros mismos aquí en Argentina es que respetamos los derechos humanos. ¿De quién? La revisión de los partidarios se usa como preferencia  a los hechos en los discursos políticos, como una forma de reclamar crédito o para exigir el respeto de los derechos auto-establecidos. Pero que también podría aceptar que no estamos terriblemente preocupados por los derechos de nadie más allá de los nuestros.

En los últimos tiempos ha habido un montón de "derechos humanos" lanzados  alrededor, en las conferencias presidenciales y en el discurso político. A pesar de los reclamos y de los progresos realizados desde los años oscuros - los años setenta y ochenta -  ha habido  repercusiones que llevan a un progreso moral en el desarrollo de la manera en la que vemos los acontecimientos y a las personas, sus derechos y obligaciones.

Esa bocanada no viene del último tratado sobre la condición humana, y la atención que merece, sino de la lectura de un breve ensayo que revisa el pasado reciente. El libro, “Un Testamento de Los Años 70: Terrorismo, Política y Verdad en la Argentina”, de Héctor Ricardo Leis (publicado por Katz Editores, Buenos Aires), es prologado por la ex senadora Graciela Fernández Meijide (que sufrió los años setenta, con la pérdida de su hijo y fue, en mi memoria, la legisladora más escrupulosa que hemos tenido en décadas), y Beatriz Sarlo, que es en la actualidad una de los principales comentaristas políticas y sociales de la Argentina. Ambas son mis líderes de opinión  favoritos. Y Leis debe estar en lo correcto porque Sarlo dice que él es su amigo. No estoy interesado en cualquier texto que ofrece la "verdad" de la nada, pero una vez que el título ha sido aclarado, el ensayo explora ideas que deben ser repetidas, incluso si no están a la vanguardia.

Leis no es un académico ligero tratando de sacar conclusiones sin tener una vida con la cual apoyarlas. Fue miembro del Partido Comunista que, como otros, se mudó para encontrar a Dios en el Peronismo, luego fue por su arma y se unió a Montoneros. Fue capturado, fue a prisión, fue liberado, huyó a Brasil, y ha vivido ahí desde entonces. La decisión de hacer su vida en Brasil puede haberle dado una percepción más clara sobre Argentina, con un poco más de cordura, la cual aún falta en esos que se quedaron en la política local, o continúan operando en la fantasía utópica de los setenta.

Es deseado por cualquier escritor y periodista añadir “déjenme decirles lo que sé”, acerca de cualquier producto, pero en este caso, el lector estará mejor atendido por unas pocas y  seleccionadas piezas del aprendizaje de Leis.

“Si la violencia ha sido el resultado de una patología debemos concluir que era fácilmente contagiosa, dado que afectó a la mayoría de la población argentina, la cual selectivamente  aprobó la estupidez de uno y otro lado, finalmente para apoyar colectivamente sin selección la igualdad sin sentido de la guerra Malvinas/Falklands. Sólo una pequeña minoría se mantuvo alejada de la locura. Si hubo una patología, fue en la combinación política imaginaria de los fundamentalistas políticos y el resentimiento histórico. Ni la ideología ni la pasión pueden explicar las atrocidades que se cometieron”

Hay una posibilidad de que Héctor Ricardo Leis sea acusado de orinar contra el viento porque suena ‘liberal’ en su valoración, pero ése es el riesgo de escribir de frente a un estallido actual de revisionismo histórico. “En las fuerzas armadas y las guerrillas habían buenos hombres que dejaron de serlo en ciertas etapas. Eso no puede ser explicado por patologías pre-existentes”

Eso es la mitad del libro. Teniendo en cuenta mi propia memoria selectiva de los años que sobreviví, como nativo y exiliado, en mi elección de las observaciones del autor tomé las siguientes líneas de su epílogo: “Las  victimas de guerras entre naciones enemigas nunca se reencuentran, no tienen que. Sus tierras, sus costumbres, sus raíces no son lo mismo”

“Ese no es el caso de las víctimas de una Guerra civil o guerras internas entre una nación. En el caso de Argentina, más de diez mil víctimas de violencia política entre el 28 de junio 1966 (el comienzo de la llamada Revolución Argentina del general Juan Carlos Onganía) y el 10 de diciembre de 1983 (el regreso de la democracia) son recordados como si una parte de la muerte hablara un lenguaje y tuviera una bandera y un himno diferente al otro. Hay pocos que se atreven a afirmar que hubo una guerra entre los argentinos”. La cifra mencionada hace un saludable cambio a las proyecciones habituales.

En este momento Hector Ricardo Leis me ayuda a dar vuelta al estallido por nuestra falta de preocupación por los derechos humanos. No queremos ver los derechos de otros. Cuando, en 1971, comencé como proveedor de información (no como ‘informante’ por favor) para Amnistía Internacional, en Londres, traté de explicar el interés especial por la dignidad humana que proponía la organización (que comenzó diez años más temprano por el abogado Peter Benenson). Mis amigos, comprometidos políticamente preguntaron, “Si, ¿pero de qué lado estas?” Fue difícil de explicar en qué se convirtió la línea editorial Herald, simplemente, matar personas está mal. Con la fuerza de su propia experiencia Leis ofrece una interpretación interesante de una historia que a menudo tratamos de darle la espalda.

Publicado originalmente en el Buenos Aires Herald con el título “Putting balance and context into recent history”.

Traducción de Adriana Durán.

Andrew Graham-Yooll
Andrew Graham-Yooll
 
 
 

 
 
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