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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Una crisis en el concepto de derechos humanos en el comienzo del siglo XXI
Debemos comenzar a señalar que muchos gobiernos construyen todo su marco legal, incluyendo sus constituciones, sobre conceptos perversos y distorsionados. Los fundamentos de los derechos humanos esenciales sostienen que para los ciudadanos “está permitido todo aquello que no está prohibido” mientras que para el gobierno “todo lo que no está permitido, está prohibido”. Pero los gobiernos autoritarios tienden a dar vuelta estos principios tanto en el derecho como en la práctica.Por Yevgeny Zhovtis
Debemos comenzar a señalar que muchos gobiernos construyen todo su marco legal, incluyendo sus constituciones, sobre conceptos perversos y distorsionados.
La legislación de muchos estados post-soviéticos es un caso, ya que claramente privilegian los intereses del gobierno por los derechos y libertades de los ciudadanos.
Los fundamentos de los derechos humanos esenciales sostienen que para los ciudadanos “está permitido todo aquello que no está prohibido” mientras que para el gobierno “todo lo que no está permitido, está prohibido”.
Pero los gobiernos autoritarios tienden a dar vuelta estos principios tanto en el derecho como en la práctica.
Los ciudadanos comunes deben probar que tienen derechos mientras que las autoridades pueden realizar cualquier violación a los derechos de los ciudadanos a menos que dicha acción esté directamente prohibida por la ley.
Yevgeniy Zhovtis es director de la Oficina Internacional para los Derechos Humanos y el Estado de Derecho de Kazajstán (International Bureau for Human Rights and Rule of Law). Es abogado y ha publicado más de 150 trabajos sobre los problemas de la democratización y la transformación económica, y la situación de los derechos humanos y el estado de derecho en Kazajstán. Por su trabajo en derechos humanos ha sido reconocido por instituciones de diferentes países del mundo. El 26 de julio de 2006 estuvo involucrado en un accidente automovilístico que resultó en la trágica muerte de un transeúnte. Ahora resulta claro que las autoridades de Kazajstán utilizaron este accidente para politizar la investigación y condenar a Yevgeniy Zhovtis por su trabajo en derechos humanos. En 2009 Freedom House y Foreign Policy incluyeron al Sr. Zhovtis en su lista de los 15 disidentes más importantes del mundo en prisión.