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Corea del Norte bajo la lupa

09-05-2022

Cómo piratear un dispositivo inteligente en Corea del Norte para eludir el control estatal

El uso de teléfonos móviles y tabletas se ha multiplicado en Corea del Norte en los últimos años, sobre todo en Pyongyang. A fin de que esto no facilite la circulación de contenidos provenientes del exterior, especialmente de Corea del Sur, el gobierno norcoreano exige actualizaciones de seguridad obligatorias que limitan lo que pueden hacer los usuarios. Un informe publicado por NK News confirma lo obvio: hay ciudadanos que logran piratear software para eludir esas restricciones. Pero también revela algo menos esperable: detrás del hackeo no habría tanto un interés en acceder a información del extranjero, sino en tener un teléfono más flexible y, por lo tanto, con más valor de reventa.
Por Chad O’Carroll

(NK News) Algunos ciudadanos norcoreanos están pirateando sus dispositivos inteligentes con software especializado para eludir los mecanismos de control estatal, asegura un nuevo informe de la organización sin fines de lucro Lumen, un desarrollo que ha llevado a Pyongyang a pensar nuevas sanciones en reacción.

El informe explica que en Corea del Norte existe un sistema de doble control que evita las aplicaciones no autorizadas y la impresión de archivos multimedia, como fotografías, con un código único necesario para que se puedan compartir con otros dispositivos. Esto evita que se utilicen aplicaciones extranjeras en dispositivos norcoreanos y que se puedan leer o guardar archivos multimedia provenientes del exterior, como películas de Corea del Sur.

Ahora bien, Lumen explica que un pequeño número de norcoreanos emprendedores han encontrado formas de sortear este gran obstáculo. “La escala de la piratería aún parece ser menor, pero los cambios recientes en la ley norcoreana indican que las autoridades nacionales lo ven como un problema grave”, dice el informe escrito por Martyn Williams de Lumen y Niklaus Schiess de la firma de seguridad de tecnologías de la información ERNW.

Dado que el uso de teléfonos móviles y tabletas ha proliferado en los últimos años, el gobierno de Corea del Norte ha respondido al uso de dispositivos no aprobados exigiendo actualizaciones de seguridad para restringir mejor lo que los usuarios pueden hacer.

Además del protocolo de dos controles, un sistema llamado Trace Viewer “toma fotografías mientras el teléfono está encendido y las almacena en un directorio donde no se pueden borrar”. Esto, dice el informe, da a los norcoreanos un "recordatorio siempre presente de que el hermano mayor está mirando cuando se usa el teléfono".

“La escala de la piratería aún parece ser menor, pero los cambios recientes en la ley norcoreana indican que las autoridades nacionales lo ven como un problema grave”

Pero dos ex ciudadanos de Corea del Norte que hablaron con los autores del informe explicaron que algunas personas en el país han encontrado formas de eludir estos controles estatales.

Un método, descripto en detalle, consiste en conectar un dispositivo a una computadora portátil de manera que se pueda transferir e iniciar una aplicación especial de "enraizamiento" sin que el software de seguridad del dispositivo la detecte ni la elimine. “Una vez lanzada, la aplicación proporciona al usuario acceso de raíz, lo que le da un control completo sobre el teléfono y la capacidad de agregar, modificar o eliminar cualquier archivo”, dice el informe.

Aunque el exploit de enraizamiento no es utilizado por el público en general, uno de los ex ciudadanos de Corea del Norte dijo que alrededor del 10% de los usuarios de dispositivos probablemente han intentado usarlo, mientras que otro dijo que alrededor del 30% de los estudiantes universitarios en su antigua red de contactos lo había hecho.

Si bien la demanda de contenido de medios extranjeros dentro de Corea del Norte está bien documentada, el informe de Lumen asegura que es probable que los ciudadanos estén pirateando sus dispositivos por razones más benignas y prácticas: “La motivación para hacer esto es eludir la seguridad del teléfono y poder instalar diferentes aplicaciones, filtros de fotos y archivos multimedia que de otro modo no estarían permitidos”.

Una de las motivaciones clave es editar la biblioteca donde se almacenan las capturas de pantalla de un dispositivo porque eso puede aumentar las ganancias de una eventual venta posterior.

“El valor de reventa de un teléfono también puede incrementarse accediendo y eliminando las capturas de pantalla tomadas automáticamente con la aplicación ‘Trace Viewer’”, explica el informe, porque “la cantidad de capturas de pantalla en el teléfono ayuda a determinar la antigüedad de ese teléfono”.

Otro motivo para instalar el programa de enraizamiento es permitir cambios simples en el dispositivo, como instalar una pantalla de inicio diferente, un juego o un filtro de fotos, dice el informe.

“El valor de reventa de un teléfono aumenta por eliminar las capturas de pantalla porque la cantidad de capturas ayuda a determinar la antigüedad de ese dispositivo”.

Tomasz Wierzbowski, profesor adjunto de la Universidad de Estudios Extranjeros de Hankuk, dijo a NK News que no estaba sorprendido por este pragmatismo entre los ciudadanos de Corea del Norte.

“La mayoría de los norcoreanos no necesitan consumir noticias del extranjero porque están satisfechos con su propio entorno”, explicó. "Podríamos suponer que un norcoreano promedio busca información proveniente del exterior, pero ese no es el caso, están en su propia burbuja... simplemente no sabrían qué buscar".

Sea cual fuere el motivo, el gobierno norcoreano parece estar tomando medidas enérgicas contra los usuarios que usan dispositivos aprobados por el Estado para realizar actividades no aprobadas.

El problema fue “específicamente mencionado en la nueva Ley de Corea del Norte contra el Pensamiento Reaccionario que entró en vigencia a fines de 2020”, dice el informe de Lumen. “La ley contempla una pena de al menos 3 meses de reeducación laboral por el delito de ‘instalación ilegal de un programa de manipulación de teléfonos móviles’”.

Las multas de entre 50.000 y 100.000 wones (muchas veces el salario mensual promedio de la mayoría de los norcoreanos) se contemplan en la ley para aquellos cuyos dispositivos contienen una “publicación impura” o un “programa de bloqueo del material de propaganda”.

¿Vale la pena el riesgo?

El fundador y director de Lumen, Jieun Baek, explica que era importante no extrapolar demasiado los hallazgos, debido a que solo dos ex norcoreanos fueron entrevistados sobre el tema.

“Los contenidos provenientes de Corea del Sur siguen siendo muy populares en Corea del Norte”, dijo. “Hay una gran cantidad de contenido que ya está circulando entre las personas, más allá de que la entrada de contenido nuevo en Corea del Norte haya sido extremadamente limitada desde el brote de COVID-19”.

“Decenas de desertores norcoreanos que han llegado a Corea del Sur cada año desde 2020 afirman de manera cualitativa y anecdótica que los contenido de Corea del Sur son muy populares a pesar de que los riesgos y las sanciones han aumentado significativamente desde 2019”.

Traducción: Agustín Menéndez
Edición: Florencia Grieco

Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente la opinión de CADAL.

Chad O’Carroll
Chad O'Carroll es director de NK News y escribe sobre asuntos de Corea del Norte desde 2010.
 
 
 

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