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Corea del Norte bajo la lupa
Derechos Humanos en Corea del Norte: ¿aún hay un camino a seguir?
Es larga la lista de acciones a desarrollar para fomentar y formar conciencia en todos los países sobre la situación dramática que se vive no sólo en Corea del Norte sino en buena parte del noreste asiático. Llevar adelante medidas de presión sobre China y luego sobre Corea del Norte permitiría cambiar el escenario descripto.Por Agustín Menéndez
El pasado 18 de mayo se desarrolló la conferencia “Derechos Humanos en Corea del Norte: ¿aún hay un camino a seguir?”, organizada por el Comité de Derechos Humanos de Corea del Norte (HRNK, por sus siglas en inglés), la Institución Hoover y el Fondo Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). Contó con la asistencia de numerosos especialistas en la materia, tales como Greg Scarlatoiu, Director Ejecutivo del Committee for Human Rights in North Korea, Ethan Hee-Seok Shin del Transitional Justice Working Group, el Dr. Larry Diamond del Hoover Institute, y la doctora Tara O del Hudson Institute.
En el evento se examinó la situación de los derechos humanos en el país y se exploró cómo la cuestión de los derechos humanos puede tomarse como tema en futuras interacciones bilaterales y multilaterales con Pyongyang. Asimismo, la discusión abordó algunos de los problemas de derechos humanos más apremiantes en Corea del Norte, así como el papel de China en ayudar e instigar a un régimen que está cometiendo crímenes contra la humanidad.
Es indudable que hay un enlace entre la cuestión de Derechos Humanos en el régimen norcoreano y el programa de armamentos nucleares, químicos y biológicos que el país lleva adelante hace décadas. Se sostuvo que la necesidad de un cambio interno generará un cambio externo en relación a los demás países de la región que se ven amenazados y fuertemente afectados por las pruebas misilísticas continuas que realiza Corea del Norte.
Según estima la prestigiosa Rand Corporation, Corea del Norte poseerá para el año 2027 más de 200 armas nucleares, lo cual equipararía las reservas nucleares de países como Francia o el Reino Unido. La discusión del tema nuclear durante más de tres décadas ha funcionado como un manto de oscuridad sobre la cuestión de violación masiva de Derechos Humanos, la corrupción del régimen norcoreano y los aliados internacionales que en complicidad sostienen al régimen.
Esto plantea la necesidad de un cambio de paradigma para abordar exitosamente y lograr cambios ciertos en Corea del Norte. Por el momento, las teorías y paradigmas de análisis han fracasado constantemente ante la realidad y los hechos. Las profecías de colapso del régimen, cambios y una tibia apertura, producto del mercado negro que sostienen a la economía norcoreana en gran medida, así como las distintas estrategias de acercamiento, fallaron.
Dentro del esquema de violación de Derechos Humanos, China actúa como la principal potencia que apoya al régimen norcoreano. Retorna a los norcoreanos que logran escapar del país e identifica a cristianos en las fronteras con el país que son los facilitadores para escapar no sólo de Corea del Norte sino de China y poder darles refugio y medios económicos para poder ir a Corea del Sur. Miles de norcoreanos al día de la fecha están en prisiones en China donde se les niega todo tipo de derechos y también niega la entrada de la Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea para supervisar las condiciones de detención de estas personas, siendo la mayoría mujeres.
En el año 2022 sólo 67 personas lograron llegar a Corea del Sur desde Corea del Norte, escapando de las autoridades norcoreanas a pesar de la orden de “disparar a matar” que funciona en la frontera y la complicidad de la República Popular China que los considera meros “migrantes económicos” en vez de otorgarles el status de refugiados y darles asilo tal y como lo exige el Derecho Humanitario Internacional.
Para contrarrestar este tipo de acciones, es necesario tener una alineación de la política de las Naciones Unidas con todos sus miembros, hecho que, hasta ahora, pareciera ser imposible dadas las rispideces de China y Rusia con el resto de los miembros del Consejo de Seguridad y, sumado a ello, generar un grupo de estados que provean recursos y presionen sobre la situación de los refugiados en la República Popular de China.
Por otro lado, Corea del Sur debería revisar su política de repatriación de norcoreanos que llegan a su país por diversos motivos y que son devueltos por temor a una represalia por parte del gobierno norcoreano. El día 18 de mayo el Ministerio de Unificación de Corea del Sur informó que un grupo de desertores cuya cantidad no fue develada, atravesó el mar Amarillo en un barco pesquero hasta llegar a aguas surcoreanas. Es importante saber qué se hará con ellos teniendo en cuenta el antecedente de los dos pescadores que fueron devueltos a Corea del Norte en el año 2019.
Es larga la lista de acciones a desarrollar para fomentar y formar conciencia en todos los países sobre la situación dramática que se vive no sólo en Corea del Norte sino en buena parte del noreste asiático. Llevar adelante medidas de presión sobre China y luego sobre Corea del Norte permitiría cambiar el escenario descripto. Sin embargo, para que eso ocurra se requiere una labor coordinada y continua basada en acuerdos que hasta el momento no parecen cercanos.
Agustín MenéndezInvestigador AsociadoLicenciado en Ciencia Política y Abogado (UBA). Cursó estudios de Maestría en Historia (UTDT). Becario KGIP (Korean Government Invitation Program). Especializado en temas de la Península Coreana y la violación de Derechos Humanos en Corea del Norte. Actualmente trabaja en la Unidad de Información Financiera en el área de Coordinación Internacional en materia de lavado de activos. financiamiento del terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva. Colabora en distintos medios gráficos y radiales.
El pasado 18 de mayo se desarrolló la conferencia “Derechos Humanos en Corea del Norte: ¿aún hay un camino a seguir?”, organizada por el Comité de Derechos Humanos de Corea del Norte (HRNK, por sus siglas en inglés), la Institución Hoover y el Fondo Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). Contó con la asistencia de numerosos especialistas en la materia, tales como Greg Scarlatoiu, Director Ejecutivo del Committee for Human Rights in North Korea, Ethan Hee-Seok Shin del Transitional Justice Working Group, el Dr. Larry Diamond del Hoover Institute, y la doctora Tara O del Hudson Institute.
En el evento se examinó la situación de los derechos humanos en el país y se exploró cómo la cuestión de los derechos humanos puede tomarse como tema en futuras interacciones bilaterales y multilaterales con Pyongyang. Asimismo, la discusión abordó algunos de los problemas de derechos humanos más apremiantes en Corea del Norte, así como el papel de China en ayudar e instigar a un régimen que está cometiendo crímenes contra la humanidad.
Es indudable que hay un enlace entre la cuestión de Derechos Humanos en el régimen norcoreano y el programa de armamentos nucleares, químicos y biológicos que el país lleva adelante hace décadas. Se sostuvo que la necesidad de un cambio interno generará un cambio externo en relación a los demás países de la región que se ven amenazados y fuertemente afectados por las pruebas misilísticas continuas que realiza Corea del Norte.
Según estima la prestigiosa Rand Corporation, Corea del Norte poseerá para el año 2027 más de 200 armas nucleares, lo cual equipararía las reservas nucleares de países como Francia o el Reino Unido. La discusión del tema nuclear durante más de tres décadas ha funcionado como un manto de oscuridad sobre la cuestión de violación masiva de Derechos Humanos, la corrupción del régimen norcoreano y los aliados internacionales que en complicidad sostienen al régimen.
Esto plantea la necesidad de un cambio de paradigma para abordar exitosamente y lograr cambios ciertos en Corea del Norte. Por el momento, las teorías y paradigmas de análisis han fracasado constantemente ante la realidad y los hechos. Las profecías de colapso del régimen, cambios y una tibia apertura, producto del mercado negro que sostienen a la economía norcoreana en gran medida, así como las distintas estrategias de acercamiento, fallaron.
Dentro del esquema de violación de Derechos Humanos, China actúa como la principal potencia que apoya al régimen norcoreano. Retorna a los norcoreanos que logran escapar del país e identifica a cristianos en las fronteras con el país que son los facilitadores para escapar no sólo de Corea del Norte sino de China y poder darles refugio y medios económicos para poder ir a Corea del Sur. Miles de norcoreanos al día de la fecha están en prisiones en China donde se les niega todo tipo de derechos y también niega la entrada de la Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en la República Popular Democrática de Corea para supervisar las condiciones de detención de estas personas, siendo la mayoría mujeres.
En el año 2022 sólo 67 personas lograron llegar a Corea del Sur desde Corea del Norte, escapando de las autoridades norcoreanas a pesar de la orden de “disparar a matar” que funciona en la frontera y la complicidad de la República Popular China que los considera meros “migrantes económicos” en vez de otorgarles el status de refugiados y darles asilo tal y como lo exige el Derecho Humanitario Internacional.
Para contrarrestar este tipo de acciones, es necesario tener una alineación de la política de las Naciones Unidas con todos sus miembros, hecho que, hasta ahora, pareciera ser imposible dadas las rispideces de China y Rusia con el resto de los miembros del Consejo de Seguridad y, sumado a ello, generar un grupo de estados que provean recursos y presionen sobre la situación de los refugiados en la República Popular de China.
Por otro lado, Corea del Sur debería revisar su política de repatriación de norcoreanos que llegan a su país por diversos motivos y que son devueltos por temor a una represalia por parte del gobierno norcoreano. El día 18 de mayo el Ministerio de Unificación de Corea del Sur informó que un grupo de desertores cuya cantidad no fue develada, atravesó el mar Amarillo en un barco pesquero hasta llegar a aguas surcoreanas. Es importante saber qué se hará con ellos teniendo en cuenta el antecedente de los dos pescadores que fueron devueltos a Corea del Norte en el año 2019.
Es larga la lista de acciones a desarrollar para fomentar y formar conciencia en todos los países sobre la situación dramática que se vive no sólo en Corea del Norte sino en buena parte del noreste asiático. Llevar adelante medidas de presión sobre China y luego sobre Corea del Norte permitiría cambiar el escenario descripto. Sin embargo, para que eso ocurra se requiere una labor coordinada y continua basada en acuerdos que hasta el momento no parecen cercanos.