Reseñas
Análisis Latino
Índice de Desarrollo Democrático de América latina. IDD-Lat 2005. Fundación Konrad Adenauer y Polilat.com
Por Matías Franchini
El debate sobre la democracia en América latina ha sido constante en los
últimos 25 años, acompañando la evolución de las instituciones luego de la
apertura política producida en la región sobre fines de los 70s y principios de
los 80s. Sin embargo, en ciertas coyunturas, la preocupación por el nivel de
consolidación de dichas instituciones y prácticas democráticas parece acelerarse
y hacerse más intenso. En estos últimos años, y principalmente a raíz de una
serie de crisis institucionales que han terminado con el mandato de varios
presidentes legítimamente electos, la polémica ha sido nuevamente disparada.
Dado que, y pese a la vigencia en casi todo el continente de reglas formales
democráticas para elegir gobernantes, el ejercicio de hecho de esa democracia no
ha logrado alcanzar siquiera el objetivo de asegurar la gobernabilidad, ni que
decir de la superación de los históricos problemas de pobreza, inequidad y
exclusión que sufren muchos de los países latinoamericanas.
En el marco de este debate, se han ido elaborando a través de los años, una
serie de instrumentos que buscan medir el grado de desarrollo democrático en las
distintas sociedades, con todas las dificultades que ello trae ya desde el
vamos, dada la diversidad de definiciones sobre democracia que pueden
considerarse y los obstáculos que puedan plantearse a la hora "mensurar" el
grado de democracia, entre otras complicaciones.
El índice de desarrollo democrático (IDD-Lat) que aquí se reseña, elaborado
anualmente por la Fundación Konrad Adenauer y el portal polilat.com, se enmarca
en este tipo de esfuerzos y pretende hacer un aporte consistente al debate sobre
la consolidación democrática en la región (o la falta de ella). El trabajo se
define a como "un índice desarrollado para medir el desarrollo democrático de
los países de América Latina" (Pág. 121) y su intención manifiesta es la de
"destacar los logros y virtudes del proceso de avance hacia una mayor evolución
democrática de las instituciones de América Latina y exponer sus vicios y
falencias, para ayudar a imitar los primeros y eliminar y evitar estos últimos,
para el desarrollo regional" (www.idd-la.org).
En su faz metodológica, el índice considera 31 indicadores agrupados en 4
dimensiones(1) que miden las siguientes variables: "la legalidad del régimen
democrático", el "respeto de los derechos políticos y libertades civiles", la
"calidad institucional y el grado de eficiencia política" y el "ejercicio del
poder efectivo para gobernar". Como puede verse, el índice escapa a una
consideración meramente formal de la democracia: "la concepción de democracia
que interpreta el IDD-Lat es la considerada maximalista, ya que reconoce la
democracia en tanto régimen político, sistema político y como un ideal (que
persigue fines universales socialmente consensuados)". (Pág. 121).
Composición del IDD-Lat
Atributos de la democracia formal
Atributos de la democracia real
Dimensión I
Dimensión II
Respeto de los Derechos
Políticos y Libertades Civiles
Dimensión III
Calidad Institucional y
Eficiencia Política
Dimensión IV
Ejercicio del poder efectivo
para gobernar
Subdimensión Capacidad para asegurar Políticas que aseguren el Bienestar
Subdimensión Capacidad para asegurar Políticas que aseguren Eficiencia
Económica
Legalidad del Régimen Democrático
Desempeño Del Sistema Democrático
Fines que persigue la democracia como outcomes del gobierno democrático
1.Elecciones Libres
2. Sufragio Universal.
3.Participación Plena
4. Voto de adhesión política.
5. Puntaje en el Índice de Derechos Políticos.
6. Puntaje en el Índice de Libertades Civiles.
7. Genero en el gobierno.
8. Condicionamientos de libertades y derechos por inseguridad.
9. Puntaje en el Índice de Percepción de Corrupción.
10. Participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo.
Accountability Legal y Política
11. Elección de los jueces de la Corte Suprema.
12. Mecanismos de democracia directa.
13. Ombudsman.
Accountability Social
14. Condiciones para el ejercicio de una prensa libre.
15. Acceso a información publica.
16. Habeas Data-acceso y protección de la información personal.
Desestabilización de la democracia.
17. Existencia de minorías/mayorías organizadas sin representación política.
18. Victimas de la violencia política.
19. Factor de desestabilización: existencia de organizaciones armadas.
20. Factor de anormalidad democrática: crisis institucionales.
21. Desempleo Urbano.
22. Hogares bajo la línea de pobreza.
Desempeño en Salud
23. Mortalidad infantil.
24. Gasto en Salud como porcentaje del PBI.
Desempeño en Educación
25. Matriculación Secundaria.
26. Gasto en Educación como porcentaje del PBI.
27. Puntaje en el Índice de Libertad Económica.
28. PBI per Capita PPA (ajustado a paridad del poder adquisitivo).
29. Brecha del Ingreso (relacion entre el quintil menor y el mayor).
30. Inversión (inversión bruta fija sobre PBI).
31. Endeudamiento (porcentaje de deuda sobre PBI).
Subíndice respeto a los Derechos Políticos y Libertades Civiles,
Subíndice Calidad Institucional y Eficiencia Política.
Como se dijo, el IDD-Lat posee 4 dimensiones, en la Dimensión I se incluyen 3
indicadores (a los que no se les asigna valor) que hacen referencia a las
condiciones básicas del régimen democrático, a saber: elecciones libres,
sufragio universal y participación plena. La ausencia de cualquiera de ellos
hace inaplicable el índice, porque implica la ausencia de democracia. La
Dimensión II se refiere al Respeto de los Derechos Políticos y Libertades
Civiles y los indicadores utilizados son el voto de adhesión política, el
puntaje en el índice de derechos políticos y en el índice de libertades civiles
elaborado por Freedom House, el género en el gobierno y la inseguridad como
condicionante de libertades y derechos. La Dimensión III es la Calidad
Institucional y Eficiencia Política y se mide a través de los siguientes
índices: el puntaje en el índice de percepción de la corrupción elaborado por
Transparencia Internacional, la participación de los partidos políticos en el
poder legislativo, una serie de indicadores que miden el nivel de Accountability
legal, política y social y desestabilización de la democracia.
Mientras que
las dimensiones II y III se articulan en torno al desempeño del sistema
democrático, la Dimensión IV se refiere a los fines que persigue la democracia
como outcomes del gobierno democrático. Definida como Ejercicio del Poder
Efectivo para Gobernar, se divide a su vez en dos componentes: La Capacidad para
generar políticas que aseguren el bienestar, medido a través del desempeño en
salud y educación, el desempleo urbano y los hogares bajo la línea de pobreza y
La Capacidad para generar políticas que aseguren la eficiencia económica
conformado por los siguientes indicadores: el puntaje en el índice de libertad
económica elaborado por Heritage Foundation, el PBI per capita, la brecha de
ingreso, la inversión y el nivel de endeudamiento.
El IDD-Lat se construye
sobre la base de la agregación de estos indicadores que se ponderan (asignando
puntajes tanto a las dimensiones como a cada uno de los indicadores
seleccionados).
Cabe decir finalmente con respecto a la cuestión
metodológica, que el número de indicadores contemplados en la actual edición de
IDD-Lat no ha sufrido modificaciones con respecto al año 2004, aunque quizás sea
interesante recordar la incorporación del factor inseguridad como factor
condicionante de las libertades y derechos (Dimensión II) en aquella edición.
Tampoco han variado los países considerados en el estudio, que totalizan 18:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Republica
Dominicana, Uruguay y Venezuela. Lo que si ha variado con respecto a ediciones
anteriores es la cobertura temporal de los indicadores, dado que hasta el
volumen de 2004 se hacia referencia a datos y hechos de dos años anteriores, y
en la actual publicación se adoptó el criterio de la inclusión del dato mas
próximo.
Resultados y conclusiones
Los resultados de la medición pueden verse en el capítulo I (Tendencias del
desarrollo democrático regional) y en el capitulo II (Tablas de datos y
ponderaciones de las dimensiones del IDD-Lat). Entre las definiciones de estos
apartados pueden destacarse las siguientes: "En líneas generales, el desempeño
de la región ha mejorado, teniendo en cuenta que son numerosos los países que
crecieron en la valoración del IDD-Lat. (…) a pesar de las distintas crisis
institucionales que se produjeron a lo largo de 2004." (Pág. 15). "El promedio
de la región, que fue de 4.842, subió levemente con respecto al promedio de
2004, que había sido de 4.660". (Pág. 16).
Tabla 1: IDD-Lat 2002-2005
(Fuente: www.idd-lat.org)
Sin embargo, este avance medio no oculta el hecho de que son pocos los países
que superan el promedio regional (ver tabla 1) y el que, de acuerdo a la
clasificación del índice, solo 3 de los 18 países considerados puedan ser
calificados como altamente desarrollados (Costa Rica, Chile y Uruguay, con
puntajes entre 7.51 y 10.0), otros 3 medianamente desarrollados (México, Panamá
y El Salvador, oscilando entre los 4.51 y 7.50 puntos) mientras que el resto (y
mayoría) son considerados como de desarrollo democrático bajo (con puntaje entre
1.0 y 4.5). (Ver grafico 1).
Grafico 1: Clasificación de países según desarrollo democrático
(Fuente: www.idd-lat.org)
Se resalta asimismo que "los países con alto desarrollo democrático son
países que no han caído en los últimos diez años en crisis
político-institucionales" (Pág. 17), mientras que los que han mostrado bajo
nivel de desarrollo han experimentado repetidamente en este tipo de conflictos,
tal el caso de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú o Venezuela.
En cuanto a
las conclusiones del trabajo, las mismas están contenidas principalmente en el
Capitulo III (¡Es la política!) y hacen hincapié, como el titulo sugiere, en la
necesidad de recuperar la política para Latinoamérica como "la espina dorsal de
su potencial desarrollo democrático" o con mayor especificidad: "Nuestro estudio
(…) pone de relieve que solo aquellos países con una estructura democrática
consolidada, con un sistema de partidos estables y con un relativo grado de
eficiencia logran un diferencia importante respecto del mediocre comportamiento
del desarrollo democrático en la región". (Pág. 45).
En línea con la
constatación inicial de que "la política, los partidos y sus dirigentes se han
convertido en objeto fóbico de las democracias latinoamericanas". (Pág. 8) el
trabajo afirma que, pasado ya el "romance con la nueva democracia
latinoamericana" de los últimos 80s y tempranos 90s, "aquellos años de ilusión y
confianza fueron cediendo paso a un creciente descontento y desconfianza hacia
la clase política, que, si bien no ha alcanzado todavía a derribar los pilares
de la confianza en el sostenimiento de la democracia en la comunidad, en algunos
países los ha debilitado ostensiblemente". (Pág. 45).
Entre las diversas
causas de este proceso de insatisfacción con los resultados de la democracia que
el trabajo enumera, se hace especial mención a la situación de los partidos
políticos: "Buena parte de los ciudadanos latinoamericanos tiene la plena
convicción de que son una herramienta accesoria, cuando no inútil para la vida
en democracia". Y asumiendo que tanto "en su dimensión participativa como
representativa, la democracia es inconcebible sin partidos políticos", (Pág. 51)
el trabajo termina concluyendo que "la pérdida de prestigio de los partidos
políticos es una de las principales amenazas para la democracia" (Pág.
57).
La reversión de esta situación, o en definitiva, el avance hacia un
mayor desarrollo democrático en la región, requiere el afianzamiento de las
instituciones de la democracia, (algo con lo que ha insistido el informe en el
pasado), recuperar la política como generadora de opciones en el ámbito de la
sociedad y muy especialmente revalidar el rol de los partidos políticos como
instrumentos fundamentales de la vida democrática.
(1) La dimensión I se refiere a las atribuciones de la democracia formal, es
decir a aquellas condiciones que hacen democrático a un régimen y que son "base
para el IDD-Lat" y por tanto no se les asigna valor, las restantes 3 hacen
alusión a los atributos de la democracia real y sus indicadores son a los que se
les asigna valor para elaborar el índice.
Matías FranchiniConsejero AcadémicoEs Profesor Principal de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, en Bogotá. Doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Brasilia y Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Católica de Buenos Aires. Fue investigador visitante en la Woodrow Wilson School de la Universidad de Princeton. Es autor de varias publicaciones en inglés, portugués y español en las áreas de gobernanza global, estudios latinoamericanos y política internacional del cambio climático.
El debate sobre la democracia en América latina ha sido constante en los últimos 25 años, acompañando la evolución de las instituciones luego de la apertura política producida en la región sobre fines de los 70s y principios de los 80s. Sin embargo, en ciertas coyunturas, la preocupación por el nivel de consolidación de dichas instituciones y prácticas democráticas parece acelerarse y hacerse más intenso. En estos últimos años, y principalmente a raíz de una serie de crisis institucionales que han terminado con el mandato de varios presidentes legítimamente electos, la polémica ha sido nuevamente disparada. Dado que, y pese a la vigencia en casi todo el continente de reglas formales democráticas para elegir gobernantes, el ejercicio de hecho de esa democracia no ha logrado alcanzar siquiera el objetivo de asegurar la gobernabilidad, ni que decir de la superación de los históricos problemas de pobreza, inequidad y exclusión que sufren muchos de los países latinoamericanas.
En el marco de este debate, se han ido elaborando a través de los años, una serie de instrumentos que buscan medir el grado de desarrollo democrático en las distintas sociedades, con todas las dificultades que ello trae ya desde el vamos, dada la diversidad de definiciones sobre democracia que pueden considerarse y los obstáculos que puedan plantearse a la hora "mensurar" el grado de democracia, entre otras complicaciones.
El índice de desarrollo democrático (IDD-Lat) que aquí se reseña, elaborado anualmente por la Fundación Konrad Adenauer y el portal polilat.com, se enmarca en este tipo de esfuerzos y pretende hacer un aporte consistente al debate sobre la consolidación democrática en la región (o la falta de ella). El trabajo se define a como "un índice desarrollado para medir el desarrollo democrático de los países de América Latina" (Pág. 121) y su intención manifiesta es la de "destacar los logros y virtudes del proceso de avance hacia una mayor evolución democrática de las instituciones de América Latina y exponer sus vicios y falencias, para ayudar a imitar los primeros y eliminar y evitar estos últimos, para el desarrollo regional" (www.idd-la.org).
En su faz metodológica, el índice considera 31 indicadores agrupados en 4 dimensiones(1) que miden las siguientes variables: "la legalidad del régimen democrático", el "respeto de los derechos políticos y libertades civiles", la "calidad institucional y el grado de eficiencia política" y el "ejercicio del poder efectivo para gobernar". Como puede verse, el índice escapa a una consideración meramente formal de la democracia: "la concepción de democracia que interpreta el IDD-Lat es la considerada maximalista, ya que reconoce la democracia en tanto régimen político, sistema político y como un ideal (que persigue fines universales socialmente consensuados)". (Pág. 121).
Composición del IDD-Lat
Atributos de la democracia formal |
Atributos de la democracia real | |||
Dimensión I |
Dimensión II |
Dimensión III |
Dimensión IV | |
Subdimensión Capacidad para asegurar Políticas que aseguren el Bienestar |
Subdimensión Capacidad para asegurar Políticas que aseguren Eficiencia Económica |
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Legalidad del Régimen Democrático |
Desempeño Del Sistema Democrático |
Fines que persigue la democracia como outcomes del gobierno democrático | ||
1.Elecciones Libres 2. Sufragio Universal. 3.Participación Plena
|
4. Voto de adhesión política. 5. Puntaje en el Índice de Derechos Políticos. 6. Puntaje en el Índice de Libertades Civiles. 7. Genero en el gobierno. 8. Condicionamientos de libertades y derechos por inseguridad.
|
9. Puntaje en el Índice de Percepción de Corrupción. 10. Participación de los partidos políticos en el Poder Legislativo.
Accountability Legal y Política
11. Elección de los jueces de la Corte Suprema. 12. Mecanismos de democracia directa. 13. Ombudsman.
Accountability Social
14. Condiciones para el ejercicio de una prensa libre. 15. Acceso a información publica. 16. Habeas Data-acceso y protección de la información personal. Desestabilización de la democracia. 17. Existencia de minorías/mayorías organizadas sin representación política. 18. Victimas de la violencia política. 19. Factor de desestabilización: existencia de organizaciones armadas. 20. Factor de anormalidad democrática: crisis institucionales. |
21. Desempleo Urbano. 22. Hogares bajo la línea de pobreza.
Desempeño en Salud
23. Mortalidad infantil. 24. Gasto en Salud como porcentaje del PBI.
Desempeño en Educación
25. Matriculación Secundaria. 26. Gasto en Educación como porcentaje del PBI.
|
27. Puntaje en el Índice de Libertad Económica. 28. PBI per Capita PPA (ajustado a paridad del poder adquisitivo). 29. Brecha del Ingreso (relacion entre el quintil menor y el mayor). 30. Inversión (inversión bruta fija sobre PBI). 31. Endeudamiento (porcentaje de deuda sobre PBI). |
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Subíndice respeto a los Derechos Políticos y Libertades Civiles, |
Subíndice Calidad Institucional y Eficiencia Política. |
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Como se dijo, el IDD-Lat posee 4 dimensiones, en la Dimensión I se incluyen 3
indicadores (a los que no se les asigna valor) que hacen referencia a las
condiciones básicas del régimen democrático, a saber: elecciones libres,
sufragio universal y participación plena. La ausencia de cualquiera de ellos
hace inaplicable el índice, porque implica la ausencia de democracia. La
Dimensión II se refiere al Respeto de los Derechos Políticos y Libertades
Civiles y los indicadores utilizados son el voto de adhesión política, el
puntaje en el índice de derechos políticos y en el índice de libertades civiles
elaborado por Freedom House, el género en el gobierno y la inseguridad como
condicionante de libertades y derechos. La Dimensión III es la Calidad
Institucional y Eficiencia Política y se mide a través de los siguientes
índices: el puntaje en el índice de percepción de la corrupción elaborado por
Transparencia Internacional, la participación de los partidos políticos en el
poder legislativo, una serie de indicadores que miden el nivel de Accountability
legal, política y social y desestabilización de la democracia.
Mientras que
las dimensiones II y III se articulan en torno al desempeño del sistema
democrático, la Dimensión IV se refiere a los fines que persigue la democracia
como outcomes del gobierno democrático. Definida como Ejercicio del Poder
Efectivo para Gobernar, se divide a su vez en dos componentes: La Capacidad para
generar políticas que aseguren el bienestar, medido a través del desempeño en
salud y educación, el desempleo urbano y los hogares bajo la línea de pobreza y
La Capacidad para generar políticas que aseguren la eficiencia económica
conformado por los siguientes indicadores: el puntaje en el índice de libertad
económica elaborado por Heritage Foundation, el PBI per capita, la brecha de
ingreso, la inversión y el nivel de endeudamiento.
El IDD-Lat se construye
sobre la base de la agregación de estos indicadores que se ponderan (asignando
puntajes tanto a las dimensiones como a cada uno de los indicadores
seleccionados).
Cabe decir finalmente con respecto a la cuestión
metodológica, que el número de indicadores contemplados en la actual edición de
IDD-Lat no ha sufrido modificaciones con respecto al año 2004, aunque quizás sea
interesante recordar la incorporación del factor inseguridad como factor
condicionante de las libertades y derechos (Dimensión II) en aquella edición.
Tampoco han variado los países considerados en el estudio, que totalizan 18:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador,
Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Republica
Dominicana, Uruguay y Venezuela. Lo que si ha variado con respecto a ediciones
anteriores es la cobertura temporal de los indicadores, dado que hasta el
volumen de 2004 se hacia referencia a datos y hechos de dos años anteriores, y
en la actual publicación se adoptó el criterio de la inclusión del dato mas
próximo.
Resultados y conclusiones
Los resultados de la medición pueden verse en el capítulo I (Tendencias del desarrollo democrático regional) y en el capitulo II (Tablas de datos y ponderaciones de las dimensiones del IDD-Lat). Entre las definiciones de estos apartados pueden destacarse las siguientes: "En líneas generales, el desempeño de la región ha mejorado, teniendo en cuenta que son numerosos los países que crecieron en la valoración del IDD-Lat. (…) a pesar de las distintas crisis institucionales que se produjeron a lo largo de 2004." (Pág. 15). "El promedio de la región, que fue de 4.842, subió levemente con respecto al promedio de 2004, que había sido de 4.660". (Pág. 16).
Tabla 1: IDD-Lat 2002-2005
(Fuente: www.idd-lat.org)
Sin embargo, este avance medio no oculta el hecho de que son pocos los países que superan el promedio regional (ver tabla 1) y el que, de acuerdo a la clasificación del índice, solo 3 de los 18 países considerados puedan ser calificados como altamente desarrollados (Costa Rica, Chile y Uruguay, con puntajes entre 7.51 y 10.0), otros 3 medianamente desarrollados (México, Panamá y El Salvador, oscilando entre los 4.51 y 7.50 puntos) mientras que el resto (y mayoría) son considerados como de desarrollo democrático bajo (con puntaje entre 1.0 y 4.5). (Ver grafico 1).
Grafico 1: Clasificación de países según desarrollo democrático
(Fuente: www.idd-lat.org)
Se resalta asimismo que "los países con alto desarrollo democrático son
países que no han caído en los últimos diez años en crisis
político-institucionales" (Pág. 17), mientras que los que han mostrado bajo
nivel de desarrollo han experimentado repetidamente en este tipo de conflictos,
tal el caso de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú o Venezuela.
En cuanto a
las conclusiones del trabajo, las mismas están contenidas principalmente en el
Capitulo III (¡Es la política!) y hacen hincapié, como el titulo sugiere, en la
necesidad de recuperar la política para Latinoamérica como "la espina dorsal de
su potencial desarrollo democrático" o con mayor especificidad: "Nuestro estudio
(…) pone de relieve que solo aquellos países con una estructura democrática
consolidada, con un sistema de partidos estables y con un relativo grado de
eficiencia logran un diferencia importante respecto del mediocre comportamiento
del desarrollo democrático en la región". (Pág. 45).
En línea con la
constatación inicial de que "la política, los partidos y sus dirigentes se han
convertido en objeto fóbico de las democracias latinoamericanas". (Pág. 8) el
trabajo afirma que, pasado ya el "romance con la nueva democracia
latinoamericana" de los últimos 80s y tempranos 90s, "aquellos años de ilusión y
confianza fueron cediendo paso a un creciente descontento y desconfianza hacia
la clase política, que, si bien no ha alcanzado todavía a derribar los pilares
de la confianza en el sostenimiento de la democracia en la comunidad, en algunos
países los ha debilitado ostensiblemente". (Pág. 45).
Entre las diversas
causas de este proceso de insatisfacción con los resultados de la democracia que
el trabajo enumera, se hace especial mención a la situación de los partidos
políticos: "Buena parte de los ciudadanos latinoamericanos tiene la plena
convicción de que son una herramienta accesoria, cuando no inútil para la vida
en democracia". Y asumiendo que tanto "en su dimensión participativa como
representativa, la democracia es inconcebible sin partidos políticos", (Pág. 51)
el trabajo termina concluyendo que "la pérdida de prestigio de los partidos
políticos es una de las principales amenazas para la democracia" (Pág.
57).
La reversión de esta situación, o en definitiva, el avance hacia un
mayor desarrollo democrático en la región, requiere el afianzamiento de las
instituciones de la democracia, (algo con lo que ha insistido el informe en el
pasado), recuperar la política como generadora de opciones en el ámbito de la
sociedad y muy especialmente revalidar el rol de los partidos políticos como
instrumentos fundamentales de la vida democrática.
(1) La dimensión I se refiere a las atribuciones de la democracia formal, es decir a aquellas condiciones que hacen democrático a un régimen y que son "base para el IDD-Lat" y por tanto no se les asigna valor, las restantes 3 hacen alusión a los atributos de la democracia real y sus indicadores son a los que se les asigna valor para elaborar el índice.