En los últimos meses se ha puesto el foco en los derechos humanos al cubrir los eventos que se estuvieron dando en Chile. El informe de Human Rights Watch enfatiza las situaciones problemáticas que se dieron durante las protestas del año pasado, tanto a partir del accionar de Carabineros como con algunos disturbios provocados por los manifestantes.

Por Alejandro Di Franco

Human Rights Watch lanzó su Informe Mundial 2020, el cual cubre los eventos y los desarrollos más importantes en materia de derechos humanos en más de 100 países del mundo. Uno de los países analizados todos los años es Chile. Sin embargo, el informe recién publicado –que abarca el período de fines de noviembre del 2018 a fines de noviembre del 2019- resulta interesante esta vez a la luz de la atención internacional que ha recibido Chile -al igual que otros casos latinoamericanos- por las protestas generalizadas a fines del año pasado.

El informe comienza de lleno dedicándose a este tema, enfocándose en el accionar de Carabineros pero observando los diferentes problemas que surgieron en el marco de las protestas. De esta manera, expresa preocupación no solo por el uso excesivo de la fuerza -destacando la cantidad de heridos, de los cuales 11000 fueron atendidos por los servicios sanitarios del país- sino también por las denuncias sobre “trato inhumano” y por abuso sexual. Sin embargo, también menciona incidentes provocados por los manifestantes, como los saqueos y la quema de bienes públicos, o el hecho de que casi 2000 agentes de seguridad resultaron heridos durante las protestas.

Por otra parte, se mencionan algunas reacciones positivas que tuvo el gobierno ante esta crisis, aunque han tenido evolución dispar. Entre ellas, toma en cuenta que se adoptó un protocolo sobre el uso de la fuerza, se movilizaron especialistas para capacitar a las unidades de control para que se cumplan los estándares de derechos humanos; y, además, se suspendió el uso de escopetas antidisturbios por parte de Carabineros.

Más allá de esto, el informe también aborda otros temas, además de las protestas del año pasado. Uno de ellos son los derechos de la población LGBT. Uno de los principales asuntos es el del derecho de personas del mismo sexo a contraer matrimonio, y se toma nota de que el proyecto de ley estaba en trámite en el senado. Afortunadamente, una semana después de la publicación del informe, Chile avanzó en esta dirección al aprobarse en general en el senado este proyecto, con 22 votos a favor y 16 en contra.

Otro avance en el último año fue la tipificación del acoso sexual en espacios públicos, un tema de suma importancia en un país en donde el feminismo cada vez tiene un mayor peso en la agenda pública. Sin embargo, como es el caso con otros países de Latinoamérica, Human Rights Watch pone el foco en las leyes restrictivas sobre el aborto, a pesar de que reconoce que Chile ha estado progresando en este tema al despenalizarlo en ciertas circunstancias mediante una ley del 2017.

El tema migratorio también recibió bastante atención, sobre todo tratándose Chile del tercer país receptor de migrantes venezolanos, con alrededor de 400 mil inmigrantes. Si bien se han estado modernizando las leyes sobre este tema, se puso el foco sobre las necesidades de presentación de documentos y de pagos de aranceles (de 30 dólares) para la obtención de la “visa de responsabilidad democrática”, y que podrían suponer un obstáculo para algunos venezolanos que al huir de situaciones de crisis no los poseen. En relación a la política frente a Venezuela, se destacó la posición firme que se ha tenido frente al régimen de Maduro en foros como la ONU o la OEA.

En los últimos meses se ha puesto el foco en los derechos humanos al cubrir los eventos que se estuvieron dando en Chile. El informe de Human Rights Watch enfatiza las situaciones problemáticas que se dieron durante las protestas del año pasado, tanto a partir del accionar de Carabineros como con algunos disturbios provocados por los manifestantes. Asimismo, muestra cómo las autoridades respondieron ante este desafío y el avance (o no) de estas iniciativas. Por otra parte, pone la atención también en algunos problemas de más larga data en el país y que continúan afectando a minorías.

Alejandro Di Franco

Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Argentina (UCA). Fue voluntario en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Ha participado en varios seminarios y foros con personalidades nacionales e internacionales de la política y la academia.