Reforma al sistema penal y carcelario en Uruguay

Este libro representa, por encima de todo, una clara advertencia. Y una advertencia es, según nos enseñara Nils Christie, “un acto de optimismo”.

¿Por qué la sensibilidad actual es, más que diferente, radicalmente opuesta al humanismo predominante en el novecientos? ¿Por qué nuestros tatarabuelos o bisabuelos imaginaban un Uruguay entre todos -ni exterminio ni exterminables, sin excepción- y hoy, con fuerza cada vez mayor, existe un clamor de “muerte civil” cuando no, lisa y llanamente, de regreso a la pena de muerte para los autores de ciertos delitos? ¿Qué razón hace que en nuestras cárceles abunden quienes no tienen aún sentencia definitiva? ¿Por qué las personas privadas de libertad no trabajan y por qué las cárceles no rehabilitan a los infractores? ¿Cómo sería posible superar este estado de cosas?

La presente obra ofrece al lector un amplio y complementario conjunto de respuestas a estas cuestiones. Esta obra, por la excelencia y complementariedad de los enfoques que reúne, se perfila como un valioso insumo para la mejora de nuestro sistema penal. Con optimismo confiamos que así será, porque la prudencia y el coraje para enfrentar los problemas, por graves que sean, forman parte de nuestro ser nacional, y porque la filosofía, la buena filosofía es, en esencia, el preámbulo de toda acción inteligente.

Del Prólogo del Dr. Alvaro Garcé García y Santos
Comisionado Parlamentario Penitenciario

“Como observador atento del funcionamiento de la justicia penal y del sistema carcelario uno se sorprende de algunos hechos como el alto caso de personas en detención preventiva y visto las condiciones de sobrepoblación carcelaria el trato que eso significa. Al estudiar los estudios de la cátedra y las labores parlamentarias uno se sorprende aún más de ver que esos hechos y sus consecuencias son conocidos de todos. Así surgió la idea de confiar al Centro para la apertura y el Desarrollo de América Latina la tarea de hacer un diagnóstico sobre la problématica. Mis agradecimientos al CADAL y al Señor Gabriel Salvia y a su equipo, a los parlamentarios, a los catedráticos y a todos los que participaron en este esfuerzo y muy particularmente al Comisionado parlamentario para el sistema carcelario, el Sr. Alvaro Garcé, profundo conocedor de la realidad. Gracias a todos”.

Michel Coquoz, Embajador de Suiza en Uruguay