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Observatorio de Relaciones Internacionales y Derechos Humanos
Dolor por la muerte de Jesús Ociel Baena Salcedo
A menos de dos meses de mi regreso de Guadalajara, recibí la noticia de la muerte del jurista, con quien compartí el panel dedicado al discurso del odio. Transmito mi solidaridad con el sentimiento de pesar y conmoción que ha provocado en México la pérdida de un ser que hizo de su existencia un testimonio en favor de la vida, la igualdad y el respeto a las diferencias, base y sustento de la filosofía jurídica de los derechos humanos.Por Norma Morandini
En el mes de septiembre de 2023 viajé a Guadalajara, México, invitada a participar del Congreso Internacional de Derechos Humanos, una organización integrada por varias universidades de México y España comprometidas con la promoción y la defensa de los Derechos Humanos. Mi participación incluyó una conferencia sobre el tema que es mi obsesión: la democracia con demócratas, esto es una cultura ciudadana participativa sin la cual mal podemos hablar de una democracia plena. Sin embargo, a menos de dos meses de mi regreso de Guadalajara, recibí la noticia de la muerte del jurista Jesús Ociel Baena Salcedo, con quien compartí el panel dedicado al discurso del odio. Me impactó su presencia que puso a prueba el verdadero respeto a una persona que se presentó como un "magistrade", vistiendo saco y corbata con una falda, y zapatos de tacones.
A poco hablar apareció toda su formación de jurista, su defensa de los derechos políticos y electorales de las personas no binarias. Pero sobre todo emocionó su testimonio personal de sufrimiento desde que decidió vivir de manera honesta con su percepción de ser no binario. A pesar de que ya había recibido amenazas de muerte, era en México una voz reconocida y respetada del movimiento LGBT que vive hoy la conmoción por el asesinato de Ociel.
Dolor por su muerte, por la pérdida de una persona de sólida formación jurídica electoral, y miedo porque amenaza la esperanza de los integrantes del movimiento para poder vivir a la luz del día, sin tener que esconderse.
Transmito mi solidaridad con el sentimiento de pesar y conmoción que ha provocado en México la pérdida de un ser que hizo de su existencia un testimonio en favor de la vida, la igualdad y el respeto a las diferencias, base y sustento de la filosofía jurídica de los derechos humanos.
En el año que se conmemora los 75 años de esa bíblica de los derechos humanos, la Declaración Universal, se constata con tristeza que en amplias zonas de nuestro planeta el ejercicio de los derechos humanos se paga con la vida.
Norma MorandiniVicepresidenteEscritora y periodista. Columnista de los diarios La Nación y Clarin. Colabora con El País de España. Fue corresponsal de la prensa extranjera. Realizó una cobertura especial sobre el Juicio a las Juntas Militares de Argentina para el diario brasileño O Globo. Por su labor periodística obtuvo varios premios. Fue diputada nacional de 2005 a 2009 y senadora nacional entre 2009 y 2015. Su labor legislativa estuvo dedicada a los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión. Entre 2015 y 2019 dirigió el Observatorio de Derechos Humanos del Senado argentino. En 2011 fue candidata a Vicepresidente de la Nación. Es autora de varios libros.
En el mes de septiembre de 2023 viajé a Guadalajara, México, invitada a participar del Congreso Internacional de Derechos Humanos, una organización integrada por varias universidades de México y España comprometidas con la promoción y la defensa de los Derechos Humanos. Mi participación incluyó una conferencia sobre el tema que es mi obsesión: la democracia con demócratas, esto es una cultura ciudadana participativa sin la cual mal podemos hablar de una democracia plena. Sin embargo, a menos de dos meses de mi regreso de Guadalajara, recibí la noticia de la muerte del jurista Jesús Ociel Baena Salcedo, con quien compartí el panel dedicado al discurso del odio. Me impactó su presencia que puso a prueba el verdadero respeto a una persona que se presentó como un "magistrade", vistiendo saco y corbata con una falda, y zapatos de tacones.
A poco hablar apareció toda su formación de jurista, su defensa de los derechos políticos y electorales de las personas no binarias. Pero sobre todo emocionó su testimonio personal de sufrimiento desde que decidió vivir de manera honesta con su percepción de ser no binario. A pesar de que ya había recibido amenazas de muerte, era en México una voz reconocida y respetada del movimiento LGBT que vive hoy la conmoción por el asesinato de Ociel.
Dolor por su muerte, por la pérdida de una persona de sólida formación jurídica electoral, y miedo porque amenaza la esperanza de los integrantes del movimiento para poder vivir a la luz del día, sin tener que esconderse.
Transmito mi solidaridad con el sentimiento de pesar y conmoción que ha provocado en México la pérdida de un ser que hizo de su existencia un testimonio en favor de la vida, la igualdad y el respeto a las diferencias, base y sustento de la filosofía jurídica de los derechos humanos.
En el año que se conmemora los 75 años de esa bíblica de los derechos humanos, la Declaración Universal, se constata con tristeza que en amplias zonas de nuestro planeta el ejercicio de los derechos humanos se paga con la vida.