Por Raúl Ferro

Chile constituye una gran paradoja en América Latina: Es reconocido como el país más exitoso de la región en los últimos años, pero al mismo tiempo hay una tendencia a subestimarlo. Recuerdo que en la segunda mitad de los 90, en el cenit de las reformas de Fernando Henrique Cardoso, cada vez que se mencionaban en Brasil los logros chilenos, el comentario, en un tono despectivo, era que: “si, claro, pero es un país pequeñito; es distinto”. Curiosamente, hoy --signo de los tiempos-- el benchmark chileno es más aceptado en Brasil. Pero no ocurre lo mismo en el resto de América Latina. El ex-canciller mexicano, Jorge Castañeda, sostiene que Chile tiene la obligación de marketear mejor su modelo.

Lejos de hacerlo, Chile parece sentir el complejo de no ser apreciado por sus vecinos latinoamericanos. De hecho, una de las mayores autocríticas de la Concertación ha sido que nunca han tenido una “política exterior latinoamericana”.

En estos días, el diario La Tercera está publicando una serie de encuestas sobre cómo es percibido Chile por sus vecinos limítrofes. Las encuestas publicadas hasta ahora incluyen a Argentina y Perú y tienen algunos resultados interesantes.

En el caso de los argentinos, el 31% ve a Chile como enemigo y tiene la peor evaluación entre los países sudamericanos (los argentinos ven como países más amigos a Paraguay, Bolivia y Venezuela).  Si tuvieran que irse a vivir a otro país del subcontinente, los argentinos eligen en primer lugar a Brasil, seguido de Uruguay, Venezuela y, en cuarto lugar, Chile. Y si bien valoran su desarrollo económico relativo, lo ubican en el segundo lugar, debajo de Brasil, como el país que más se ha desarrollado económicamente. Eso si, ponen a Chile como el país más estable desde el punto de vista económico en la región. Pese a estos sentimientos, la mayoría de los argentinos encuestados cree que las inversiones chilenas en Argentina son beneficiosas para el país.

Y un dato curioso: Si tuvieran que votar por un hipotético presidente latinoamericano entre los mandatarios actuales, los argentinos se inclinan mayoritariamente por Néstor Kirchner, seguido por Lula y Hugo Chávez.

Los peruanos, en cambio, tienen una percepción más positiva del éxito económico chileno y lo perciben mayoritariamente como el país más desarrollado de América del Sur y el más estable y que deberían seguir sus pasos. Pero también lo perciben como un país enemigo, pese a lo cual valoran positivamente las inversiones chilenas aunque, contradictoriamente, opinan que debería limitarse el ingreso de capitales chilenos. También encuentran a Chile como el país más soberbio/orgulloso de Súdamerica (¡más que a los argentinos!). Si tuvieran que vivir en otro país de América del Sur, los peruanos, al igual que los argentinos, eligen a Brasil como destino favorito, seguido de Argentina, Colombia, Venezuela y Chile.

A diferencia de los argentinos, los peruanos no elegirían a su presidente como mandatario sudamericano: Lula acapara la gran mayoría, seguida por Michelle Bachelet y Alan García en un tercer lugar.

Conclusiones: Castañeda tiene razón en cuanto a que Chile no ha hecho un buen trabajo de marketing. La expansión empresarial chilena por América del Sur, aunque valorada positivamente, es vista como oportunista. A 17 años del regreso de la democracia, Chile todavía carga con una percepción culposa que identifica el éxito chileno con la sangrienta dictadura de Pinochet. Algo que, al parecer, acompleja también a los políticos de la concertación y que explica porqué han sido tan poco entusiastas a la hora de mostrar a sus vecinos sudamericanos las bondades de su modelo.

Raúl Ferro es Director de Desarrollo de Contenidos de Business News Americas.

Raúl Ferro

Consejero Consultivo

Analista de economía y negocios especializado en América Latina. Fue corresponsal en Sudamérica de distintos medios económicos de EE.UU. y el Reino Unido, director editorial de la revista AméricaEconomía y director de estudios de BNamericas. Es Director del Consejo Consultivo de CADAL.