Derechos Humanos y
Solidaridad Democrática Internacional

Entrevistas

Análisis Latino

28-05-2007

Ani Mestre: «El resto del mundo no le está dando motivos de esperanza a los cubanos en la isla»

Por Gabriel C. Salvia

Ani es la hija de Goar Mestre y vicepresidenta de COAS. Se exilió de Cuba junto a su familia a los nueve años, luego de la confiscación de los medios de la cadena CMQ En esta entrevista habla sobre el caso de RCTV en Venezuela, el de CMQ en Cuba, del primer exilio de su padre durante la dictadura de Fulgencio Batista, del apoyo monetario que su familia le brindó a la revolución de Fidel Castro y de la influencia del cine argentino en Cuba. Se opone al embargo y aspira a un cambio pacífico de Cuba a la democracia.

Gabriel Salvia : ¿Cómo ve la situación de RCTV en Venezuela?

Ani Mestre : Se está pareciendo mucho a Cuba y a lo mejor a los que estamos más lejos nos puede llegar a sorprender eso, pero a mucha de la gente que está viviendo en Venezuela esto no les sorprende porque es clarito un camino muy parecido al de Castro en Cuba. Con algunas diferencias, pero digamos que diferencias de formas, pero de fondo parece que el proceso va en vías de ser muy parecidos y estos gobiernos necesitan primero controlar los medios; eso ya es sabido. En algunos otros lugares los controlan con dinero, pero acá han ido un poco más lejos.

Gabriel Salvia: ¿Podría recordarnos cómo fue el caso de CMQ en Cuba, hace ya tanto tiempo?

Ani Mestre : El caso de CMQ en Cuba -desde los 9 años que yo tenía cuando esto sucedió- te puedo decir que había un programa político - noticiero (una mezcla de las dos cosas) diario en Cuba y obviamente lo que se contaba era la situación y el conductor de ese programa fue a ver a los hermanos Mestre para decirles que él iba a anunciar que al día siguiente iba a desenmascarar la verdadera ideología de Fidel Castro e iba a decir que iba hacia un gobierno marxista. Los hermanos Mestre lo conversaron entre sí -en aquel momento ya quedaban solamente dos en todos lo negocios que tenían en Cuba, eran tres pero mi tío Luis Augusto había muerto un par de años antes- conversaron y dijeron: “estamos yendo hacia una muerte definitiva, no importa lo que suceda”. Ya se veía que se venía un control de libertad de expresión y cuando conversaron dijeron que “si vamos a morir moramos de pie” y le dieron su autorización a ese comentarista que hiciera el anuncio y ahí quedo todo, solamente en el anuncio. En ese programa él dijo, lo que te acabo de decir, que al día siguiente él iba a desenmascarar la verdadera ideología de Castro y ahí no más se vino una manifestación organizada. Mi padre contaba que desde la ventana de su oficina podía ver a los hombres que azuzaban a la gente, a la muchedumbre; tenían un pañuelo blanco en la mano y se los veía salpicados entre la gente y como agitando los cánticos que eran: “CMQ confiscación”. Entonces el gobierno “obedeciendo el clamor popular” intervino la CMQ. También había otro señor que años después se exilió igual, pero que en su momento estaba muy pro Castro y desde su estación de radio empezó a darle mucha manija al tema y pidiendo la confiscación y la prisión para los hermanos Mestre que se habían atrevido a insinuar que el gobierno de Castro no era un gobierno democrático.

Gabriel Salvia: ¿Cómo era la relación de CMQ, anteriormente, con la dictadura de Batista y el apoyo que le dio a la revolución democrática de Fidel Castro?

Ani Mestre : La CMQ siempre estuvo al frente de toda campaña que fuera pro libertad de expresión y derechos individuales y todo tipo de derechos en Cuba. Tanto que durante la dictadura de Batista se intentó imponer un proyecto que se llamó el Proyecto Mordaza que coartaba en cierta medida -hoy parecería un juego de niños- la libertad de expresión y mi padre que era la cara más visible de los hermanos Mestre públicamente dijo que él se iba de Cuba y se exiliaba hasta que el proyecto mordaza no se levantara, hasta que ese decreto se aboliera, hasta que esa ley dejara de tener vigor. Y se exilió, estuvo fuera de Cuba tres o cuatro meses moviendo desde la Asociación Interamericana de Prensa y desde la AIR que es la Asociación Interamericana de Radiodifusión y que en aquel momento tenían realmente mucho peso moviendo la opinión publica de toda Latinoamérica pidiendo libertad de expresión para los medios en Cuba. Y lo logró, levantaron esa medida y mi padre volvió a Cuba al mismo tiempo que era un opositor del gobierno de Batista. Por todo esto que te digo y más que nada porque el gobierno de Batista era un gobierno corrupto y lo que llevó a Cuba a querer un Fidel Castro fue la corrupción reinante. La corrupción puede ser un detonante para cualquier cosa porque la gente se cansa y dice “me canso y cualquier cosa es mejor que esto”. Y no es así, a veces el remedio es peor que la enfermedad. Pero no quita que el gobierno de Batista era un gobierno corrupto y que intentó coartar la libertad de expresión en varias oportunidades. Mientras tanto estaba este muchacho que había hecho un ataque al cuartel Moncada -esto es antes de que Fidel desembarcara con el Granma en Cuba y había fallado ese atentado que había hecho contra Batista y lo habían metido preso. Cuba estaba pasando por un proceso de elecciones y desde la CMQ entendían de buena fe que había que lograr una amnistía política en Cuba, porque sino no iba a haber elecciones en verdadera libertad. Vaya ingenuidad desde la CMQ: hicieron esta campaña, tenían mucho predicamento sobre la gente y sobre la política sin ser ellos de ningún partido político, solamente desde la libertad y los derechos humanos y la libertad de expresión. Entonces, propiciando esta campaña de amnistía para los presos políticos Fidel recuperó su libertad y en una entrevista muy significativa fue a la CMQ a darle las gracias a mi padre. En ese momento Fidel era un muchacho de veintipico y le dice en aquel momento muy respetuoso: “Señor Mestre, qué consejo me daría”. Mi papá le dijo “Mira Fidel, tu cabeza huele a pólvora. Yo que tú me iba de Cuba”. Y he aquí que Fidel, no digo que siguiendo únicamente el consejo de mi padre pero que se le habrá sumado a otros muchos consejos, se fue de Cuba a México y fue a allí donde conoció al Che y donde pergeñaron la invasión en el Granma. Así que el conocimiento de la CMQ con Fidel era bien anterior a la revolución y desde la CMQ lo ayudaron también monetariamente, le dieron bastante dinero a la revolución: error. Siempre hay que defender los procesos democráticos. Error, no hay que ayudar a las revoluciones por más mal que esté el país, siempre hay que apoyar el proceso democrático. Mi padre lo dijo siempre hasta sus últimos días, fijate cómo terminó el cuento, así que leer el diario de mañana a veces es mucho más fácil.

Gabriel Salvia: Cuando sucede la confiscación de CMQ, ¿hubo alguna repercusión o algo parecido a lo que sucede hoy con RCTV?

Ani Mestre : Creo que en aquella época, como te decía la AIR y la Asociación Interamericana de Prensa y los medios hacían más causa común, hubo un clamor con lo que estaba sucediendo en Cuba. Lo que pasa es que lo de los medios en Cuba fue junto con todo lo demás porque vinieron todas las confiscaciones, fueron todas más o menos al mismo tiempo, así que quizás la atención no estaba tan focalizada en uno de los sectores de la industria o de la sociedad. En Venezuela están yendo un poco más despacio, pero avanzando, y lo leemos en los diarios. Pero yo soy un poco escéptica. Me parece que en el mundo las ideologías no existen mucho y lo que priman son los intereses y en realidad hasta que a un país no le tocan el bolsillo hoy en día no les importa mucho qué está pasando en Venezuela.

Gabriel Salvia: ¿De qué se trata el libro que escribió sobre Cuba?

Ani Mestre : Mi libro es únicamente una especie de relato familiar, biografía, un libro que surgió nada más que para dejárselo a mi familia y a mis hijos y cayó en manos de una editora en Miami que lo quiso publicar y después se publicó acá en Buenos Aires. Pero en realidad es un libro que siendo nosotros una familia profundamente anticastrista, porque está a la vista: perdimos el derecho de vivir en nuestro país y eso no tiene precio; bueno, desde la época de los griegos es el peor castigo obligarte al exilio y a nosotros nos obligaron porque si no te vas, vas preso por querer ser libre así que este libro que contó nuestra experiencia personal y contaba la Cuba que vimos, porque fuimos a Cuba dos veces después de habernos ido para siempre. Volvimos en dos oportunidades con doce años de diferencia y la última vez creo que estuve en el año 94 o 96, era un poco contando la Cuba que veía todavía bajo el dominio ruso, la Cuba que vi más librada a su suerte y dando un poquito mi humilde opinión sobre el error que significa el embargo. Cosa que también hizo ruido en Miami en su momento, porque allá es como que las ideologías vienen un poco en combo: si estás en contra de Fidel tenés que estar a favor del embargo y no es así. Hay muchísima gente como yo que piensa que el embargo ha sido un error y que el gobierno de Castro ha sido nefasto; no tienen que ser las dos cosas o esto o aquello, hay muchos caminos y si en Cuba había que mejorar algunas cosas, que es discutible, como suele decir la gente: “Ah, pero Castro le dio educación a la gente”, pero: ¿para darle educación a la gente había que coartar la libertad? No, las cosas no deben venir en estos combos, los gobiernos no tienen que optar solamente por dos caminos, hay muchos caminos intermedios, bienvenida la educación, pero bienvenida la libertad y una cosa sin la otra no sirve.

Gabriel Salvia: ¿Que recuerda de la presencia argentina en la programación de CMQ?

Ani Mestre : Para empezar, el cine argentino era muy fuerte en aquella época y no hacían más que pasar películas argentinas; lo curioso fue que cuando se cerraron las comunicaciones en Cuba y la filmoteca que quedó en CMQ era toda la filmoteca de los años 50, donde el cine argentino era tan súper popular. Muchos años después, Mirtha Legrand es invitada por el gobierno de Cuba a un festival de cine y justamente lo va a visitar a mi padre y le dice: “¿te parece que yo tendría que ir a Cuba?”. Mi papá le dijo: “andá, porque en Cuba eres más conocida que la Reina de Inglaterra y vas a ver cómo te reciben, va a ser una experiencia única”. Y de hecho, después de 20 o 25 años del régimen de Castro, Mirtha Legrand fue y en Cuba le preguntaban hasta por el nombre de pila de su hermano, sabían vida y milagro de los artistas argentinos en Cuba, eran como de la familia. Había un enorme cariño por los argentinos, mi madre era argentina y ella te lo podría haber dicho: Cuba quería muchísimo a la Argentina. Bueno fijate el Che era argentino (no sé si al Che lo querían tanto porque hay un poco de mito), pero en realidad los artistas argentinos eran idolatrados en Cuba y siguieron siendo por muchísimos años, porque allí no entró cine de ningún otro lado. Imagínate el cine que podría haber entrado era de Rusia, checo, húngaro… qué podría tener en común el pueblo cubano con ese cine y el cine americano desde luego que no entraba. Entonces durante 25 años, cuando realmente estuvo súper cerrada toda la comunicación en Cuba, lo que se siguió viendo fue cine argentino.

Gabriel Salvia: ¿Qué mensaje le daría a la gente que está en Cuba luchando por la democracia en ese contexto, que no conoce esta parte rica de la historia como fue CMQ. ¿Qué mensaje de esperanza les podrías enviar a ellos?

Ani Mestre : Que no pierdan esa esperanza. Yo sé que es difícil .Que no pierdan la esperanza de que las cosas cambien y yo deseo que cambien en paz, que no haya ninguna revolución, que las cosas cambien y evolucionen de manera pacifica y que el cambio salga desde Cuba mismo. Pero es difícil mandar un mensaje de esperanza a gente que yo percibí tan desesperanzada. Así que realmente habría que darles motivos para tener esas esperanzas y yo no sé si el resto del mundo les esta dando motivos a los cubanos en la isla. No sé cómo hacerles llegar un mensaje de esperanza, pero somos muchos los que estamos deseando un cambio en paz.

Gabriel Salvia: Le agradezco muchísimo por esta oportunidad.

Ani Mestre : Muchísimas gracias a vos y me encanta que de una manera u otra se lo recuerde a mi padre como un defensor de la libertad de expresión.

Gabriel C. Salvia
Gabriel C. Salvia
Director General
Activista de derechos humanos enfocado en la solidaridad democrática internacional. En 2024 recibió el Premio Gratias Agit del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa. Es autor de los libros "Memoria, derechos humanos y solidaridad democrática internacional" (2024) y "Bailando por un espejismo: apuntes sobre política, economía y diplomacia en los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner" (2017). Además, compiló varios libros, entre ellos "75 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos: Miradas desde Cuba" (2023), "Los derechos humanos en las relaciones internacionales y la política exterior" (2021), "Desafíos para el fortalecimiento democrático en la Argentina" (2015), "Un balance político a 30 años del retorno a la democracia en Argentina" (2013) y "Diplomacia y Derechos Humanos en Cuba" (2011), Sus columnas de opinión han sido publicadas en varios medios en español. Actualmente publica en Clarín, Perfil, Infobae y La Nación, de Argentina. Ha participado en eventos internacionales en América Latina, África, Asia, Europa, los Balcanes y en Estados Unidos. Desde 1992 se desempeña como director en Organizaciones de la Sociedad Civil y es miembro fundador de CADAL. Como periodista, trabajó entre 1992 y 1997 en gráfica, radio y TV especializado en temas parlamentarios, políticos y económicos, y posteriormente contribuyó con entrevistas en La Nación y Perfil. 
 
 
 

 
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